Lewandowski ensucia las estadísticas de Raphinha: los apuntes en caliente del Barça-Leganés
El ariete polaco derrocha dos pasadas clave del brasileño a bocajarro en un nuevo partido gris de los azulgranas en Montjuïc
BarcelonaEl Barça, que en la Champions enseña una cara y en la Liga otra totalmente diferente, ha encajado una nueva derrota en Montjuïc. Esta vez en manos de un Leganés (0-1) que ha bastado con defenderse con uñas y dientes, ser agresivo y sacar rédito de un gol tempranero a balón parado ante un conjunto azulgrana muy desacertado en ataque.
La quimera de las remontadas. Los últimos cuatro partidos que el Barça empezó perdiendo fue incapaz de remontar. En los dos últimos partidos en casa, el conjunto de Hansi Flick no sólo ha sido incapaz de ganar en Las Palmas y en el Leganés, dos equipos de la zona baja de la mesa, sino que ni siquiera ha podido empatar. Ni contra el modesto conjunto madrileño, ni contra la Real Sociedad (1-0), ni contra Osasuna (4-2), ni contra el Mónaco (2-1) –ese sería el caso más disculpable, para la entidad del rival y, sobre todo, para quedarte con un jugador menos nada más empezar– el equipo ha sabido reaccionar. Ante el Leganés, el Barça ha dejado escapar mucho más que tres puntos: ha dejado escapar la oportunidad de aprovechar el resbalón en forma de empate (3-3) del Real Madrid en Vallecas.
Lo que Lewandowski no puede perdonar. El ariete tiene una trayectoria incontestable como killer, pero contra el Leganés pareció una escopeta de feria. Si bien Lewandowski está firmando un inicio de temporada pletórico, frente a una de las plantillas más justas de Primera tuvo la pólvora mojada. Grave. Raphinha, de los mejores del Barça una vez más, junto con un Pedri cada vez más líder del equipo, le sirvió dos caramelos que el 9 azulgrana derrochó a bocajarro. En el primero, Dmtrovic se hace gigante ante Lewandowski, pero es que el delantero tenía toda la portería para rematar. El segundo caramelo, ya en la segunda parte, ha sido un centro preciso en el corazón del área que el polaco ha rematado con el hombro. Él habría sumado un par de tantos más y Raphinha dos asistencias y el Barça, seguramente, el triunfo. Kounde también ha fallado una clarísima, pero es que no es delantero centro. El partido de Dani Olmo también tiene tela.
La charanga de la discordia. Continúa la batalla entre el Espacio de Animación (EDA) y el presidente Joan Laporta. El parche explorado contra el Leganés ha sido un despropósito: poner una charanga (aparte de peñistas). En un partido acompañado por la tensión durante los 90 minutos, escuchar la charanga era un artificio que parte de la afición ha silbado. La banda musical no tiene ninguna culpa, ellos han hecho su trabajo, pero seguro que estaban tan incómodos como la gente que no quería escucharles. Desde un Gamper con la anterior directiva de Josep Maria Bartomeu que no había una charanga en un partido del conjunto azulgrana. Contratarla para un duelo en competición oficial, sin duda alguna, ha sido todo un desacierto. El ambiente ha sido extraño y bien frío, aunque la asistencia, pese a ser la peor de la temporada, no era mala: casi 40.000 espectadores.
La afición ama a Araujo. No jugó, pero cuando salió a calentarse la afición dedicó unos sonoros aplausos al defensor azulgrana y corearon su apelativo: uruguasho. Se ha tocado el pecho, donde se encuentra el escudo, y ha agradecido con aplausos y un saludo el gesto de unos seguidores afición que le aman. Ha sido uno de los pocos momentos en los que la afición se ha hecho sentir. Araujo, que siempre que habla suele expresar su amor por el Barça, es uno de los capitanes del equipo. Y, aunque tiene actuaciones muy oscuras como la expulsión de pardillo de la pasada temporada en la vuelta de los cuartos de final contra el PSG, es un futbolista que casa con la afición por ser un luchador y dejarse a menudo la piel. Pese a que la previsión era que tuviera unos minutos, el marcador nefasto ante el Leganés se lo ha impedido.