Pesadilla antes de Navidad del Barça de Flick
Sorprendente derrota (0-1) ante el Leganés en un partido donde la falta de puntería castiga a un equipo que añora la magia de Lamine
BarcelonaParece que Barça y Madrid quieren dar emoción a la Liga encadenando tropiezos sorprendentes. Saca provecho al Atlético de Madrid, que ya ha atrapado a sus rivales tras una derrota que duele del equipo de Flick ante el modesto Leganés. Una auténtica pesadilla antes de Navidad, una vez abajo de las que te deja sin respiración. Y un nuevo aviso a un equipo que no hace mucho goleaba sonriendo. Ahora hace lo que puede, consciente de que los rivales han encontrado ya la poción mágica para detenerlos. Ante el Leganés, el Barça hizo méritos por ganar, pero sin puntería no hay alegría. Ni Ferran, el jugador más acertado últimamente, logró batir la portería rival. Qué pesadilla, perder con el Leganés en casa. Una derrota poco esperada de las que te dejan con un palmo de nariz, en un estadio frío, donde nadie anima.
La alegría de hace unos meses ya está lejos. Se hace difícil entender a este equipo, empeñado en sorprender. Ahora te gana en Dortmund, ahora te pincha en casa contra Las Palmas o el Leganés. El guardameta serbio Dimitrovic decidió que haría uno de los mejores partidos de su carrera, los delanteros del Barça no tenían puntería y el árbitro dejó hacer a los futbolistas madrileños cuando iban haciendo faltas. Y así el partido fue pasando, frustrando a los aficionados que habían decidido desafiar el frío para subir montaña arriba hacia Montjuïc. Si el resultado fue malo, lo que ocurrió en la grada fue preocupante. La directiva, enfrentada a la grada de animación, intentó levantar los ánimos con una charanga en una imagen más propia de un cumpleaños que de un partido.
Que el Leganés, equipo que nunca había puntuado en el campo del Barça, haría la coz quedó claro ya de entrada. En los primeros cinco minutos ya mordió una defensa en la que había una gran novedad: Hansi Flick dio descanso a Pau Cubarsí, situando de central a Eric Garcia. El gol madrileño no sería culpa del jugador de Martorell, pero fue un error defensivo. En un saque de esquina nadie siguió a Sergio González, el capitán del Leganés. Y éste hizo el 0-1. Tocaba remar contra corriente. Si el Barça ha nacido para atacar, el Leganés es un equipo sincero. Te puede gustar o no, pero el técnico Borja Jiménez no engaña: ellos defienden. Conscientes de menos recursos que otros clubs, se hacen fuertes protegiendo la portería. Así subieron a Primera cuando nadie daba un real por ellos y es como compiten fuera de la zona de descenso. Una vez que hizo el primer gol, se dedicaron a perder tiempo. Dimitrovic negaría el gol a Lewandowski dos veces con paros sorprendentes, mientras Raphinha y Olmo no acertaban entre los tres palos. Y por si fuera poco, Lamine Yamal se hizo daño en un tobillo. Cuando el joven de Mataró cae con una mueca de dolor, los aficionados ya reaccionan igual que en tiempos de Messi, cuando se lesionaba. Por suerte, Yamal pudo seguir jugando, pero sin ese estilo eléctrico que le caracteriza.
El partido se jugaba en una sola dirección y con una sola portería. Esto permitía a los laterales subir mucho, pero Balde enviaba los centros a la pista de atletismo. Cada vez que la pelota le pasaba dos o tres metros por encima de la cabeza, Lewandowski miraba hacia el cielo frustrado. Kounde lo hacía mejor, y gozó de dos ocasiones, que desperdiciaría, pero el Leganés sabía sobrevivir con un 5-4-1 cada vez más hermético que dejaba pocos espacios. Flick, desde la grada –aún está sancionado–, hizo los cambios previsibles: sacó a un Lewandowski que ha perdido la magia en las últimas semanas y dio minutos por un Ferran en racha. Y Fermín también se asomaba entrando por Olmo, para intentar asustar a un Leganés que parecía bastante tranquilo, y que defendía aún mejor en la segunda parte que en la primera. En parte, porque el Barça era demasiado fácil de predecir. El día que Lamine no conseguía brillar su lámpara mágica, el equipo azulgrana era peligrosamente normal. Solo un buen equipo con talento ofensivo, nada más. La cara de Yamal, de hecho, se ha convertido en un termómetro del barcelonismo, y contra el Leganés hacía una mueca de dolor desde el trompazo que recibió en la primera parte. Flick, de hecho, le sustituyó por Gavi a finales de un partido frustrante. La segunda derrota consecutiva en casa permite al Atlético de Simeone pillar al Barça en la clasificación justo antes de la cita entre ambos equipos, el próximo fin de semana en el Olímpic. Ahora cuesta imaginar si se verá al Barça de las grandes ocasiones o lo que pincha contra rivales pequeños.
- FC Barcelona: Iñaki Peña, Kounde, Eric García (Pau Cubarsí, 74'), Iñigo Martínez, Balde, Marc Casadó (Pau Víctor, 80'), Pedri, Dani Olmo (Fermín, 68'), Raphinha, Lewandowski (Ferran Torres , 68') y Lamine Yamal (Gavi, 74'). Entrenador: Hansi Flick.
- Leganés: Dimitrovic, Adrià Altimira, Jorge Saenz, Sergio González, Javi Hernández, Renato Tapia (Brasanac, 44'), Yvan Neyou, Munir El-Haddadi (Maya Nastasic, 58'), Seydouba Cissé (Dani Raba, 82 Óscar Rodríguez y Miguel de la Fuente (Diego Garcia, 58'). Entrenador: Borja Jiménez.
- Goles: 0-1 Sergio González (5').
- Árbitro: Alejandro Quintero González (comité andaluz).
- Tarjetas amarillas: Cissé (74') y Javi Hernández (93').
- Tarjetas rojas: Ninguna.
- Estadio: Olímpico Lluís Companys, 39.523 espectadores.