Las palancas de Laporta congelan otras operaciones clave en el Barça
Asuntos como las obras del Espai Barça y algunos negocios comerciales han pasado a un segundo plano
BarcelonaLas palancas se han convertido en la canción del verano en Can Barça; por delante, incluso, de las habituales músicas de posibles fichajes estivales. Básicamente, porque sin el cierre de las palancas será imposible que se puedan efectuar incorporaciones en el terreno de juego. De momento, este jueves la junta directiva de Joan Laporta consiguió in extremis finalizar con beneficios el ejercicio económico 2021-2022 gracias a la venta del 10% de los derechos televisivos durante 25 años al fondo de inversión norteamericano Sixth Street, que aportará 207,5 millones de euros a la caja azulgrana y cuenta como 267,5 millones de plusvalía en el presupuesto. Vender patrimonio del club es la manera escogida por la actual junta para empezar a revertir de forma contundente la pésima herencia económica de Josep Maria Bartomeu. Y tendrá que vender más si quiere coger todavía más oxígeno y poder afrontar los fichajes que le pide la dirección técnica encabezada por Mateu Alemany en los despachos y Xavi Hernández en el banquillo con el objetivo de empezar la temporada con la capacidad de tener un equipo competitivo en las tres principales competiciones.
Las otras palancas que Laporta tiene la capacidad de activar son la venta de un 15% más de los derechos televisivos y las ventas de hasta el 49,9% de Barça Licensing & Merchandising (el merchandising del club) y Barça Studios (la productora audiovisual). Para las tres cuenta con el visto bueno de los socios. La prioridad que le está dando la junta a estas operaciones es tan grande que está deteniendo el avance otros asuntos que también tienen mucha relevancia. El más importante es el Espai Barça, que estaba previsto que anduviera gracias a las obras que tenían que empezar una vez acabada la temporada después de conseguir la licencia por tramos del Ayuntamiento de Barcelona y un segundo préstamo puente de 90 millones de euros de Goldman Sachs. Pero fuentes del club azulgrana explican al ARA que durante el mes de junio que acaba de finalizar solo se han hecho obras de replicado y seguridad. Las obras anunciadas para este verano dentro del estadio todavía no han empezado y tampoco se han hecho reuniones para hablar. La previsión era la adecuación de algunos espacios de la primera y la segunda grada, y mejoras en la infraestructura tecnológica y alrededor del estadio. Y la fecha del fin de semana del 14 de agosto, cuando volverá la competición oficial en el Camp Nou con el inicio de la Liga (a falta de saber si se disputa el Trofeo Joan Gamper el día 6 después de la renuncia del Roma), cada vez es más cercana.
Detenidas las operaciones comerciales
En los despachos del departamento comercial también se acumula trabajo. Una vez cerrado en el mes de marzo el patrocinio de Spotify, que precisamente ha entrado en vigor el 1 de julio, esta área del Barça tiene la directriz de seguir encontrando patrocinios que incrementen los ingresos de la entidad. En este sentido, el principal activo que queda libre es la manga izquierda de la camiseta de juego, que no tiene patrocinador desde que Beko renunció el verano pasado. El Barça lleva meses recibiendo por este activo ofertas de empresas relacionadas con las criptomonedas (entre las cuales Polkadot y Binance), pero la junta de Laporta sigue sin verlas con buenos ojos debido a la incertidumbre de este sector, a pesar de su atractivo económico.
Así, a la espera de una oferta encantadora más tradicional, el avance de estas negociaciones ha quedado congelado, según explican fuentes cercanas a las operaciones. También se encuentra en esta situación la voluntad por parte del Barça de que Rakuten siga vinculado a la entidad azulgrana como patrocinador global (supondría entre 3 y 5 millones de euros anuales), una vez ha finalizado la relación contractual como patrocinador principal. Mientras tanto, el jueves por la noche, Laporta, satisfecho por haber cerrado la operación con Sixth Street, celebró con los trabajadores del club una cena de final de temporada en el Velissima, un restaurante italiano con vistas al mar barcelonés.