Una 'rara avis' para el banquillo del Barça
La búsqueda del nuevo técnico se mantiene en 'standby' mientras quedan cuestiones clave por resolver antes de tomar una decisión
BarcelonaPese a que el presidente Joan Laporta no descarta que Xavi Hernández cambie de opinión al final de temporada y acceda a cumplir el último año de contrato que le queda, desde el vestuario aseguran al ARA que la decisión del técnico sigue siendo firme. Es decir, que abandonará la disciplina azulgrana cuando acabe la temporada. "Si cambia de opinión, nos lo plantearemos. No tenemos nada en contra de él. La decisión de irse ha sido suya: no ha sido ni del club ni de la dirección deportiva", dijo Deco en una entrevista en el Tot Costa de Catalunya Radio el miércoles. El director deportivo también habló "de proyecto" cuando se refirió a la renovación hasta el 2025 que se acordó con Xavi en septiembre, un concepto que el cuerpo técnico considera que no siempre se ha tenido presente, sino que su trabajo ha estado sobre todo sujeto a los resultados del presente.
El casting interno para buscarle relevo a Xavi es una de las principales carpetas a resolver antes del final de la temporada. Es una decisión que sigue en standby porque quedan incógnitas importantes por resolver. La primera, pese a que se da por sentado en los despachos nobles del club, es si el equipo se clasificará para la próxima edición de la Liga de Campeones. No es lo mismo ofrecer el cargo sabiendo que el equipo jugará la máxima competición europea de clubs que hacerlo si no se clasifica. Las buenas sensaciones de los últimos partidos han ayudado a calmar las aguas en este aspecto.
La otra gran incógnita es saber con qué músculo financiero se contará para afrontar la contratación de un nuevo técnico. Aparte de las desviaciones presupuestarias por resolver, se sigue excedido en el fair play. Xavi, en un gesto de barcelonismo, anunció públicamente que renunciará al sueldo que le correspondería el próximo curso. La delicada situación económica del Barça prácticamente obliga a vender a un jugador importante del equipo antes del 30 de junio para cuadrar el presupuesto y solucionar también el relevo en el banquillo. Resolver el pago de los 40 millones que no han llegado del fondo alemán Libero es otra patata caliente. En la parcela deportiva, si el equipo sigue avanzando en la Champions, esto también supondría ingresos para la entidad. Hay presupuestado, al menos, llegar a los cuartos de final.
Ahora bien, por mucho que la contratación del nuevo entrenador esté detenida, Laporta y Deco han hablado de varios perfiles, aunque las opciones que gustan son limitadas. El presidente tiene claro que ante la dificultad de fichar a futbolistas destacados, el relevo de Xavi debe ser un nombre que despierte expectativas. Y eso ya descarta la vía interna y más económica, que sería promocionar a Rafa Márquez, técnico del filial. "Rafa está creciendo como entrenador. Nos gusta tener a gente de calidad dentro del club, pero se está formando", dijo Deco. Laporta tampoco es demasiado partidario de esta vía.
De Zerbi y Flick, pros y contras
Uno de los nombres que más gustan al máximo dirigente azulgrana es el de Roberto De Zerbi, el flamante preparador del Brighton. Bajo la dirección del italiano, de 44 años, el conjunto inglés es el séptimo clasificado de la Premier. Lo que más convence de De Zerbi es su apuesta desinhibida por un juego de toque y ofensivo. Por ejemplo, su propuesta es la que convenció a Ansu Fati para ir cedido. Si Laporta se plantea la contratación de De Zerbi es también, en buena parte, porque Pep Guardiola le ha hablado muy bien del italiano. "Es uno de los técnicos más influyentes de los últimos 20 años", dijo a finales de la pasada temporada el de Santpedor.
El salario de De Zerbi sería un obstáculo asumible, pero el problema es su salida del Brighton. Para ficharlo tendría que abonarse una cláusula que oscila entre los 10 y los 15 millones de euros. "Queremos que se quede con nosotros el máximo tiempo posible", ha dicho esta semana a la BBC el director deportivo de la entidad inglesa, Paul Barber. El otro hándicap del italiano es que no tiene experiencia en la dirección de vestuario de clubs de primer nivel, con la gestión de egos que esto conlleva.
En cambio, este es uno de los puntos a favor de Hansi Flick. El alemán, que ha contratado recientemente los servicios de Pini Zahavi –buen amigo de Laporta–, estaría predispuesto a venir a Barcelona. La escuela alemana ya hace tiempo que seduce al presidente (también por consejo de Guardiola). Flick, que tiene el aval de los jugadores a los que ha entrenado, ganó un triplete con el Bayern, pero falló con la selección alemana, que no pasó de la fase de grupos en el Mundial de Qatar, y fue destituido. Llegaría al Barça sin tener que abonar ninguna cláusula ni traspaso.
Flick sería una rara avis para el banquillo azulgrana, dado los perfiles que lo han ocupado en las dos últimas décadas. Todos los técnicos cumplían ambos o, al menos uno, de estos requisitos: haber pasado por el club y hablar castellano (o catalán) con fluidez. Incluso Frank Rijkaard, la primera gran apuesta de Laporta, se defendía en castellano (como jugador estuvo cedido durante un breve período de tiempo en el Zaragoza, en un vestuario donde se hablaba prominentemente en castellano). De Zerbi, por su parte, puede atender a cuestiones en español, aunque prefiere responder en su italiano nativo.