Las tres grandes claves para entender la metamorfosis de Ferran Torres

BarcelonaEl once ante el PSG, el partido de mayor exigencia desde el inicio de la temporada, confirmó que el delantero centro titular es Ferran Torres. En su quinta temporada en el Barça, el atacante de Foios (País Valenciano) ha completado su metamorfosis como delantero centro, una posición en la que empezó a jugar con Pep Guardiola en el City. Toda su trayectoria, tanto en el fútbol formativo como en el salto a la élite con el Valencia, la había desarrollado mayoritariamente como jugador de banda. Así, dio el salto a Inglaterra, donde las numerosas bajas en la punta de ataque del conjunto skyblue hicieron que el técnico catalán le reubicara como punta. Una lesión lastra su continuidad en un rol de punta que si bien primero vivió con cierto recelo ahora está culminando con éxito en el Barça de Hansi Flick.

Los que trabajan día a día con Ferran consideran que es "la maduración y la evolución de un futbolista que está llegando al cenit de su carrera". El valenciano ha ganado la partida a Robert Lewandowski como titular. Termina contrato en el 2027, pero su intención –también en los peores momentos– siempre ha sido la de seguir de azulgrana. Por el momento, en el club consideran que todavía es temprano para hablar de su renovación. Mientras, Ferran vive su particular metamorfosis en una posición de nuevo: cinco goles y una asistencia en nueve partidos este curso. Es la maduración de un proceso que no siempre ha sido fácil para un futbolista que toda la vida había jugado de extremo y que, por momentos, llegó a sentirse desubicado: "¿Soy un atacante a un lado o un delantero centro?", se preguntaba.

Las exigencias del Barça de Flick

La primera de las tres grandes claves para entender el buen rendimiento del dorsal número 7 se explica por su capacidad de adaptar sus características a las exigencias de Flick. El duelo contra el PSG es el último ejemplo. Aunque el conjunto francés fue muy superior a partir de los 30 minutos, Ferran enseñó cómo sus aptitudes casan con lo que le pide el alemán. Desde el trabajo en la primera presión hasta los desmarques constantes. Todo ello abonado por el gol, el elixir indispensable de los delanteros. Si bien Lewandowski sigue siendo, a los 37 años, uno de los mejores rematadores de área de Europa, Ferran aporta una movilidad que sirve para desgastar a las defensas y sacar a los centrales de posición. También está trabajando en las descargas de espaldas a portería.

Aunque el estatus de titular se le ha ganado desde este curso, las cifras lo avalan desde el último año de Xavi, en el que se ganó el apelativo de tiburón. La pasada temporada, Ferran fue uno de los grandes artífices para que los azulgranas levantaran la Copa: fue determinante en las semifinales ante el Atlético, fue el MVP de la final ante el Madrid y sirvió tres asistencias en el triunfo en el clásico de la Liga de mayo que encarrilaría el campeonato. La continuidad en su rendimiento ha hecho que el portal especializado Transfermarkt haya elevado este mismo jueves su valoración a los 50 millones de euros, igualando el pico más alto de su carrera.

El entendimiento con Lamine Yamal y Pedri

Otro de los puntos a favor del valenciano es la buena química futbolística que tiene con Lamine Yamal, con la que tiene una relación buena y de respeto mutuo en el vestuario, y con Pedri, su mejor amigo y compañero en el Barça. Aunque sólo tiene 25 años, el hecho de que sea su quinta campaña como azulgrana y que el grueso de la plantilla esté conformado por futbolistas muy jóvenes, le convierte en uno de los veteranos, con la ascendencia que esto supone. Quienes conocen bien a Ferran lo describen en el ARA como uno de los miembros del vestuario que mejor rollo generan, aunque también sabe hasta dónde puede llegar con las bromas. También mantiene una buena relación con Flick, quien como buen alemán valora que Ferran sea una persona "que va de cara".

Sobre el terreno de juego, sus desmarques a menudo son el destino de los pases en profundidad que suelen ejecutar tanto Lamine Yamal –contra el PSG la primera ocasión se generó así, en una acción en la que Zabarnyi sacó el balón bajo palos con 0-0 en el marcador– como Pedri. De hecho, en su primero hat trick como azulgrana –en un 2-4 en el Betis con Xavi todavía en el banquillo– Lamine Yamal y el canario fueron dos de los asistentes de los tres goles del tiburón.

El trabajo físico y mental

Este apelativo, el de mentalidad de tiburón, tiene su origen en el verano del 2023, cuando Ferran volvió dispuesto a dejar atrás las malas sensaciones de las dos temporadas anteriores como azulgrana. Para salir del pozo se puso en manos de José Ángel Caperan, un profesional de la salud mental que también trabaja con Eric Garcia, otro destacado contra el PSG. Ferran cuenta también con un cocinero particular, una praxis que lleva años acompañando –de hecho, cuando jugaba en el City tenía el mismo cocinero que Guardiola, a recomendación de su extécnico–, y no escatima en el trabajo físico y de recuperación. Además, la competencia con Lewandowski es gasolina para su mentalidad competitiva.

Ferran es bastante metódico con las pautas nutricionales, físicas y de descanso interpuestas por el club. Aparte, complementa las labores del Barça con profesionales particulares. En su domicilio tiene instalada una sauna y una bañera de agua fría que le ayudan en la recuperación muscular, así como una cámara hiperbárica que ayuda a oxigenar a todos los tejidos del cuerpo, además de mejorar la circulación. Es la rutina innegociable de un tiburón hambriento.