El último tren del Barça para salvar la temporada pasa por asaltar el Bernabéu
Xavi Hernández pide jugar con “rabia y personalidad” para derrotar al Madrid, seguir luchando en la Liga y pasar página de la derrota en Europa
BarcelonaDebía ser una temporada para iniciar una nueva era, con títulos, besos en Canaletes, rúas llenas de alegría y Xavi consolidado como técnico. Pero el destino ha ido castigando al barcelonismo con la misma crueldad con la que la Inquisición torturaba a sus prisioneros. Primero, deshechas en la Copa y la Supercopa; después, la despedida en cámara lenta de Xavi, y cuando parecía volverse a la tierra prometida de Wembley, la oscura noche contra el PSG. La Semana Trágica barcelonista se cierra en el Santiago Bernabéu, en un partido (21 h/Movistar) que puede servir para chuparse las heridas o para acabar aún más al fondo del pozo. Todo lo que no sea ganar será ver cómo el Madrid camina hacia el título de Liga.
Los hombres de Ancelotti, cansados tras hacerse un harto de defender ante el Manchester City, llegan al partido con ocho puntos de ventaja y conscientes de que el empate les vale, ya que así ganarían el goal average particular, porque ganaron con dos goles de Bellingham en Montjuïc. El objetivo del Barça es doble. En primer lugar, reabrir la pelea por el título, que seguiría siendo complicado, pero ya no imposible, en caso de triunfo. Y, en segundo lugar, evitar el estropicio final. Perder sería dar la temporada por terminada, más allá de luchar con el Girona por ser segundo o tercero. Llenaría la prensa y las redes sociales de noticias y rumores sobre el futuro técnico y posibles fichajes, dejando los últimos partidos de Xavi como técnico en un segundo plano. Ganar es el último tren si quieres seguir con opciones de evitar que la temporada acabe en blanco. Hacerlo significaría dar continuidad a la buena racha en Liga, donde se ha sumado 26 de los últimos 30 puntos. Ahora, los tres últimos duelos ante el Madrid acabaron con tres golpes bajos, con derrotas a la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey del curso pasado (0-4), derrota en la ida (1-2), y goleado en la Supercopa de España (4-1).
Xavi, que llega al duelo con las bajas ya conocidas de Gavi y Balde, tendrá que ver cómo juega sus cartas para sorprender a un Madrid que, en el último enfrentamiento, situó a Vinícius atacando de por medio, y lo apartó así de un Araujo que suele defenderlo con acierto. El uruguayo, protagonista del duelo ante el PSG por la roja que vio, podría jugar de defensa central, a la espera de saber si Sergi Roberto y Andreas Christensen volverán al centro del campo en detrimento de Pedri y Frenkie de Jong. En ataque, se espera que Xavi siga confiando en Lamine Yamal y Raphinha, como últimamente, acompañando a un Lewandowski que se perdió el último partido de Liga por sanción.
Y todo, con la idea de demostrar que el Madrid puede derrotarse, aunque sea capaz de sobrevivir a partidos donde se pasa 120 minutos defendiendo, como hizo en el campo del Manchester City. “Tenemos la oportunidad de enchufarnos en la Liga. Pasa a ser el mayor partido de Liga de la temporada. Encontraremos a un rival muy fuerte físicamente, y también anímicamente. Nosotros hemos entrenado muy bien. Creo que hemos preparado perfectamente el partido. Debemos conseguir cambiar el chip para superar la eliminatoria. Sacar toda la frustración y la rabia, y jugar muy bien a fútbol”, dijo Xavi, que espera a un rival que “presionará los primeros minutos de cada parte”. “Tenemos que ser muy valientes, no perder el balón. Es el escenario perfecto para demostrar su personalidad. Creo que podemos ganar en el Bernabéu. Los primeros minutos serán claves. Debemos ser efectivos, porque el Madrid lo es. Tienen un potencial, es el Real Madrid, uno de los mejores equipos del mundo y de los últimos años”, explicó.
Xavi, que admitió haberse equivocado al ver la roja contra el PSG por protestar, quiso enviar un mensaje de unión, a pesar del cruce de declaraciones entre Gündogan y Araujo posterior a la derrota contra los franceses. "Está todo hablado y solucionado, no había mala intención de nadie", argumentó en la previa de un partido clave. Si se gana, el barcelonismo seguirá de pie. Si se pierde, la temporada se irá terminando entre caras largas y reproches.