El fútbol europeo no entiende el "circo" del pasillo al Real Madrid
El Atlético de Madrid no hará este gesto el domingo a los blancos, que tildan de "aroma de humillación"
BarcelonaHubo una época en la que hacer el pasillo al campeón era un gesto de honor para quien lo hacía y de respeto hacia el ganador. Los debates crispados y el periodismo de trinchera han tergiversado el significado del gesto hasta convertirlo en una humillación para quien lo hace cuando hay rivalidad de por medio. Este domingo, el Atlético de Madrid recibe al Real Madrid (21 h, Movistar La Liga), que además de ganar la Liga también se ha clasificado para la final de la Liga de Campeones. Los colchoneros no harán el pasillo a los blancos: "Respetamos demasiado a nuestra afición", reconoció José María Giménez sobre una tradición que se inició hace más de medio siglo en el fútbol estatal. "Felicidades y respeto para el Real Madrid, pero mucho más respeto para nuestra gente", ha dicho en la previa Diego Pablo Simeone.
"La primera vez que se hizo fue en mayo de 1970. Después de que el Atlético ganara la Liga, el Athletic Club les hizo el pasillo en un partido de Copa. En España, se ha hecho independientemente de la competición", explica el historiador Ángel Iturriaga. En la rueda de prensa previa al Real Madrid - Manchester City, preguntaron hasta tres veces a Pep Guardiola sobre si le harían el pasillo al Madrid. El de Santpedor fue claro: “Los felicitamos, pero esto es la Champions”. Además, la noche anterior, el periodista de la Cope Juanma Castaño ya insinuó a uno de sus colaboradores que lanzara la pregunta: "Si mañana quieres calentar a Guardiola, que no es mi intención, tendrías que preguntarle si el City hará el pasillo al Madrid".
En un comunicado del Atlético compartido por la agencia Efe, los colchoneros argumentan que "algunos quieren convertir un gesto que nació como reconocimiento al campeón en un peaje público que tienen que pagar los rivales, lo que lo impregna además de un aroma de humillación". Además, describen el gesto "de burla", porque "se olvidan los valores del deporte y se fomenta la crispación y el enfrentamiento entre los aficionados". Desde la Unión Internacional de Peñas del Atlético, el portavoz Eduardo Fernández apoya la decisión añadiendo que "el debate es artificial, se quiere utilizar como instrumento para despreciar al Atlético, como si fuera una exigencia".
Uno de los pasillos más recordados fue el que el Barça hizo al Madrid en el Bernabéu después de que los blancos ganaran la Liga. Además, en el que fue el antepenúltimo partido de Frank Rijkaard en el banquillo azulgrana, el Barça perdió por un doloroso 4-1. Al día siguiente, el As publicó un artículo que tituló: "Al final del pasillo... está el baño". Por otro lado, en 2018 el Madrid se coronó campeón del Mundial de Clubes. El Barça, aquella vez, se negó a repetir el gesto apelando que no disputaban la competición. Unas semanas después, el conjunto de Ernesto Valverde ganó la Liga y los blancos rehusaron hacer el pasillo.
En Europa no entienden el debate
En cambio, en Europa este debate no existe. "El debate se ha convertido en una cuestión existencial, de vida o muerte. En Inglaterra nunca se le ha dado mucho importancia y ni de lejos se ha montado un circo por una cosa tan banal", señala Ander Iturralde, director del podcast Alineación indebida. Precisamente, el Manchester City ya le hizo el pasillo en su estadio al Liverpool después de que los de Jürgen Klopp ganaran la Premier en 2020. "En Francia no se suele hacer para felicitar el campeón, pero sí para reconocer a un equipo humilde por su rendimiento en la Copa. El Niza se lo hizo al Versailles, de la cuarta división, después de eliminarlo en las semifinales. La temporada pasada, el Mónaco hizo lo mismo con el Rumilly-Vallières, de la misma categoría", recuerda Antoine Donnarieix, periodista de So foot.
"El pasillo no es una costumbre a la Serie A, pero la influencia de otras ligas ha llevado a que, en los últimos años, se haya hecho alguna vez", comenta Raffaele Riverso. "En Italia llegaron las preguntas que le hicieron a Guardiola y nadie entendía nada", añade el periodista de La Repubblica. La Bundesliga, en cambio, es más estricta. "Alemania es un país de tradiciones, pero el pasillo no es una. No perderían el tiempo con estas tonterías", explica el periodista Juanma Romero. Desde Portugal, Pedro Barata, con pasado en el Marca, menciona que, "si no hubiera vivido en España, me costaría entender estos debates: los construyen de forma que parecen una cuestión de derechos humanos. Los sé interpretar porque he trabajado dentro del periodismo español, pero es ridículo". "Si la prensa sensacionalista no hubiera tergiversado un acto de homenaje al campeón, no se habría convertido en un gesto de ridiculización", cierra Ángel Iturriaga.