"Hay gente que está loca por comprar cromos de Lamine Yamal como inversión de futuro"

BarcelonaHay varios cromos encima de la mesa. De Lamine Yamal, de Leo Messi, de Alexia Putellas. Dos personas cualesquiera intercambiando cromos, podría resumir fríamente alguien que observara la escena desde la distancia. Pero los cromos que Ferran Roig (Barcelona, 1977) ha dejado sobre la mesa son como si en una partida de póquer hubiera sacado un as tras otro. Algunos tienen un valor de miles de euros. Y los de Lamine Yamal apenas este año han empezado a incrementar su precio. El del barrio de Rocafonda de Mataró también enloquece a los coleccionistas.

"Ahora, el cromo MasterRookie de Lamine Yamal sin gradear (tasar, verificar y codificar por parte de una empresa especializada) se está pagando a 90 euros. Y el cromo 108 bis de Lamine Yamal, en el que aparece en acción con una camiseta del Barça del año pasado, se está pagando a 200", explica Ferran. "Los cromos de Lamine Yamal hace un año valían tres euros. Quien ahora los paga a 200 euros va tarde. Hay gente loca por comprar muchos cromos de Lamine Yamal a este precio como inversión de futuro porque esperan que acaben teniendo un valor de miles de euros. Actualmente, es la joya del coleccionismo y todas las empresas quieren hacer su cromo. El año pasado salieron 200 cromos diferentes de Lamine Yamal", sigue relatando. De todas formas, advierte del peligro que tiene llevar a cabo esta apuesta inversora de forma alocada: "Un cromo de Ansu Fati hace unos años llegó a pagarse a 800 euros y ahora, desgraciadamente, tiene muy poco valor".

Pero en el mundo del coleccionismo de cromos, el rey sigue siendo Leo Messi. "Yo creo que los cromos de Lamine Yamal nunca llegarán a tener el valor de los de Messi porque ahora se editan muchos más cromos. El más cotizado sigue siendo Messi. Ningún cromo posterior ha llegado a la cotización del cromo 71 bis de Messi de la colección Megacrack del 2004. Salió en una tercera edición, cuando estaban editando los últimos sobres, y dentro de una tirada pequeña. Este cromo, gradeado, durante la pandemia tuvo picos de decenas de miles de euros". Ferran lo tiene. Concretamente, tiene cuatro cromos 71 bis de Messi y considera sin dudarlo que son las mejores piezas de su colección de medio millón de cromos, archivada en un local. En el coleccionismo, el primer cromo editado de un jugador siempre es el que tendrá mayor valor. Más que el de una temporada en la que ha ganado la Champions League o el Mundial.

El camino del coleccionista

Las operaciones con este tipo de cromos de por medio son las que atraerán este fin de semana a coleccionistas venidos de toda Europa y público general en la Fira Barcelona Iberian Card Show, donde se podrán encontrar, comprar y vender cartas y cromos de fútbol, algunos de ellos firmados, pero también de otros deportes y temáticas extradeportivas como Pokemon Star Wars y Dragon Ball. Ferran Roig es el director de la feria, que celebra su primera edición en Barcelona después de pasar por Madrid. "Es una buena oportunidad para encontrar piezas algo difíciles de ver y cajas de cartas algo más caras", explica.

Ferran empezó a coleccionar cromos de pequeño y con 20 años lo pasó a hacer de forma más clandestina. "A esa edad me daba un poco de cosa explicarlo. Yo volvía de fiesta el sábado y me levantaba temprano el domingo para ir a comprar cromos al Mercat de Sant Antoni", recuerda. Ahora tiene una parada allí. "Vivo de vender cromos de fútbol. Un domingo puedo interaccionar con 500 personas y realizar unas 250 ventas, que pueden ir desde los 50 céntimos a los 100 euros". Le gusta definirse como "un coleccionista que colecciona para los demás". Busca aquellas piezas que llenan los espacios vacíos de las colecciones de sus clientes y las vende a través de EuroSoccerCards, el nombre de su parada, su web y sus cuentas de Instagram y TikTok.

Tiene clientes muy diferentes. Hay uno que solamente colecciona porteros y otro que únicamente colecciona malos jugadores que han pasado por el Barça. "Me pide, por ejemplo, cromos de Matheus Fernandes jugando en Brasil". A Ferran también le satisface ver cada vez a más niñas iniciándose en el coleccionismo. Sobre todo, buscan cromos de fútbol femenino. "No solamente ha crecido la oferta, también la demanda. Un buen cromo de Alexia o Aitana firmado con una numeración baja puede valer ahora 500 euros". Está convencido de que el mundo del coleccionismo de cromos está en un proceso de crecimiento que no tiene final y uno termina la conversación con Ferran arrepintiéndose de no saber dónde están aquellos álbumes de cromos que coleccionó de pequeño.