La paciencia a prueba de bombas del nuevo Víctor Valdés

BarcelonaEn el fútbol moderno, la paciencia es un bien escaso, especialmente en una posición tan expuesta como la portería, donde un fallo puede pesar más que decenas de aciertos. Esta constante exigencia, tanto técnica como mental, define la carrera de los porteros. Y pocos lo ejemplifican mejor que Arnau Tenas.

Formado íntegramente en La Masia, Tenas creció bajo la presión de una escuela sin concesiones y con la etiqueta de futuro relevo generacional de Víctor Valdés, el portero más galardonado de la historia del FC Barcelona.

La mirada de quien lo formó

Denis Silva, actual miembro delstaff del primer equipo del Chelsea, le entrenó durante tres temporadas en La Masia (Infantil A, Juvenil B y Juvenil A) y recuerda a un portero con una personalidad muy marcada desde muy joven. "Era un jugador líder, con mucho carácter. En juveniles era uno de los capitanes", explica. Un liderazgo que no se limitaba a llevar el brazalete, sino que se manifestaba en su forma de ordenar el equipo desde atrás y de asumir responsabilidades en contextos de presión.

"Tenía una salida de balón que pocos porteros han tenido en el Barça", subraya su exentrenador. Su capacidad para jugar en corto, encontrar al hombre libre e interpretar el juego en largo encajaba a la perfección con el modelo de juego azulgrana. "Veía muy bien el fútbol, ​​entendía el estilo desde pequeño".

Todo ello toma aún más valor si se tiene en cuenta su perfil físico. "No era un portero de una altura imponente, pero ha llegado a donde ha llegado porque no sólo era muy bueno bajo la portería, sino excepcional con los pies", añade Silva.

Arnau fue campeón de Europa sub-19 en 2019 y oro olímpico en París 2024, donde fue una pieza clave con una media de 2,8 paradas por partido y una actuación memorable en la final contra Francia, con ocho paros y una asistencia incluida para sellar el título.

Habitual en las categorías inferiores del combinado estatal, incluso llegó a formar parte de una convocatoria de la selección absoluta en 2022, aunque todavía sin debutar. Un año después, en el 2023, disputó la final del Europeo sub-21, perdida por la mínima ante Inglaterra (1-0). Pese a la derrota, sólo tres goles encajados en todo el campeonato confirmaron su talento.

El límite invisible

Con todo, Denis Silva también señala lo que, a su juicio, ha sido el gran condicionante de su carrera: "Es talentoso, buen paradero, muy profesional y con una gran comprensión del juego, sobre todo para entrenadores que quieren salir desde atrás", explica. Pero añade un matiz clave: "En el juego aéreo, en los saques de esquina, sufrirá. Siempre falta algo, y en su caso es ese palmo de altura".

Sin opciones reales de asentarse en el primer equipo del Barça, Tenas optó por buscar un cambio de escenario. El verano de 2023 fichó por el París Saint-Germain como agente libre, con el objetivo de ganar minutos en uno de los grandes de Europa.

La realidad, sin embargo, fue diferente. En París, la portería ya tenía dueño. Donnarumma era intocable y Tenas quedó relegado a un papel secundario. En dos temporadas, apenas disputó ocho partidos.

Una nueva oportunidad en Vila-real

Con la necesidad de competir, el guardameta de Osona encontró una salida a Villarreal. En la Cerámica le esperaban Luiz Júnior y Diego Conde, en una portería sin jerarquías claras. De entrada, la titularidad fue para Luiz Júnior, pero su irregularidad y, especialmente, un error grave ante la Juventus abrieron un resquicio.

La oportunidad para Arnau Tenas llegó al Sánchez Pizjuán, donde el Villarreal salió victorioso (1-2). Parecía el inicio de un posible cambio de dinámica. Sin embargo, la continuidad no llegó de forma inmediata. En la jornada siguiente, Marcelino volvió a apostar por Luiz Júnior, que respondió con una portería a cero ante el Athletic Club. Sin embargo, en las tres jornadas posteriores, la titularidad fue para Tenas. Un tramo complicado, en el que el equipo encajó siete goles. El resultado fue un nuevo giro de guión: Luiz Júnior recuperó el puesto bajo palos.

Una situación que, según Denis Silva, no sorprende. "Este palmo de altura le ha faltado para acabar de dar el salto definitivo, ya fuera al Barça, al PSG o ahora al Villarreal. Siempre falta algo, y en su caso es eso. Yo pensaba que iba a jugar más".