BarcelonaLa candidatura de Joan Soteras se proclamó ganadora el 13 de febrero de 2023 en la repetición de las elecciones a la Federación Catalana de Fútbol (FCF) por delante de las candidaturas de Juanjo Isern y Pep Palacios. Unas semanas después varios presidentes de clubs presentaron denuncias por fraude que están en manos del juzgado de instrucción número 2 de Sabadell. Así, el proceso electoral de nuevo quedó bajo sospecha. El levantamiento del sumario –al que ha tenido acceso el ARA– de la investigación del Área Central de Anticorrupción de los Mossos d'Esquadra ha desvelado una presunta trama orquestada desde la propia FCF para garantizar la victoria de Soteras en las urnas.
La primera actuación pública de los Mossos fue el 5 de marzo del 2024, cuando registraron la FCF para buscar pruebas. Esa mañana también acudieron a varios domicilios de trabajadores del ente para requisarles teléfonos móviles, ordenadores y otros aparatos electrónicos. Se realizaron las primeras intervenciones en los domicilios del presidente Soteras y de José Miguel Calle (director general). También tuvieron que atender el requerimiento Álvaro Montoliu (comunicación y asesor de Soteras),Alejandro Guerrero (secretario de la liga catalana de fútbol sala), Alberto Prieto (jefe del gabinete de presidencia), Jesús Manchado padre(jefe de compras), Jesús Manchado hijo(jefe de recursos humanos), Sergi Garrido(jefe de administración y asesoría jurídica) y Víctor Güell (delegación de Girona). Todos ellos están investigados como presuntos autores de los delitos de falsedad en documentos privados y públicos y de administración desleal.
El testimonio del secretario de la FCF
La investigación de los Mossos cuenta con el testimonio de Oriol Camacho, secretario de la FCF, que formó parte del equipo de trabajo de Soteras y que, cuando se destapó el escándalo, denunció que había habido partidismo en la composición de la junta electoral. De entrada, dijo, no se había realizado ningún sorteo puro para constituirla. En la misma declaración, a la que ha tenido acceso este diario, Camacho explicó que las mesas electorales siempre han sido constituidas por profesionales con conocimiento de la normativa, pero que en los comicios del 13 de febrero de 2023, Calle decidió sustituirlos "por personas de su más absoluta confianza, en particular, por Alejandro Guerrero, Sergi Garrido y Alberto Prieto".
Además, dijo a los Mossos que Calle, el director general, habría pedido crear varias direcciones de correo electrónico nuevas y específicas para las elecciones para poder borrarlas cuando terminaran las votaciones y que no dejaran rastro del presunto fraude. Camacho también denunció que "ante cualquier incidencia [durante la evolución de la jornada electoral] era el Sr. Calle quien decidía si el voto era o no válido y no la junta electoral".
Denuncias de falsificación de actas
Por otra parte, algunos presidentes declararon que se habían sorprendido de ver el acta notarial de la composición de la junta directiva de su club –necesaria para votar– con su propia firma falsificada y decidieron ir a comisaría a contarlo. Esta práctica, según fuentes consultadas, consistía en una forma de presión para que votaran a Soteras porque el acta falsificada a veces venía acompañada del voto con el nombre del actual presidente de la FCF y también provocaba que se pudieran dar casos de personas que votaran sin ser ni presidentes ni secretarios de clubs, los únicos que podían hacerlo por normativa.
Con relación a ello, la presidenta del Arbeca, María Santiago, consideró como sospechosos los siguientes hechos en su declaración ante los Mossos: "[El día de la votación] en el interior de las oficinas de la delegación de la FCF en Lleida, lugar en el que se encontraba la mesa electoral, fue recibida por el Sr. Josep Maria Espasa, actual vicepresidente del fútbol territorial y delegado en Lleida, quien le manifestó que debía votar con la documentación que él disponía en su mano debido a que 'con el acta notarial que llevas tendrás problemas para votar, coge esta que es la buena'".
El notario de Sabadell
Unos días después, ante la falta de respuesta de la FCF por las actas notariales falsificadas, la presidenta del Club Elisabeth Salou, Ángeles Miquel Alonso, acudió a Sabadell para citarse con José Antonio Simón, el notario que había validado las actas. Él, según declaró Ángeles Miquel Alonso, le reconoció que había realizado más de 400 actas como la suya, pero que jurídicamente estaba tranquilo porque su trabajo consistía en elevar a públicos una serie de documentos y no en validar la autenticidad de las firmas de los documentos.
En total, declararon ante los Mossos 22 personas entre testigos y perjudicados –entre ellos presidentes y secretarios de clubs–. "La mayoría de ellos manifestaron que la firma que constaba en los certificados de composición de la junta directiva anexos a los documentos notariales elevados a públicos en la notaría Simón-Navarro CB de Sabadell era falsa", según explica el juzgado de instrucción número 2 de Sabadell en un auto incorporado en el sumario. Además, algunos de estos testigos también se quejaron de que "habían recibido presiones por parte de miembros de la candidatura de Soteras, diciéndoles que tendrían retrasos en el cobro de las subvenciones o que les asignarían peores horarios de partidos" en caso de no seguir las directrices del equipo del actual presidente de la FCF.