PRIMERA DIVISIÓN

Crear un grupo de WhatsApp para aprender catalán en el Girona

Donny van de Beek, uno de los fichajes estrella de los gerundenses, da pasos adelante en su integración en Catalunya

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Van de Beek, con la equipación de la bandera del Girona con la que debutará en la Liga

GIRONACuando era pequeño, en verano, Donny van de Beek acompañaba a su familia al paraíso de la Costa Brava, donde pasaban juntos las vacaciones. Entonces era un turista más. "Sí, lo recuerdo. Debía tener unos nueve o diez años y nos alojábamos en un camping de Platja d'Aro. Nos estábamos allí unos días, es un lugar muy bonito que conozco bien. Nos movíamos mucho por la zona, que es preciosa ". Miles de neerlandeses aterrizan cada año en las comarcas gerundenses, un destino seguro por el clima, la restauración y la oferta de ocio. Pero eso ya no sólo lo hacen los turistas. Ahora los futbolistas también se instalan en Gerona. Es el caso del mediapunta y ex del Manchester United, que se suma a Daley Blind y Gabriel Misehouy. Un Gerona made in Ajax.

Van de Beek es el fichaje más mediático de los de Míchel, que comienzan el campeonato este jueves visitando al Betis en el Benito Villamarín (21.30 horas, DAZN). La pretemporada no dejó buenas sensaciones, y el técnico madrileño reconoció su "preocupación" por la falta de entrenamientos de calidad, debido a la baja de piezas importantes, las competiciones de selecciones, las diferentes lesiones sufridas y la lentitud con la cual avanza un mercado de fichajes en el que la dirección deportiva del Girona aún debe cerrar varios refuerzos. "Reconozco que no sé qué hacer y la Liga comienza ya", decía Míchel hace unos días. Pero ahora parece que ya está claro.

Los rojiblancos están a punto de hacer oficial el sustituto de Artem Dovbyk: Bojan Miovski, un macedonio de 25 años que juega en la liga escocesa. Pero creen los dedos para recuperar deportivamente a Van de Beek, un jugador que prometía muchísimo durante su etapa al campeón holandés y que paralizó al Santiago Bernabéu haciendo pareja con Frenkie de Jong en el 2019. Como es sabido, este último fue al Barça; pero quien nos ocupa acabó en la Premier League con un traspaso de unos 40 millones de euros. Había que comer el mundo, pero, sin saberlo, era el paso previo a caer en un pozo, entre lesiones, bajo rendimiento y cesiones. Un pozo del que espera salir a Gerona.

"Queremos que sea él, el mismo que deslumbró a Europa", admitió Delfí Geli durante su presentación, día en el que también le dedicó unas palabras Quique Cárcel. "Dentro de un ambiente de vestuario tan bueno y un entrenador que sabe cómo exprimir el jugo, estar aquí le puede ir bien". Su traspaso no es arriesgado: la entidad catalana ha pagado medio millón de euros con unas variables fáciles de cumplir que subirían la cifra a unos cinco millones. El contrato, pactado hasta el 2028, incluye también otros condicionantes que elevarían la cantidad total a los quince millones, pero eso significaría que la respuesta del futbolista dentro del terreno de juego ha sido muy positiva y compensaría la inversión. "Aquí se practica un buen fútbol y estoy seguro de que encajaré", aseguraba Van de Beek.

Picazón de ojo en Cataluña

Por su integración, el neerlandés cree que el aprendizaje del idioma es fundamental para sentirse a gusto en Girona y poder lucir su mejor versión. Es por este motivo que, durante una pretemporada en la que ha tenido cierta continuidad e incluso ha podido marcar un gol, en la única victoria de los siete amistosos jugados, ha sorprendido ver cómo utilizaba el catalán para expresarse en las redes sociales. Un guiño que ha encantado al entorno gerundense. "Le intentaré aprender, sí. Porque es relevante para la historia del club y la ciudad. Y me irá bien para comunicarme con la gente. Será complicado, pero lo intentaré".

Fue el propio futbolista quien se dirigió al departamento de comunicación del club para pedir asesoramiento. Para facilitar las cosas, ha creado un grupo de WhatsApp con personas de su círculo profesional y de la entidad, donde consensúan los mensajes que Van de Beek quiere transmitir. El jugador traslada la idea en inglés y lo traducen conjuntamente en catalán, para que poco a poco vaya adquiriendo los conceptos. La intensidad no es tan elevada como la implicación de Míchel en su momento, cuando se dirigía a todas partes con el traductor del teléfono abierto para descifrar cada palabra y pedía a la prensa que le hablara en catalán para poder aprenderlo más rápido pero es un gesto –y un inicio– que en Montilivi se valora.

Un estadio que podría hacer coincidir en sus gradas dos mitos del fútbol neerlandés: Danny Blind, el padre de Daley, y Dennis Bergkamp, ​​el suegro de Van de Beek, que siempre ha tenido pánico en los aviones. "En cada contrato con el Arsenal, me sacaban 100.000 euros de cada millón porque no volaba. Pero yo aceptaba", reconoció en su autobiografía. Tendrá que venir a Montilivi por carretera, pues.

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