Felicidad máxima del Girona, que vuelve a ganar 150 días después
Vanat, Arnau y un ejercicio de resistencia descomunal permiten dormir fuera del descenso y que Míchel respire
GeronaHubo una época en la que ganaba tanto que casi dejó de darle valor. Pero ahora lo necesitaba como el aire que respira. Sólo el Girona sabe lo mal que lo ha pasado durante los 150 días que ha durado la penitencia. Éste ha sido el tiempo que ha acumulado sin ganar y que ha ido dando vueltas en la cama intentando encontrar los motivos que le han hecho cambiar tanto. Pero, al menos, esta noche, dormirá en paz. Los gerundenses han sumado su primera victoria del curso ante el Valencia (2-1) y salen momentáneamente del descenso.
Se la jugaba Míchel el día en que se ha convertido en el tercer entrenador con más partidos de la historia del Girona, 189, empatado con un Pablo Machín que miraba todo desde el palco. Uno y otro, dos símbolos de la entidad, estaban a pocos metros de distancia, sufriendo por un club al que han defendido con todo lo que tenían. El de Vallecas, que encadena tres jornadas sin perder, tendrá lo que quería: tiempo.
A diferencia de otros días, los gerundenses han encontrado el camino del gol en los momentos más importantes. Sin demasiados miramientos, Vanat ha cazado un balón muerto en la frontal del área y lo ha ordenado a la escuadra. A veces es tan fácil como esto: tener un delantero que marque goles. Con el ucraniano, que ya vio portería en Vigo, el Girona lo tiene ya. Aunque le faltan demasiadas cosas y el camino de la permanencia será largo. Cuando el Valencia se despertó, inmediatamente después del 1-1, Arnau remató una jugada de estrategia y alejó fantasmas.
Momentos de alarma
Los mismos que han sobrevolado durante tantos meses sin ganar y han alterado por completo la serenidad emocional. En Montilivi nunca se está tranquilo; tampoco hoy, sobre todo cuando las apariencias hicieron creer que el partido estaba bajo control. Los de Míchel, con un montón de ejemplos en los hombros, nunca pueden pensarlo; pero cuando el rival ha llamado a la puerta, se ha descolocado. Gazzaniga ha empezado a escupir ocasiones y ha resistido hasta en tres ocasiones el empate provisional con la ayuda de la madera. Hasta que Diego López le ha pillado y el estadio se ha visto completamente desolado.
Ya volvíamos a estar. Pero la sorprendente aparición de Arnau, un milagro en medio del camino tan duro que atraviesa la entidad, ha detenido el golpe. Luego sí: todo el mundo subido al larguero, sacando agua como fuera. Con diez jugadores durante veinte minutos por la expulsión de Iván Martín. Con más manos de Gazzaniga. Con un pie y una cabeza providencial de Vitor Reis. Con Portu esprintando como un animal cada vez que podía. Con un tiempo de descuento de diez minutos. Con un árbitro que ha puesto de los nervios, que ha expulsado también a Francés por protestar una decisión desde el banquillo. Con Míchel mordiéndose las uñas. Y con el Girona feliz, por fin, con el pitido final.
- Gerona: Gazzaniga, Arnau, Francés (Hugo Rincón, 23'), Vitor Reyes, Blind, Álex Moreno, Witsel, Iván Martín, Asprilla (Bryan Gil, 84'), Portu (Lass, 84') y Vanat (Stuani, 68'). Entrenador: Míchel Sánchez.
- Valencia: Agirrezabala, Thierry (Ramazani, 73'), Tárrega, Diakhaby (Copete, 6'), Vázquez, Santamaria (Javi Guerra, 46'), Pepelu, Rioja, Diego López (Raba, 84'), Beltrán (Hugo Duro, 73'). Entrenador: Carlos Corberán.
- Goles: 1-0 Vanat (18'), 1-1 Diego López (58') y 2-1 Arnau (63').
- Árbitro: Isidro Díaz de Mera (Comité Castellano-Manchego).
- Tarjetas amarillas: Vitor Reis (45+1'), Rioja (55'), Portu (84') y Arnau (90+6').
- Tarjetas rojas: Iván Martín (57' y 80') y Francés (90+6').
- Estadio: Montilivi, 10.867 espectadores.