"A veces me tocan los cojones": Míchel explota con la portería del Girona

GeronaPronto hará un año que Pau López, enfadado por la falta de minutos, se marchó del Girona. El caso del guardameta gerundense fue atípico, porque hizo las maletas dos veces en 23 días. Parecía difícil superar ese lío, pero el Girona lo ha conseguido con la gestión en la portería de este año: Dominik Livakovic, que también está harto de no tener oportunidades, abandonará el club cuando se abra la ventana del mercado de invierno, a principios de enero.

Paulo Gazzaniga les habrá sobrevivido a ambos. Indiscutible para Míchel, se estrenó como titular una tarde de octubre del 2022 y de ahí no se ha movido. El técnico de Vallecas le pidió a raíz del ascenso a Primera de ese verano, porque le había dado confianza en la etapa que compartieron juntos en el Rayo Vallecano. Pero la temporada la comenzó Juan Carlos, uno de los héroes de la escalada hacia la élite. Hasta que una serie de errores le condenaron a la suplencia. Es algo común, este cambio: pasa en Primera y pasa en Quarta Catalana.

Aunque ya no en Montilivi, que ha visto la consolidación de Gazzaniga bajo los palos de la portería rojiblanca. El argentino, a lo largo de este tiempo, ha realizado actuaciones memorables y ha demostrado sobradamente su compromiso con el proyecto. Éste no es un detalle menor, porque hoy en día precisamente lo que no le sobra al Girona es compromiso. Pero últimamente ha tenido errores groseros, como el domingo en Elche, donde se tragó un par de goles. El mal nivel, de la defensa en particular y del colectivo en general, no le ayuda, y el Girona es el equipo más goleado de Primera. Pero sí le ayuda Míchel, que intenta maniobrar con mano izquierda un tema muy delicado, porque Gazzaniga es uno de los pesos pesados ​​del vestuario.

El entorno, con menos paciencia que nunca debido a la crisis de resultados de un equipo que lleva catorce jornadas en descenso y que este viernes se enfrenta a la Real Sociedad a domicilio (21 horas, DAZN), pide a gritos un cambio en la portería, pero el técnico se mantiene firme en sus convicciones: No hay opción de que juegue Livakovic, un suplente de lujo que llegó en verano como cedido y que no ha jugado ni en la Copa del Rey. Y no jugará porque si lo hace no podrá irse en invierno, que es su propósito, para tomar continuidad para el próximo Mundial, donde es titular con Croacia. Míchel no puede elegir.

El Girona fichará en invierno

Una norma de la UEFA dice que un jugador no puede jugar en tres equipos distintos en una misma temporada y Livakovic ya tuvo minutos con el Fenerbahce antes de aterrizar en Montilivi. En este tema, dos y dos son cuatro. La gravedad es extrema, teniendo en cuenta que el Girona tiene a los demás porteros, Krapyvtsov y Juan Carlos, en la enfermería. Es decir, que si le ocurre algo a Gazzaniga hay que mirar hacia abajo. De hecho, en los últimos partidos ya ha ido convocado Andreev, que no es titular ni en el filial.

Al preguntarle por el caso, Míchel ha dicho: "No me gusta hablar de cosas privadas, pero a veces me tocan los cojones. Livakovic se ha negado a jugar. Él necesita hacerlo por el Mundial, no por el Girona. En septiembre me dijo que no jugaría y no lo puedo contar. y los tres me ha dicho que quiere irse del Girona".

La bomba de relojería empezó a asomarse cuando el agente de Livakovic, Andy Bara, incendió el ambiente insinuante que le garantizaron la titularidad. "Fueron los del Girona los que le llamaron, hicieron de todo para ficharle, renunció a grandes ingresos y ahora le tienen en el banquillo. El guardameta [Gazzaniga] encaja cuatro goles y el entrenador no le cambia". Esto, el director deportivo, Quique Cárcel, lo negó: "Nunca he prometido nada a ningún jugador, no es cierto".

A Cárcel le tocará fichar a un portero (entre otras necesidades) en el mercado de invierno. Livakovic se irá sin haber jugado ni un segundo con el Girona. Como Pau López, con la diferencia de que el ahora portero del Betis jugó un partido de Liga, uno de Copa y uno de Champions. Los perdió los tres.