Entre el paraíso y el prestigio: la lucha por ser el segundo equipo de Cataluña

GIRONAEl segundo equipo de Cataluña. Este concepto, dicho por primera vez en el 2017, es el origen de la nueva rivalidad del fútbol catalán, que se reanuda este sábado en Montilivi (18.30 horas, Movistar LaLiga) después de una temporada de ausencia. Girona y Espanyol, Espanyol y Girona, defienden, cada uno con sus argumentos, que tienen todo el derecho del mundo a ser considerados los mejores después del Barça. Los gerundenses, porque viven instalados en el paraíso, superada cualquier lógica inimaginable; los blanquiazules, porque el prestigio que les da la historia siempre les irá a favor. El Girona está disputando la quinta temporada en Primera; el Espanyol, la 88a.

La tensión externa que existe ahora antes no existía. De hecho, el Espanyol ayudó al Girona con cesiones a bajo precio cuando los gerundenses estaban en Segunda, hace bastantes años. Y ambas directivas, en todo momento, han mantenido una buena relación. La primera polvareda se levantó con las famosas intervenciones de Ferran Soriano, Pere Guardiola y Jaume Roures, que hicieron público su deseo de que el Girona se convirtiera en el segundo equipo de Catalunya cuando apenas era un recién llegado a la élite. El entorno del Barça también metía cucharada, porque el Girona les caía simpático. Hasta que los ganó, el pasado año. Aquellas palabras no cayeron bien en el Espanyol. Hacía tres meses que el conjunto rojiblanco había subido a Primera y los blanquiazules se habían quedado a un paso de jugar competiciones europeas. el Girona acabó en la mesa por encima del Espanyol. en Segunda, que coincidió con el momento más álgido del Espanyol de los últimos tiempos, con la clasificación para la Europa League. Los primeros lloraban, los segundos sonreían, ambos que los sentimientos mutarían muy pronto. proyecto gerundense se consolidaba a pesar de la pérdida de categoría, los del RCDE Stadium navegaban entre críticas a la gestión y una desconfianza hacia Chen Yasheng, un propietario que vive a la distancia y al que se le reprocha haber dejado sin rumbo a una entidad centenaria que ha vivido muchos capítulos de un esplendor que actualmente se ha trasladado al noreste de Catalunya.

Fueron cuatro cursos, del 2018-19 al 2021-22, en los que el Espanyol, que ha sufrido dos descensos muy recientes, fue mejor que el Girona. Como toda la vida, vaya. Coincidiendo con la llegada de Míchel y la vuelta a la élite, el escenario volvió a cambiar, y ahora es el Girona quien acumula dos temporadas estando por encima del Espanyol. El curso pasado se vivió algo insólito, como es una Primera División con Barça y Girona como representantes catalanes, cuando la tendencia siempre ha sido que fueran Barça y Espanyol. Los rojiblancos aprovecharon el escaparate de maravilla y lucharon por el título durante muchos meses de la competición.

Actualmente, Montilivi vive una temporada especial por su primera participación en la Liga de Campeones. Algo que su rival no sabe qué es, porque nunca le ha jugado. También llega a ese partido en mejor posición en la tabla: es décimo con 18 puntos, mientras que los de Manolo González están en zona de descenso con 10 puntos, pero con un partido pendiente. El Espanyol llega con el orgullo herido y sin la presión de ser favorito, una responsabilidad que hoy es gerundense.

Luchas, goles y rencillas

El balance es favorable para el Girona, con cinco victorias, un empate y dos derrotas, la última en el 2018. Las aventuras de los duelos entre ambos equipos, con paréntesis incluido en la época de la cóvid-19 en Segunda, explican luchas igualadas, partidos con goles, expulsiones y rencillas, en el terreno de juego y en la grada. También cambios de camiseta. Imposible olvidar los enganches entre David López y Cristhian Stuani, ahora compañeros. El uruguayo, símbolo de unos y motivo de odio de otros, es uno de los nombres propios de estos partidos. Si nadie le quiere más que la afición de Montilivi, nadie le recibe más con las garras que el público del RCDE Stadium, donde pasó tres temporadas antes de vincularse para siempre al Girona.

A Montilivi ha llegado este verano otro ex: Pau López. Completan la nómina Yangel Herrera y Oriol Romeu, que creció en la cantera perica. El Espanyol dispone de los gerundenses Jofre Carreras y Joan Puig; también de Pol Lozano, Brian Oliván y Almansa. Y tiene a Pere Milla, un delantero de mal recuerdo en Montilivi, ya que fue el autor del gol del Elche en una final de play-off convertida en una tortura. ¿Quién será el segundo equipo de Catalunya, esta vez?