La historia del mejor Dembélé: dos operaciones, una reconciliación y compromiso
El futbolista francés, que acaba contrato en 2022, ha encontrado la regularidad que tanto se le había pedido desde su llegada a Barcelona
Los lectores de la prensa deportiva francesa se han despertado este lunes leyendo elogios a Ousmane Dembélé. "Este es el Dembélé que queremos", se plasmaba en las páginas de Le Parisien, mientras que L'Équipe también reservaba un espacio en la cabecera de su portada para el extremo. El futbolista, que fue el autor del primer gol del triunfo de Francia contra el Kazajistán el domingo, pasa por su mejor momento, tanto con su país –desde noviembre del 2018 no había sido convocado– como con la camiseta del Barça. Han hecho falta más de tres temporadas para ver una versión regular, madura, alentadora y decisiva de Dembélé desde su llegada a Barcelona.
Detrás de su mejora hay una historia basada en un compromiso mayor del jugador, una reconciliación con Ronald Koeman y un trabajo de preparación física, tanto colectivo como individualizado, necesario en un futbolista que ha sido intervenido en dos ocasiones –primero en la pierna izquierda (2017) y, después, en la derecha (2020)– por roturas en el bíceps femoral. En las dos ocasiones se puso, bajo la supervisión de los servicios médicos del Barça, en manos de los cirujanos Sakari Orava y Lasse Lempainen en el Mehiläinen NEO Sports Hospital de Turku, en Finlandia. La recuperación derivada de las dos operaciones vetó la continuidad del futbolista y lo tuvo apartado durante meses, y esto sumado a otros contratiempos físicos y actitudes poco profesionales que habían lastrado su regularidad.
"Su constitución física evidenciaba una rigidez en esta zona muscular", relata al ARA uno de los especialistas médicos consultados, conocedor de las características físicas del futbolista francés. Dembélé, que siempre ha basado buena parte de su juego en arranques explosivos, no era lo suficientemente consciente o aplicado "en el trabajo de flexibilidad que hay que hacer cuando tienes esta condición física". Del mismo modo, este especialista explica que con las dos intervenciones de sutura mediante la cirugía, el extremo no tendría, en principio, que sufrir más problemas en esta zona. Un hecho que bebe directamente del trabajo de preparación física, nutrición y descanso que dependen directamente del futbolista, ayudado por un preparador físico y un cocinero de su confianza. "Estamos todos aplicados en el trabajo de Ousmane. Desde el personal médico hasta los fisioterapeutas, readaptadores y preparadores físicos. Y, por parte del jugador, su compromiso es muy grande", aseguran a este diario desde el equipo técnico azulgrana.
Desde la llegada de Ronald Koeman ha cambiado la metodología de trabajo de los entrenamientos respecto a los cursos anteriores y el equipo, además de contar con una media de edad más baja por la presencia de futbolistas más jóvenes, también ha mejorado en los parámetros físicos, según recogen los datos que maneja el área técnica. De hecho, en una entrevista publicada la semana pasada en el medio francés Téléfoot, Dembélé admitía que "desde el 2017 estaba muy débil físicamente" y que su situación esta temporada es otra. "Este año va mejor, he mejorado mucho, con los preparadores físicos, la manera de entrenar y de preparar los partidos, todo ha cambiado”, relataba.
La relación entre Koeman y Dembélé, actualmente titular indiscutible, no empezó de la mejor manera cuando el técnico aterrizó en el Barça. El neerlandés, que no se cansaba de repetir fríamente en sus primeras comparecencias que el extremo tenía que "mejorar" debido al historial que arrastraba, quería fichar a Memphis Depay y sabía que, con la tesorería y el límite salarial agotados, una de las pocas opciones que tenía pasaba por un cambio de aires del francés. A pesar de los cantos de sirena del Manchester United, Dembélé decidió quedarse en el Barça, convencido de que podía revertir su situación. "Es un futbolista que puede jugar en cualquier posición ofensiva y Koeman ha sabido tocar la tecla correcta y sacar a la luz su potencial", explica al ARA uno de los artífices de su fichaje. "Ha evolucionado en todos los aspectos y no ha tenido recaídas. No tuvo suerte cuando empezó en el Barça, con dos lesiones muy graves y muchas críticas, algunas desmesuradas. Con el tiempo, se ha visto que ha sabido tener una gran personalidad y ser profesional para cambiar su situación", añade la misma fuente.
El rol motivador de Griezmann
En este sentido, uno de los pilares en el vestuario en el camino hacia la madurez de Dembélé, que solo tiene 23 años, ha sido su compatriota y buen amigo Griezmann. "Antoine lo valora mucho, tanto por su vertiente futbolística como por su personalidad. Se ha alegrado mucho de su regreso a la selección. Además, Antoine es muy positivo y cuando las cosas no le iban bien a Ousmane él lo animaba y lo empujaba a mejorar", explican desde el entorno del excolchonero.
Dembélé por fin ha encontrado su lugar en Barcelona y su futuro a corto plazo –su contrato expira en junio del 2022– es uno de los temas que está encima de la mesa de la nueva área deportiva del club, encabezada por Mateu Alemany. Joan Laporta, durante la campaña electoral, ya soltó públicamente algunas muestras de aprecio hacia el futbolista, considerando que se puede convertir en un jugador "especial". También hay que tener en cuenta que el Barça recuperará, de cara al curso próximo, a Ansu Fati.