Pedro Sánchez sobre Rubiales: "No se puede representar a España con actitudes y discursos que nos abochornan"

BarcelonaEl Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) aceptó a trámite este viernes las denuncias a Luis Rubiales que el Consejo Superior de Deportes (CSD) elevó el viernes anterior después de que el presidente de la RFEF -desde el sábado pasado, inhabilitado temporalmente por la FIFA- pronunciara un discurso esperpéntico en la asamblea extraordinaria de la Federación Española de Fútbol en la que no dimitió y dijo que Jennifer Hermoso, la víctima de su beso no consentido, estaba mintiendo. Pero el TAD considera las dos presuntas infracciones de Rubiales “por actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos” como "graves" -y, por lo tanto, no ve un "abuso de autoridad"- y no como "muy graves" como pedía el CSD. Esto comporta que ahora el gobierno español no pueda pedir la inhabilitación temporal de Rubiales y que la máxima sanción que pueda caerle sea de dos años de inhabilitación -y, la mínima, de un mes-. En caso de haber sido consideradas como infracciones "muy graves", la sanción podría haber sido de dos a quince años.

La reacción por parte del gobierno español no se hizo esperar. Hacía poco más de una hora que se había hecho pública la decisión del TAD cuando el ministro de deportes, Miquel Iceta, apareció en rueda de prensa desde la delegación del gobierno en Catalunya. "Nuestra voluntad era pedir la suspensión temporal de Rubiales una vez tramitada la denuncia por parte del TAD como muy grave, pero no podrá ser así porque la consideró como grave", lamentó Iceta.

De todos modos, el ministro de deportes informó que "en aplicación del artículo 102 de la Ley del Deporte, el CSD pedirá con inmediatez al TAD que le suspenda Rubiales temporalmente por su propia voluntad" mientras lleva a término el procedimiento sancionador que se inició ayer. Además, dijo que "el criterio del CSD y el gobierno sigue siendo considerar que los hechos son muy graves porque ha habido un abuso de autoridad y un perjuicio para la imagen de nuestro fútbol" y añadió que "el presidente del CSD ha pedido a sus servicios jurídicos la adopción de otras medidas", como estudiar la posibilidad de recurrir a la vía contencioso-administrativa la decisión que el TAD adoptó este viernes.

"Se acabó. Lo ha dicho el CSD, el gobierno, las jugadoras, la FIFA, la opinión pública nacional e internacional, y las federaciones territoriales. En palabras de Aitana Bonmatí -refiriéndose al discurso que la futbolista del Barça y la selección española hizo en la gala de la UEFA tras recibir el premio a la mejor jugadora-, como sociedad no podemos permitir que haya un abuso de poder en las relaciones laborales y faltas de respeto", sentenció Iceta.

Pedro Sánchez, contundente con Rubiales

El presidente del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, también se ha referido al tema este sábado en un acto del PSOE en Málaga. "Uno no puede aspirar a representar a España y dejar mal a España con actitudes y discursos que nos avergüenzan y no nos representan", ha sentenciado Sánchez. "La marca España es la reacción ejemplar de las jugadoras de la selección española y la reacción espectacular de la sociedad española, que ha dicho conjuntamente con ellas que 'se acabó'. I este 'se acabó es con todas las consecuencias, también para los dirigentes que se han visto involucrados en estos hechos lamentables", ha añadido.

La respuesta de Rubiales

Una vez finalizó la comparecencia de Iceta de este viernes, el propio Rubiales emitió un comunicado en el que dijo que "sigue confiando en los órganos donde se debe dirimir esta actuación, pese a que la presión política y de determinados medios es tan interesada como brutal y que la información sobre este asunto está siendo objeto de multitud de manipulaciones, mentiras y censuras”. Y añadió: "Seguiré defendiéndome para demostrar la verdad. En nombre del feminismo no hay que tratar de hundir a un hombre -ni a una mujer- sin un juicio justo. La igualdad va de derechos idénticos para todos. La justicia se aplica sobre las personas sin que el género deba marcar previamente el resultado". Además, siguió insistiendo en que su beso a Jennifer Hermoso "fue un acto mutuo y consentido" y que aportará pruebas.

El TAD, más lento que la FIFA

El movimiento del TAD, que ahora deberá decidir si acepta o no la petición del CSD, llegó casi una semana después de que la FIFA, que previamente había abierto un expediente disciplinario al mandatario, suspendiera temporalmente durante tres meses a Rubiales de cualquier actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional. Esta lentitud a la hora de mover ficha por parte del CSD y el TAD en comparación con la del máximo organismo del fútbol internacional, comportó esta semana algunas críticas a los dos estamentos que Iceta intentó apaciguar el martes, explicando que el CSD respondería con celeridad a la petición de aclaraciones que le había hecho el TAD, como así fue.

Esta información adicional consistía en los comunicados emitidos al respecto por parte de la Federación Española de Fútbol (RFEF), la futbolista Jennifer Hermoso y el sindicato FutPro, que defiende los intereses de la jugadora, así como la documentación adjunta a la denuncia presentada por la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF). "Hay que defender la imagen del deporte español y seremos beligerantes", aseguró el martes Iceta. Por su parte, Víctor Francos, el presidente del CSD, había considerado previamente que "la comparecencia de Rubiales -en la asamblea extraordinaria- fue un fraude para el gobierno, para las futbolistas y para la sociedad".

Rubiales se ha quedado sin sueldo y sin coche oficial

La suspensión provisional de la FIFA, que sigue totalmente vigente pese a la decisión del TAD, también comportó que Rubiales se haya quedado sin sueldo, sin coche oficial y sin poder hacer uso de ninguna de las prebendas de las que gozaba como presidente de la Federación Española de Fútbol. Lo decidió el comité de presidentes territoriales de la RFEF el lunes, en el marco de los "protocolos internos" que está activando. Desde el pasado sábado y durante al menos 90 días, Rubiales no podrá cobrar la parte proporcional de su sueldo de 371.000 euros anuales netos como presidente de la RFEF ni los 250.000 euros que percibe de la UEFA. Además, tendrá que devolver todos los dispositivos electrónicos costeados por la Federación que pueda tener por su condición de presidente. Esto incluye ordenadores personales, tabletas y teléfonos móviles.