Sena acoge finalmente el triatlón, pero no gusta: "Nos han tomado el pelo"

Enviado especial a París100 años después, los deportistas han podido bañarse en el Sena. Después de un siglo de prohibición por culpa de la contaminación, el río ha sido sede de las pruebas de triatlón, primero la femenina a las 8 h de la mañana y después la masculina a las 10.30 h, que han puesto punto y final a unos largos días de miedos, reuniones, burlas y quejas, porque las pruebas hechas en el agua decían que no estaba en condiciones para permitir la entrada de personas. La prueba no ha acabado de agradar a los atletas, aunque las imágenes en el centro de París eran preciosas. "Participar en París ha sido muy bonito, brutal. Pero la salud de los deportistas debería ser el primero. Yo no he visto suciedad, la verdad, he nadado en sitios peores. Pero el problema serían las bacterias. Si alguien se ha tragado. agua, ya veremos cómo se encontrará", ha dicho la catalana Anna Godoy.

A las 8 h de la mañana las triatletas se han lanzado al río bajo un cielo algo tapado y han dado dos vueltas a un circuito preparado. Pero no ha sido el mejor de los inicios, puesto que algunas atletas han saltado al agua antes de tiempo. Una salida falsa que no se ha repetido. "No lo entiendo, pasa muchas veces. Saltan antes y no se hace repetir", se queja Godoy, muy crítica también por tener que nadar en un escenario en el que nunca se habían entrenado y con fuertes corrientes. "Nunca nadamos con esta corriente y menos sin entrenar antes. Creo que la Federación Internacional lo está haciendo muy mal. Esto se sabía desde hace ocho años y podían haber buscado una alternativa para mantenernos sanos y salvos", ha añadido. .

En el río, las más rápidas a nado han sido las favoritas, como Florida Duffy, de las Bermudas, la neerlandesa Maya Kingman o la británica Beth Potter. Pero después de la bicicleta y de ponerse las zapatillas de correr, quien se llevó la gloria fue la francesa Cassandre Beaugrand, que se impuso a la suiza Julie Derron ya la británica campeona del mundo Beth Potter, plata y bronce. Godoy ha terminado en la 17ª posición, pero muy enfadada por cómo se había organizado la prueba. "Nos han tomado el pelo, cada vez parece que lo hacen peor", ha dicho la hija de uno de los pioneros del triatlón en Catalunya. Ahora se ha quitado la espina de los últimos Juegos, cuando no pudo terminar la prueba. Un total de 56 mujeres y 56 hombres han participado en las pruebas, que consisten en 1.500 m nadando en el Sena, 40 kilómetros en bicicleta y 10 kilómetros de carrera. Cuando los hombres han empezado, a las diez y media, ya hacía mucho calor y mucha humedad. Al final, se impuso el británico Alex Yee tras una prueba muy igualada donde superó al neozelandés Hayden Wilde a escasos metros de la meta tras una increíble remontada. El francés Leo Bergere ha logrado la tercera posición.

Las autoridades no confirmaron hasta las cuatro de la madrugada que la prueba de natación podía celebrarse en el río. Entonces ya había un pequeño grupo de aficionados esperando en la salida, en el puente Alejandro III, y los deportistas estaban en la Villa Olímpica pendientes de las novedades. "Los resultados de los últimos análisis recibidos a las 3:20 han sido evaluados como conformes por World Triathlon, lo que permite que se celebren las competiciones", ha anunciado un comunicado conjunto del Comité Organizador y de la federación de este deporte. La reunión se celebró de tres a cuatro de la madrugada con representantes del Comité Organizador, World Triathlon, la agencia estatal Météo France, el Ayuntamiento de París y la Jefatura local. Cuando se celebraba la reunión, por cierto, llovía en París.

La competición masculina estaba prevista para este martes a las 8 h de la mañana, pero se pospuso porque las aguas seguían sucias. También se habían anulado los entrenamientos de natación en el río el domingo y el lunes, puesto que las fuertes lluvias de los días anteriores habían causado un empeoramiento de la calidad de las aguas hasta niveles que "no presentaban las garantías suficientes" para la salud de los deportistas. Cuando llueve mucho y aumenta el caudal del río, el agua de las precipitaciones hace que las cloacas se desborden y se acaben vertiendo al río sin pasar por las depuradoras, por lo que queda contaminado por bacterias fecales. El lunes y el martes ha hecho mucho sol, pero esta madrugada han vuelto tímidamente las lluvias. Algunos triatletas, como el español Dani Molina, se han quejado: "Han puesto el foco en el espectáculo, pero no han pensado mucho en los deportistas". De hecho, ayer se especulaba con la posibilidad de realizar un triatlón con sólo dos deportes, sin la natación. O con la posibilidad de realizar un recorrido alternativo preparado más lejos, en el que se nadaría en el canal de remo, en las afueras de París. "No es serio que se haya hablado de hacer un duatlón, en lugar de un triatlón. Es una prueba olímpica, se ha priorizado hacerlo bonito y no se ha pensado en los atletas", ha dicho Godoy. De bonito lo ha sido, como admitieron todos los participantes. Incómodo, también.

La celebración del triatlón formaba parte del ambicioso objetivo de las autoridades francesas, desde el Ayuntamiento de la ciudad hasta el gobierno central, de mejorar la calidad de las aguas del Sena para que puedan ser aptas para el baño, que está prohibido en París desde hace 101 años. Se han invertido 1.400 millones de euros en los últimos años en una serie de obras de infraestructura para mejorar la calidad del agua del río, y está previsto que a partir del próximo año los parisinos se puedan bañar en el Sena en varias zonas de la ciudad. El Sena será también el escenario del maratón de natación en aguas abiertas del 8 de agosto, una carrera de 8 km. El 17 de julio, unos días antes de los Juegos, la propia alcaldesa, Anne Hidalgo, se bañó en el Sena para demostrar que el río ya estaba limpio, aunque una radio informó de que en el momento del baño las aguas todavía no eran aptas para nadar. El presidente Emmanuel Macron prometió bañarse en el Sena durante los Juegos, pero aún no lo ha hecho.

El Sena ya fue sede olímpica en 1900, cuando se celebró un concurso de pesca. Cabe recordar que aquellos Juegos fueron algo extraños, ya que el programa deportivo se integró con el de la Exposición Universal, y se mezclaron deportes y pruebas que ya no se han repetido, como la de los pescadores. Ahora bien, también se nadó, y el australiano Frederick Lane ganó dos medallas de oro. Después, la contaminación del río, donde se vertía todo lo que venía de las cocinas y baños de las casas de la ciudad, imposibilitó el baño, aunque se realizaron puntualmente carreras anuales hasta los años 40 .El río, donde en 1900 había más de 30 especies de peces, sólo tenía tres a mediados del siglo XX, cuando era fácil ver muebles, ratas o algún coche flotando aguas abajo. Ahora, París quiere recuperar su río y se ha gastado mucho dinero, pero también ha jugado con fuego ajustando mucho el calendario. 124 años después, el Sena ha vuelto a vivir una competición. Y las autoridades confían en que en el 2025 los vecinos puedan bañarse como se había hecho hace mucho tiempo.