La junta de Laporta detecta despilfarro de recursos en el Espai Barça

El club ha dedicado 109 millones al proyecto, 29 de los cuales el último año

El Camp Nou podría recuperar el público las próximas semanas
4 min

BarcelonaEn paralelo al desenlace deportivo de la temporada, la directiva y los nuevos ejecutivos del Barça van enfocando la gestión de los cursos próximos, marcada de entrada por los efectos de la pandemia, la bajada de ingresos y una deuda disparada. Todos estos factores se están recogiendo en la auditoría que la nueva junta encargó, poco después de la toma de posesión, para retratar la situación económica del club. Se espera que los resultados de este estudio exhaustivo vean la luz internamente a finales de mayo y se presenten a los socios en la primera asamblea de socios compromisarios que se celebrará desde el comienzo de la pandemia, seguramente durante el mes de junio. Con todo, el CEO de la entidad, Ferran Reverter, y el resto de los nuevos responsables azulgranas ya saben que la temporada acabará con unas pérdidas superiores a los 350 millones de euros, hecho por el que habrá que ser extremadamente prudente a la hora de negociar, por ejemplo, el nuevo contrato a la baja de Leo Messi o el fichaje de Haaland o Neymar.

La fotografía que el vicepresidente económico del Barça, Eduard Romeu, tendrá que defender en la asamblea diferirá bastante de la previsión que la directiva de Josep Maria Bartomeu hizo antes de dimitir, con un presupuesto de 828 millones –sobre el cual se calculó el aval de los candidatos– y un mínimo beneficio de un millón. La anterior junta proyectó las cuentas de esta temporada pensando que el público volvería a los estadios en febrero, que el primer equipo llegaría como mínimo a los cuartos de final de la Champions y que se recuperaría terreno en generadores básicos de tesorería como la venta de camisetas y visitas guiadas a las tripas del Camp Nou, pero ninguno de estos tres apartados ha aligerado la crisis. Tampoco ha habido salidas: la lesión en la rodilla de Coutinho frustró una de las pocas vías que había para liberar masa salarial. Ante este panorama, la lluvia de millones que prometía la Superliga habría ido muy bien. A cambio, según informó Bloomberg, el Barça ha conseguido espaciar el pago de los bonos que Bartomeu emitió en 2018 por valor de 200 millones. También ha ingresado parte de los derechos de televisión comprometidos para el curso que viene.

Maqueta del Espai Barça.

El objetivo de la due diligence encargada por Laporta es hacer un diagnóstico detallado de la situación en la que se encuentra la institución y de cómo se ha gastado el dinero en las diferentes áreas de gestión, entre las cuales el Espai Barça. Según ha podido saber el ARA, la auditoría ha destapado algunas dudas sobre las inversiones que se han hecho los últimos años para remodelar integralmente el Camp Nou y construir un nuevo Palau Blaugrana y el estadio Johan Cruyff. De acuerdo con el contenido de la última memoria económica, el Barça ha invertido 109 millones desde que el proyecto se aprobó por referéndum el 5 de abril del 2014, 29,2 de los cuales durante el ejercicio 2019/2020. "Las inversiones se han concentrado principalmente en la realización de trabajos preliminares en la zona de Les Corts y otras inversiones destinadas al cumplimiento de los requerimientos establecidos en la modificación del plan general metropolitano", se indica en el dossier adjunto al último cierre de cuentas. Pero las fuentes consultadas observan que el club habría pagado demasiado dinero por determinadas trabajos. En concreto, y teniendo en cuenta la naturaleza de los trabajos llevados a cabo, calculan que su precio de mercado tendría que haber rozado los 50 millones y no los 109 que se han dedicado hasta ahora.

Una asamblea clave para el futuro del Barça

El estudio no cuestiona que el estadio Johan Cruyff, que por ahora es la única obra inaugurada del Espai Barça, haya costado 12 millones. En cambio, no entiende por qué, por ejemplo, el director de patrimonio que incorporó Bartomeu en 2014, William T. Mannarelli, destinaba unos 120.000 euros mensuales a contratar especialistas externos para evaluar un proyecto que se adjudicó en 2016 al despacho japonés Nikken Sekkei en colaboración con los catalanes Pascual y Ausió Arquitectes, que después saltaron del acuerdo. De momento, Mannarelli mantiene sueldo y cargo en el Barça, pero la institución ya ha dado órdenes para que se revisen los emolumentos de cinco "o seis profesionales" que cobraban por tareas de consultoría dirigidas, entre otras cosas, a orientar el plan de negocio de un estadio que, siendo muy optimistas, se reinaugurará dentro de tres años. La auditoría todavía no está acabada, pero ya está concluyendo que ha podido haber despilfarro de recursos al inicio del proyecto patrimonial más ambicioso de la historia del Barça. Una iniciativa que en 2014 tenía que costar 600 millones y que ahora ya sube por encima de los 815, con financiación incluida de Goldman Sachs, una entidad bancaria de inversión que ya ha avanzado 90 millones.

La letra pequeña del Espai Barça se leerá en la asamblea prevista para finales de curso, en la que se buscará que los socios aprueben que el dierimsalarial de los jugadores del primer equipo compute como pérdidas de la presente temporada, una información que La letra pequeña del Espai Barça se leerá en la asamblea prevista para finales de curso, en el que se buscará que los socios aprueben que el diferimiento salarial de los jugadores del primer equipo compute como pérdidas de la presente temporada, una información que L'Esportiu avanzó el miércoles. La junta también estudia someter a votación una revisión de los estatutos para relajar el techo de endeudamiento -algo que Bartomeu no consiguió- e incluso ampliar la legitimidad de la junta en caso de más de dos ejercicios seguidos con números rojos.

stats