Un caballero volador rescata al Espanyol en Mestalla

BarcelonaEl Espanyol dio un paso más para seguir escribiendo su historia en Primera. Los blanquiazules arañaron un empate en Mestalla (1-1) en un partido en el que se adelantaron, pero que se les complicó en la segunda mitad. La reacción del conjunto local exigió la mejor versión de la zaga españolista, pero también algunas intervenciones de gran mérito de un Joan Garcia que está haciendo Sant Jordi en todos los partidos que disputa su equipo. Una nueva jornada sin perder para un Espanyol que dormirá a ocho puntos del descenso.

Mestalla puso a prueba la ambición de dos equipos que llegaban bastante menos necesitados que al enfrentamiento de la primera vuelta por la almohada de puntos que han adquirido respecto a las posiciones de descenso. El Valencia llevó la iniciativa del juego, pero el Espanyol, que lleva meses aprendiendo a leer los partidos, tuvo las ocasiones más claras. Expósito, con un disparo al palo, corroboró el buen momento que vive después de dejar atrás la grave lesión en la rodilla.

El de Cubelles, que lleva semanas convirtiéndose en una pieza indiscutible en el once de Manolo González, volvió a dar clarividencia y continuidad al juego en medio del campo. Su influencia está siendo elemental por entender la mejora del juego experimentada por el Espanyol en las últimas semanas. Sin embargo, su participación no se limitó a la zona ancha: poco antes del descanso sirvió la falta que Puado, en el primer palo, desvió al fondo de la red. Undécimo gol en esta Liga del barcelonés, que sigue deshojando la margarita sobre su futuro. Cualquier opción del Espanyol para retenerle pasa por continuar en Primera. La mejora de los espanyolistas a domicilio en esta segunda vuelta se explica con un dato: se han adelantado en seis de los últimos siete desplazamientos.

El Valencia, que en la primera parte había avisado tímidamente a la portería españolista con remates bien solucionados por Joan Garcia, añadió una marcha en la reanudación para acabar encontrando el empate. Lo consiguió un voluntarioso Javi Guerra, que se escurrió dentro del área y resolvió con un disparo cruzado que castigó uno de los pocos errores de Cabrera en todo el partido. Con el 1-1, Manolo González decidió no ser conservador y añadió más leña al fuego: dio entrada a Roca y Pere Milla para aportar piernas frescas en las bandas, donde estaba sufriendo el desgaste de los hombres exteriores del Valencia.

Los locales apretaron en un tramo final en el que Joan Garcia se disfrazó de caballero de Sant Jordi para rescatar al equipo cuando lo estaba pasando peor. Como si tuviera superpoderes, se estiró hasta casi volar para desviar con una sensacional parada un peligroso remate de cabeza de Gayà. Cuando Mestalla celebraba ya el gol, el de Sallent apareció para asegurar un punto que acerca al objetivo.