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Diego Martínez, el escogido para liderar el nuevo proyecto blanquiazul

El Espanyol negocia con el técnico gallego, que tiene otras ofertas

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Diego Martínez podría ocupar bien pronto el banquillo del Espanyol

BarcelonaDiego Martínez (Vigo, 1980) apunta a convertirse en el próximo entrenador del Espanyol. Según ha podido saber el ARA, los contactos entre el club blanquiazul y el técnico gallego están muy avanzados y podrían cerrarse entre esta semana y la próxima. A pesar de tener otras ofertas, ve con buenos ojos la propuesta del Espanyol. Su perfil es el que mejor encaja de entre las opciones que ha valorado el nuevo director deportivo, Domingo Catoira: Martínez es un entrenador con personalidad y capacidad de liderazgo, metódico y obsesionado por los detalles, con ganas de construir un proyecto de cero, conocedor de la importancia del plantel y que sabe construir equipos competitivos con pocos recursos. Unas calidades que lo hacen muy atractivo para dirigir el nuevo proyecto blanquiazul.

“Es un entrenador equilibrado, su Granada era un equipo muy polivalente y camaleónico, que sabía jugar a fútbol cuando tocaba, ser defensivo o presionar: sabe ajustarse a los jugadores que tiene, aunque construye los equipos desde detrás”, explica al ARA el periodista de Granada Hoy Javier Aguilera, autor del libro El Granada de Diego, un relato cronológico sobre los tres años que el técnico gallego dirigió al conjunto andaluz. Aguilera destaca que, con él, el Granada siempre fue un equipo “competitivo, fiable, regular y rocoso, al que había que hacerle muchas cosas para ganar”. “En tres años no le recuerdo un mal partido por falta de carácter o que el equipo no transmitiera”, amplía. En Granada lo consideran como una de las personas más importantes de la historia reciente del club, junto con Quique Pina, que ayudó a la entidad a desaparecer de la mano de la familia Pozzo. “Los aficionados del Granada se consideran viudas de Martínez, allí es casi una deidad. Cuando se marchó, la afición se sintió desamparada, porque su figura iba más allá del ámbito deportivo”, añade el periodista. Y con razón: ascendió a Primera el Granada en su primer curso, llevó al equipo a Europa y se quedó a las puertas de la final de la Copa del Rey en el segundo, y en el tercero, además de la permanencia, cayó en los cuartos de final de la Europa League contra el Manchester United después de haber eliminado al Napoli y al Molde. 

En verano del 2021 dejó el Granada por dos razones: el desgaste de tres años muy intensos y un proyecto que no veía con suficientes garantías para crecer y mejorar el trabajo hecho los años anteriores. Martínez rehusó ofertas de clubes de la Liga como el Valencia o el Getafe, además de otras propuestas del extranjero, y se tomó un año sabático que aprovechó para formarse, estudiar inglés y mirar varios equipos en Inglaterra. “Tenía muchas ganas de conocer el fútbol inglés, porque es un romántico del fútbol y de sus orígenes, y considera que la esencia de este deporte está en Inglaterra”, comenta Aguilera, que deja claro que el gallego “no se moverá por dinero ni siquiera por cuestiones deportivas, sino que irá allí donde pueda coger un proyecto de cero que lo seduzca y donde pueda opinar en la planificación de la plantilla”. 

El periodista define a Diego Martínez como “un entrenador muy inteligente y pasional, muy seguro de sus posibilidades y que tiene una gran capacidad para transmitir y motivar a los jugadores”. “También es una persona muy trabajadora y analítica, que lo estudia todo, que quiere tenerlo todo bajo control y que cuida al máximo todos los pequeños detalles, desde el estado del césped del campo de entrenamiento hasta los nombres que aparecen en los comunicados médicos”, amplía. 

Colgó las botas con 20 años

La trayectoria vital y futbolística de Martínez explica muchas cosas de su recorrido hasta la élite: después de nueve años en las categorías inferiores del Celta hizo el salto al Cádiz, pero con 20 años se dio cuenta de que no tenía futuro como jugador. Empezó a estudiar ciencias de la actividad física y el deporte en la Universidad de Granada, estudios que compaginaba con sus inicios en el banquillo: después de breves etapas en el Imperio Albolote y en el Arenas de Armilla batió el récord de puntos en el Motril, al que estuvo cerca de subir a Segunda B. Allí llamó la atención del entonces director deportivo del Sevilla, Monchi, que lo incorporó en el área de metodología del club andaluz. En el Sevilla pasó cinco años, donde ocupó varios cargos como entrenador a las categorías inferiores y también como segundo de algunos técnicos del primer equipo. Pudo aprender de entrenadores como Marcelino García o Unai Emery antes de hacer el salto a la élite. El Granada, remata Aguilera, solo ha sido el inicio: “Seguirá creciendo mucho; tengo claro que de aquí unos años será un entrenador de talla mundial”. 

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