El Espanyol firma un retorno decepcionante que confirma todas las urgencias

BarcelonaEn un enfrentamiento de retornos (y debuts) en Primera tildado de duelo directo pese a que la Liga apenas empieza a andar, el Espanyol se topó con un cruel baño de realidad (1-0). Las carencias de la plantilla se hizo evidentes en un debut desesperanzador en el que los blanquiazules solo enseñaron algo de chispa en los minutos finales.

En un duelo aburrido, el inicio del partido en el José Zorrilla estuvo protagonizado por el dominio local y por la cara de Alejo Véliz. Concretamente por su nariz, primero, y por su frente, después. No habían pasado ni dos minutos cuando el delantero cedido por el Tottenham recibió una dura –e involuntaria– trompada de Eray Cömert en el tabique nasal. Por suerte para el debutante, pudo seguir jugando y su continuidad, de hecho, fue providencial: en la primera oportunidad clara del Valladolid, el argentino rechazó con la cabeza y con los dos pies sobre la línea de gol un remate de Cömert.

Los de Manolo González conseguían salvar los muebles, pero sólo por unos minutos. Los vallisoletanos rondaban el área de Joan Garcia con asiduidad. Generaban peligro especialmente con la velocidad endemoniada de Raúl Moro, extremo formado en canteras de renombre como la del Barça o la del propio Espanyol. Una pérdida de Tejero, que había abandonado la banda para aventurarse por los carriles interiores, acabó con una transición rápida que Moro castigó. El atacante de 21 años (otro debutante en Primera) dribló con demasiada facilidad a Omar y tuvo suerte en el remate: Sergi Gómez la desvió a gol.

El Valladolid sabía cómo someter a un Espanyol sin ideas e incapaz de conectar con sus delanteros. Mientras, los locales sacaban petróleo por un lado izquierdo muy productivo con Moro y Lucas Rosa. Antes del descanso, el lateral sirvió un centro que Amath Ndiaye estuvo a punto de convertir en el segundo, pero su remate de cabeza se topó con el larguero.

Tímida reacción del Espanyol

En la reanudación, el Espanyol dio un tímido paso adelante. Irvin Cardona, que se estrenaba con la camiseta blanquiazul y acababa de entrar en el terreno de juego, estuvo lento a la hora de decidir en una acción de fútbol directo. Los catalanes buscaban reaccionar mientras el Valladolid quería la sentencia. Pero las ocasiones costaban llegar.

Los vallisoletanos reclamaron un penalti de un Omar que jugó con fuego cogiendo a Meseguer dentro del área. Los pericos, por su parte, contestaron con dos ocasiones, una por Cardona y una por Puado, pero sus disparos no encontraron portería. El marcador no se movería más en un partido que murió con un lanzamiento de falta de Aguado, ex del Valladolid, en la barrera. El Espanyol, como enseñó durante toda la pretemporada, tiene muchos problemas con el gol.