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Sillas calientes en la ciudad deportiva del Barça

Cargos duplicados y sueldos excesivamente altos en un organigrama "demasiado complicado" según la junta de Joan Laporta

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La fachada principal de la ciudad deportiva del Barça.

BarcelonaLa nueva junta directiva del Barça ha celebrado este viernes la primera reunión ordinaria. Joan Laporta y sus dieciocho directivos tienen mucho trabajo para abordar después de meses de gobierno provisional desde la dimisión de Josep Maria Bartomeu. El presidente encargará una auditoría externa para hacer un diagnóstico de la situación del club que permita enfocar las primeras actuaciones del vicepresidente económico, el flamante Eduard Romeu, del que será el nuevo CEO de la entidad, Ferran Reverter, y del hombre fuerte en la investigación de nuevas vías de negocio, Àlex Barbany. Los tres tienen asumido que el Barça facturará no más de 650 millones de euros durante el ejercicio 2020-21, cerca de 200 menos de lo que proyectaba el presupuesto sobre el que se ha calculado el valor del aval para tomar posesión de los cargos. Este escenario de estrecheces económicas, causadas por un Camp Nou cerrado por covid desde hace más de un año, obligará a tomar decisiones a corto plazo para no tensionar más la deuda y, a la vez, no comprometer un proyecto deportivo que tendría que encantar a Leo Messi para que aceptara renovar con el club a la baja.

Laporta sabe que tiene que convencer al 10 con argumentos deportivos. Por eso, a pesar de la dificultad financiera, agotará todas las vías para intentar reforzar la plantilla con futbolistas de primer nivel. Eso sí, estrellas de la talla de Erling Haaland, con un valor de más de 100 millones, solo serán posibles si antes el club consigue liberar masa salarial que ahora mismo ocupan jugadores que no están rindiendo al máximo, como por ejemplo Umtiti, Coutinho e incluso Griezmann. A Dembélé, que acaba contrato el 30 de junio de 2022, se le planteará una renovación que cuadre con la realidad de las cuentas y, si no le gusta, también será transferible. En definitiva, vienen meses tan decisivos en cuanto a la competición, con el equipo bien vive en la Liga y en la Copa del Rey, como cruciales en el planteamiento de las temporadas próximas. Mateu Alemany, que asumirá la dirección general deportiva, será una figura clave en este sentido. El experimentado ejecutivo mallorquín tendrá que vender bien.

Sin embargo, más allá del centro de la primera plantilla de fútbol y del porvenir de los hombres de confianza de Bartomeu (Òscar Grau y Roman Gómez Ponti, entre otros ), Laporta también pondrá atención en los primeros pasos de su mandato en el reparto de tareas técnicas y ejecutivas en la Ciutat Deportiva Joan Gamper. En campaña, el nuevo mandatario azulgrana insinuó que trabajaría para "adelgazar" un organigrama "demasiado complicado", un mensaje que señala a determinadas figuras que la junta saliente desposeyó de la función original para recolocarlas en otras áreas. Empleados de confianza con sueldos no precisamente bajos como por ejemplo Pere Gratacós, que sobrevive en el área de metodología después de que Bartomeu lo apartara de relaciones institucionales por criticar a Messi; Carles Folguera, también recolocado en metodología después de dejar la gestión de La Masía en manos de Xavi Martín; o Juanjo Castillo, que llegó al club de la mano de Sandro Rosell y todavía conserva el sueldo trabajando para las secciones de la entidad.

Planes, avalado por Pedri y Koeman

La junta de Laporta también prevé el retorno de José Ramón Alexanko y Albert Benaiges al fútbol formativo. Cuando lleguen, los dos técnicos, veteranos y conocedores del terreno, analizarán la viabilidad del organigrama que dejó Bartomeu y, con el paso del tiempo, lo reformularán para hacerlo más ágil y evitar duplicidades. En este sentido, tendrán que reportar sobre Patrick Kluivert, máximo responsable del fútbol base del Barça desde el verano de 2019; José Mari Bakero, ex secretario técnico del Barça B que continúa en nómina; y Jordi Roura y Aureli Altimira, que después de haber formado parte del cuerpo técnico de Pep Guardiola y de Tito Vilanova, conservaron la silla en Sant Joan Despí para tutelar el plantel. En cuanto al fútbol profesional, Ramon Planes finaliza contrato el 30 de junio y tiene ofertas para irse, pero el descubrimiento de Pedri y la buena sintonía que tiene con Ronald Koeman lo podrían llevar a complementar la secretaría técnica que, en principio, tiene que asumir Jordi Cruyff.

Una vez repartidas las sillas en la junta, con tres vicepresidencias para Rafa Yuste (deportiva), Elena Fort (institucional) y Eduard Romeu (económica), la tesorería en manos de Ferran Olivé y la secretaría para Josep Cubells, la ciudad deportiva de Sant Joan Despí se prepara para unos meses con mucho movimiento entre bambalinas. Eso sí, el fútbol femenino continuará en manos de dos figuras que no admiten discusión: Markel Zubizarreta y Lluís Cortés. De hecho, el responsable de esta área durante la campaña de Laporta, Jordi Casals, tendrá el cargo de presidente honorífico del Barça B.

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