¿Cuántas variedades de peces y pájaros podemos encontrarnos mientras nadamos o hacemos esnórquel?
Con la llegada de los días de sol y playa, las costas catalanas vuelven a llenarse de bañistas que deben compartir espacio con una gran diversidad de animales marinos. Pero, ¿los conocemos realmente?
Gracias a iniciativas como la BioMARató, una campaña ciudadana impulsada por el grupo EMBIMOS del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), se está consiguiendo documentar la biodiversidad marina y costera de Cataluña a partir de los avistamientos de voluntarios repartidos por todo el territorio. Las imágenes y observaciones recogidas se registran en MINKA, una plataforma colaborativa en la que se crea un mapa vivo de la biodiversidad del litoral catalán.
Xavier Salvador, fecha curator de esta plataforma e investigador del ICM-CSIC, hace un llamamiento a la responsabilidad a la hora de disfrutar del mar. Según explica, es necesario evitar pisar el fondo marino, ya que muchos organismos que viven allí son muy sensibles a las alteraciones humanas. En cuanto a la fauna marina, Salvador asegura que existen muy pocas especies que puedan representar un peligro para las personas. "Como el pez araña, que sólo puede hacer daño si se siente amenazado. Normalmente, si un animal nos ataca es porque lo hemos provocado antes", apunta. En los últimos años se ha observado la aparición ocasional de peces manta, como la Mobula mobular, cerca de la costa, aunque habitualmente viven en aguas abiertas. "Cuando llegan a zonas costeras, a menudo es porque están agotados. Si se acercan a las personas, no es para atacarlas: es por curiosidad", explica.
Salvador también recomienda que cuando vayamos a la playa no saquemos nunca peces ni medusas del agua, aunque tengamos la intención de meterlos dentro de un cubo de agua. "Se estresan y mueren", lamenta. Por último, recuerda la importancia de recoger todos los residuos humanos antes de irse de la playa. "Los desechos que generamos no forman parte del ecosistema. En cambio, cañas, algas y restos naturales sí que forman parte, y es positivo que estén", concluye.
Por otra parte, según datos del departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, en las costas catalanas hay registradas un total de 56 especies de aves marinas, 24 de las cuales son raras o escasas y 5 de ellas se consideran de alta prioridad a la hora de velar por su conservación. De hecho, las aves marinas son consideradas como el grupo de aves más amenazado del planeta: según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el 28% de las especies de aves marinas están amenazadas. Factores como la degradación o destrucción de los hábitats de cría y reproducción como consecuencia de la concentración de actividades humanas en la franja litoral son parte del problema. Por tanto, desde entidades como la Fundación CRAM piden a todos los que este verano pasen las vacaciones en zonas de costa que cuiden de su fauna y eviten echar desperdicios y plásticos a su hábitat.
Puffinus yelkouan
Puffinus mauretanicus
Calonectrios diomedea
Charadrius alexandrinus
Phalacrocorax aristotelis desmarestio
Chlidonias niger
Chroicocephalus ridibundus
Larus melanocephalus
Ichthyaetus audouinii
Sterna albifrones
Sterna hirundo
Sterna sandvicensis
Diplodus vulgarios
Mullus surmuletus
Chromis chromis
Zarpa zarpa
Thalassoma pavo
Coris Julio
Serranus scriba
Parableníes pilicornios
Diplodus sargus
Gobius incognitus
Oblada melanura
Paracentrotus lividus
Tripterygion tripteronotum
Echinaster sepositus
Sciaena umbra
Epinephelus marginatus
Diplodus cervinus