Abertis se apodera del 100% de los túneles de Vallvidrera y del Cadí
La compañía compra la mitad que no tenía de las dos infraestructuras a la francesa Crédit Agricole Assurances
BarcelonaAbertis controlará el 100% de la propiedad de los túneles de Vallvidrera y del Cadí de Catalunya. La concesionaria de infraestructuras ha acordado con la francesa Crédit Agricole Assurances la compra del 49,99% de la sociedad que les opera, llamada Túneles de Barcelona y Cadí, y de la que hasta ahora controlaba la otra mitad (50,01%), a través de su filial Autopistas.
La empresa que explota estas arterias viarias catalanas generó unos ingresos de 69 millones de euros en el 2024, a través de los peajes que pagan los usuarios. En total, las dos infraestructuras están formadas por los 46 kilómetros de carretera que suman los túneles de Vallvidrera, la autopista que atraviesa la sierra de Collserola para conectar Barcelona y Sant Cugat del Vallès, y el túnel del Cadí, la vía rápida que une las comarcas del Berguedà y la Cerdanya por debajo de la sierra de Moixer es más importante.
Túneles de Barcelona y Cadí es, por tanto, la compañía concesionaria que se ocupa de conservar y explotar económicamente los túneles, las vías y sus accesos. El contrato de gestión se inició en 2013 y está previsto que finalice en 2037, después de 24 años.
Abertis ha explicado que con esta operación refuerza su posición en un mercado estratégico como España. "Junto con las últimas adquisiciones realizadas este año, supone un nuevo hito en la consecución de la estrategia del grupo de mantener un portafolio diversificado y equilibrado", ha afirmado la concesionaria en un comunicado este jueves.
Cambios accionariales
Crédit Agricole había entrado en el accionariado de la compañía en el 2020, cuando adquirió la participación en el fondo de inversión también francés Ardian. Anteriormente, ambas infraestructuras habían sido gestionadas directamente por la Generalitat, que se las vendió por 430 millones de euros en el 2012, en plena crisis financiera y de recortes presupuestarios, cuando las administraciones públicas –y particularmente el ejecutivo catalán– tuvieron que conseguir ingresos extraordinarios mediante la venta de activos.
En un principio, el banco brasileño BTG Pactual controló un 65% de las acciones y Abertis, un 35%, pero la entidad sudamericana se vendió su parte a Ardian, que posteriormente fue vendiendo parte del paquete de títulos a Abertis hasta que ésta alcanzó más de la mitad, antes de la mitad, antes de la mitad.