Lecciones de vida del patriarca de Borges, el hombre que no conocía el agua caliente
Antoni Pont, líder de la tercera generación del gigante alimentario catalán, repasa en un acto su trayectoria


BarcelonaUn profesor pidió: "¿Tiene voluntad de barro o voluntad de hierro?" Y los alumnos respondieron "¡De hierro, de hierro!" Rescata el recuerdo Antoni Pont, presidente de honor de Borges, que a sus 90 años ha asistido este jueves a un acto organizado por la asociación de jóvenes empresarios Aijec. El lector lo ha adivinado: él tenía voluntad de hierro e hizo de esa convicción una bandera y una marca personal. Y lo prueba con una formidable anécdota.
El empresario, que fue uno de los cuatro miembros de la tercera generación del gigante agroalimentario, explica así su idea de la voluntad férrea: "Lo que está bien de la vida de pueblo es que cada día hacemos siesta, y yo la hago de pijama y ducha fría". Las risas de la audiencia abren la puerta a una exposición más detallada de las costumbres del empresario: "Si acostumbras a ducharte con agua fría –dice–, al final no es ningún esfuerzo. Y ya os digo que no he conocido el agua caliente, y con 90 años me constipo poco".
Pont hace un repaso rápido por una empresa que hoy factura 850 millones de euros, con un beneficio operativo (ebitda) de 40 millones y negocio en 150 países. Y arranca en el siglo XIX con la figura de su abuelo, nacido en Tordera. En los años 20 del siglo pasado se incorporaron sus dos hijos. Más adelante, durante la guerra, "sin hombres en casa", fue su abuela quien mantuvo su negocio, y en 1957 entró en escena la tercera generación.
Una decisión "heroica"
"Éramos tres hermanos y un primo, y yo fui presidente porque era el mayor –rememora–, pero éramos eso que se llama un team at the top [equipo en la cima]". Pero la familia fue creciendo y las complicaciones fueron a más. De la cuarta generación, con 14 hijos, ocho trabajaban en la compañía familiar, que aún hoy mantiene el 100% de las acciones. "Y aquí tomamos una decisión casi heroica, que fue que la familia quedaba fuera de la gestión", explica. tan lejos. "Son las tres peso: prepararse, prepararse y prepararse", dice. El empresario también habla de la necesidad del riesgo, frente a la seguridad "paralizante": "En el mundo no hay nada que sea fácil, y la empresa debe tomar riesgos para ganar", explica. Son algunas de las lecciones de un veterano de la empresa catalana que se presenta como "un jovencito de 9".