La oferta del BBVA en el Sabadell: salvar la sede de Sant Cugat, tres consejeros y un 30% más del precio de la acción
El banco de origen vasco plantea un canje de acciones para crear un nuevo coloso financiero y la entidad presidida por Oliu quiere un pago en efectivo
BarcelonaLa primera oferta ya está sobre la mesa y ha dejado fríos los despachos influyentes del Banc Sabadell. En efecto, la oferta del BBVA en el Banc Sabadell, dada a conocer este miércoles al mediodía en el regulador bursátil, no supera en demasiado lo esperado. Eso sí, hay que tener en cuenta que es la primera propuesta y todavía no ha comenzado la negociación. La operación, por cierto, tiene la oposición de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien ha criticado la excesiva concentración bancaria y ha alertado sobre una posible pérdida de puestos de trabajo. "Nos presentarán un ERE", ha anticipado en delcaraciones en la cadena Ser.
El banco de origen vasco plantea al Sabadell un canje de acciones en el que un título del BBVA equivaldría a 4,83 de la entidad catalana. Esta ecuación significa que la parte compradora ofrece a los accionistas del Sabadell un 30% más de lo que valían sus títulos al cierre del mercado el lunes, cuando las acciones estaban a 1,74 euros. El precio que daría sería de 2,26 euros. Como fruto del cálculo del BBVA, el Sabadell equivaldría al 16% de la nueva –y enorme– entidad, en caso de que la absorción se llevara a cabo.
Por decirlo de otra manera, el BBVA no quiso pagar en 2020 unos 2.500 millones de euros por el Sabadell y ahora se plantea ofrecer alrededor de 12.000 millones.
Carlos Torres, presidente del banco de origen vizcaíno, propone al Sabadell en esta primera oferta una vicepresidencia (en el 2020 Oliu ya tenía esta promesa), tres consejeros y el mantenimiento de la sede corporativa de Sant Cugat del Vallès (lo que equivale a salvar centros de decisión, plantilla e influencia simbólica).
Según ha podido saber el ARA de fuentes financieras, excepto el precio, todo lo demás ya constaba en la oferta del 2020, aunque en ese momento no se hizo público y no se supo.
La oferta también promete elegir a los empleados por meritocracia y tener directivos de ambas entidades, alejando el escenario habitual en las fusiones en las que la parte compradora impone sus equipos y la parte vendedora se ve sometida a duros recortes de puestos de trabajo.
La oferta también desgrana los principales puntos a favor de la entidad que se crearía. Apunta que tendría activos de más de un billón de euros y más de 100 millones de clientes. A nivel español, quedaría por encima del Santander ya poca distancia de CaixaBank tanto en depósitos como en préstamos.
Los contras de la operación
El consejo de administración del Sabadell, que se reunió el martes para analizar la propuesta, volverá a reunirse en los próximos días –en principio, la próxima semana– para estudiar qué respuesta se traslada al BBVA y si entra en un escenario de negociación.
Hasta ahora han aflorado cuatro factores en contra de una operación que dejaría a Catalunya sin una de sus dos grandes entidades financieras y sin una de sus cinco empresas mayores e influyentes: en primer lugar, el hecho de que el Sabadell vive un momento dulce, con recorrido y fuertes subidas de la acción. Esto es importante desgranarlo: el BBVA da un sobreprecio del 30% de la acción, pero lo cierto es que desde enero la acción del Sabadell había subido un 50% y hay actores del mercado convencidos de que seguirá subiendo por encima del nivel al que desea pagar el BBVA.
En segundo lugar, que para realizar esta operación, según han explicado fuentes financieras al ARA, preferiría un pago en efectivo por las acciones antes que un canje.
¿Por qué es importante esto? Porque si el BBVA debe hacer frente a un pago de más de 10.000 millones de euros, según las fuentes consultadas, debería realizar una ampliación de capital. Y las ampliaciones de capital son prácticamente un tabú porque penalizan a los accionistas, que ven cómo el valor de sus títulos se ve diluido con la entrada de nuevos propietarios en una misma entidad.
En tercer lugar, está el factor catalán: "Eso desaparecería, sería tabula zanja. También el Sabadell dio una vicepresidencia a Javier Echenique cuando compró el Banco Guipuzcoano, pero ¿dónde está ahora el Banco Guipuzcoano?", dice una voz financiera. Esta misma fuente destaca que cuando se rompieron las negociaciones en el 2020 entre BBVA y Sabadell, "las empresas que trabajan con el banco estuvieron aún más contentas que los empleados", recuerda. "El Sabadell presta a empresas catalanas desde 1881 y hay relaciones de confianza", añade. del BBVA en México y Turquía. El primero es un país que económicamente ha vivido fuertes crecimientos, pero que podría dar problemas. Y Turquía es un país que directamente supone un riesgo. ?", se pregunta un directivo del Sabadell.
Argumentos ante los accionistas
A la espera de saber qué decide el consejo del Sabadell, tarde o temprano Oliu y su consejero delegado, César González Bueno, tendrán que llevar su propuesta a los accionistas. Y ahí tendrán problemas: "La mayoría de los accionistas del banco son institucionales y verán sólo el show me the money", dice una fuente financiera, "con lo que será difícil que les convenzan".
La primera oferta está sobre la mesa. El balón está ahora en manos del consejo de administración que preside Josep Oliu.