El regreso más esperado, un torpedo a la opa del BBVA en el Sabadell

Barcelona / MadridJosep Oliu dijo adiós a la sede social catalana con lágrimas en los ojos y ha impulsado el regreso con una calculadora en la mano. Es la calculadora en la que el presidente del Banc Sabadell medita y pondera todos los resortes que pueden influir en la opa hostil que el pasado mes de mayo presentó el BBVA sobre la entidad vallesana y que podría acarrear su desaparición.

Al día siguiente del histórico anuncio del regreso de la sede social del Sabadell a Catalunya después de siete años en Alicante, los despachos de las grandes empresas catalanas se levantaban mirando a Sant Cugat, donde se encuentra la sede corporativa del banco vallesano y donde la tarde de este martes se decidía el ansiado regreso, y lo hacía con una pregunta: ¿por qué?

Las fuentes consultadas apuntan a que la explicación debe encontrarse en la opa. La operación del BBVA está ahora mismo en manos de Competencia, que ya dio una primera alegría al Sabadell –y un disgusto en el banco de origen vasco– enviando la operación a segunda fase y alargando tres meses el proceso. Competencia es un organismo independiente, pero los miembros de su consejo les propone el ministerio de Economía y les nombra el Congreso de los Diputados. La CNMC tiene ahora la potestad de poner condiciones duras a la operación, en un movimiento que podría acabar de desincentivar a la opa después de que esta semana el precio del Sabadell ya haya superado el precio ofrecido por el BBVA.

Diferentes voces explican que el movimiento del Sabadell va dirigido justamente a dar incentivos a Pedro Sánchez para tratar de influir sobre la CNMC, por un lado, ya dificultar la opa en el BBVA, por otro. Los distintos gobiernos socialistas han sacado pecho que bajo su gobierno se ha normalizado la situación política en Catalunya y el regreso de sedes es un triunfo que podrán anotarse. Así, el ejecutivo español puede ayudar al Sabadell ante Competencia o, posteriormente, vetar la fusión, otro escenario que cuestionaría la pertenencia de la operación desde el punto de vista del BBVA.

Al margen de la invitación del Sabadell al gobierno central de ayudarles en el proceso, otras voces bancarias miran al factor social y son muy explícitas. "Primero: no es lo mismo comprar un banco que está en Alicante, que comprar un banco que está en Catalunya. Segundo: no es lo mismo llevarse una sede de Alicante a Bilbao que una que está en Catalunya para llevarla en el País Vasco. Y tercero: no es lo mismo hacer una junta en Alicante con quince personas que en Sabadell con una multitud".

Importancia simbólica y real

El regreso del Sabadell tiene una importancia que sobrepasa con mucho el mero cambio de domicilio postal. En primer lugar, constata que siete años después, la situación política no asusta a los entornos económicos, ni siquiera a los más sensibles, como los bancos. En economía se reitera siempre que el inicio de toda actividad es el clima de confianza y esta situación, en un momento dulce desde el punto de vista macro, se da en Cataluña.

En segundo lugar, existe la posibilidad de que otras empresas sigan el camino de regreso que han iniciado en los últimos meses compañías como Laboratorios Ordesa, la cementera Molins o ahora el Banc Sabadell. Hay un factor clave tras estos retornos: se realizan sin temer que pueda haber un efecto boicot de los ciudadanos por la catalanidad de las compañías.

Y, en tercer lugar, está el factor opa, que podría dejar Catalunya sin su cuarta empresa más importante, y una decisiva para las pymes y el tejido industrial.

Alud de reacciones

Las acciones del banco catalán en bolsa fueron buena parte del día en verde y acabaron cerrando con una leve caída del -0,8%, porcentaje idéntico al del BBVA. Fue el trasfondo tranquilo a una jornada de satisfacción general por el regreso a la histórica sede del número veinte de la céntrica plaza de Sant Roc en Sabadell. Fomento del Trabajo era la primera en celebrar el regreso del domicilio social a Catalunya: "Damos mucho valor a esta decisión, es una gran noticia para Catalunya y la economía catalana", ha dicho su presidente, Josep Sánchez Llibre.

Sánchez Llibre ha recordado que cuando fue elegido presidente de la patronal se marcó como "objetivo fundamental" la vuelta a Catalunya de las compañías que habían sacado su sede social durante los meses posteriores al 1-O . "Dijimos que antes de que en 2026 finalizara mandato, se producirían retornos significativos, y ya se está produciendo", ha dicho, convencido de que habrá más retornos.

Antoni Cañete, presidente de la otra gran patronal catalana, Pimec, ha dicho que el regreso "es coherente y demuestra normalización". "No era normal tener todo el cuerpo aquí, con toda la estructura directiva, y tener la cabeza afuera", ha hecho. El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, ​​Josep Santacreu, también celebró la vuelta de la sede, que calificó de "natural". "El Sabadell es una entidad históricamente vinculada a la financiación de las empresas catalanas", recordó.

Comisiones Obreras y UGT también han expresado una satisfacción moderada.

También era muy esperada la reacción del BBVA a la noticia y la entidad de origen vasco ha sacado hierro al nuevo traslado: "Es una decisión que respetamos", indicaron fuentes del BBVA. "En cuanto a la opa, no cambia nada las bondades de la operación: es buena para España, para Cataluña y para el resto de territorios donde se encuentra el Banc Sabadell, así como para los clientes, empleados y accionistas de ambos bancos", añadieron. El BBVA siempre ha reiterado su intención de mantener su sede corporativa del Sabadell en Sant Cugat del Vallès.

Enfado entre el empresariado alicantino

El buen recibimiento en Catalunya contrasta con la "preocupación" expresada por el empresariado de Alicante. En declaraciones a Efe, el presidente de la cámara de comercio alicantina, Carlos Baño, dijo que los empresarios de la provincia "no esperaban" esta noticia, que ha calificado de "nada previsible". "Tengo clarísimo que esto es una decisión más política que económica" relacionada con el intento de "salvarse de la opa" y también por un "pacto entre el PSOE y Junts en Suïssa" para los presupuestos del Estado.