Mercado laboral

Brotes verdes en la ocupación

El paro se reduce en 38.200 personas hasta marzo pero hay un 21,4% más de parados que hace un año

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Después de un año de un crecimiento continuado, la pandemia ha dado una tregua en los datos de paro durante el primer trimestre del año, con 38.200 parados menos en Catalunya y un descenso de la tasa hasta el 12,9%, la segunda bajada más importante registrada en todas las comunidades autónomas, solo por detrás de Madrid. De hecho, se ha conseguido bajar de la barrera psicológica del medio millón de parados. A pesar de la caída, sin embargo, la cifra de parados sigue siendo mucho más alta que hace un año: hay 88.100 personas más sin trabajo, un aumento del 21,4%. Así lo constatan los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicadas ayer por el INE. Según Josep Lladós, miembro del Col·legi d'Economistes de Catalunya y profesor de la UOC, este cambio de tendencia es una clara señal de que empiezan los brotes verdes. "Los datos siguen siendo malos, pero también demuestran que cuando se abre el grifo de las restricciones la economía se reactiva rápido". El economista lo ejemplifica con la respuesta de la gente cuando se permitió la movilidad por Catalunya durante la Semana Santa.

Esta tendencia positiva también se reproduce en la creación de puestos de trabajo. El año ha arrancado con 33.300 nuevos puestos de trabajo más que a finales del 2020, pero, de nuevo, si se compara con un año atrás, la cifra de ocupados es inferior: se pasó de los 3,47 millones de personas que estaban trabajando justo antes de la pandemia a los 3,37 millones que hay actualmente.

Pero para que este inicio de recuperación se mantenga es imprescindible, según Lladós, mantener o aumentar el ritmo actual de vacunaciones. "Dentro de un mes tendremos a la población de más riesgo vacunada y bajará la presión hospitalaria. Esto permitirá levantar restricciones, hecho que provocará una fuerte reacción del sistema productivo", dice. A la vez, también alerta de que es clave mantener los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 31 de mayo, cuando acaba la última prórroga, para evitar que estos trabajadores se acaben convirtiendo en parados. Hay que recordar que el EPA no incluye a las personas afectadas por ERTE, que estadísticamente se consideran ocupados, siguiendo las recomendaciones de la OIT y el Eurostat. "Sería un error no alargarlos hasta finales de año", apunta el economista.

En España, la entrada en la cuarta oleada de la pandemia y el mantenimiento de buena parte de las restricciones dejaron la tasa de paro durante el primer trimestre en el 15,98% (14 centésimas por debajo de la última encuesta). El número de personas sin trabajo se redujo en 65.800 y se sitúa en 3,6 millones. En cuanto a los ocupados, se destruyeron 137.500 puestos de trabajo y actualmente hay 19,2 millones de cotizantes dados de alta en la Seguridad Social. Sin embargo, esta desaparición de puestos de trabajo es menos acusada si se compara con los 285.600 ocupados que se esfumaron del mercado laboral con la irrupción de la pandemia.

El efecto del coronavirus hace que en los últimos meses se hayan observado tendencias en los datos del paro que no son las habituales. Por ejemplo, normalmente el EPA del primer trimestre es un periodo en el que el paro crece, puesto que acababan muchos contratos que se habían firmado solo por la campaña de Navidad y estos trabajadores volvían a las listas del SOC. En cambio, a nivel español es la primera vez desde el 2015 que el paro cae entre enero y el marzo y es el dato más positivo de los últimos 20 años.

Lo que no ha cambiado la pandemia, sin embargo, es que los jóvenes siguen siendo el colectivo más castigado por el paro: un 33,4% de los menores de 25 años de Catalunya están sin trabajo, a pesar de que ha habido un descenso de 5 puntos porcentuales respecto al último trimestre. En cambio, los parados de larga duración han vuelto a crecer y ya son 207.200 las personas que hace más de un año que buscan trabajo. También se ha registrado un preocupante ascenso de las familias en las que todos los miembros están al paro: ya son 29.200, la cifra más alta de los últimos tres años.

Del optimismo al pesimismo

Las reacciones a los datos han sido diversas. El conseller de Trabajo, Chakir el Homrani, ha celebrado que "se rompa la dinámica de los últimos meses" y ha añadido que "hay que consolidar la tendencia positiva con la vacunación y la apertura de sectores que han sido restringidos". "Empezamos a remontar", ha dicho, y ha hecho un llamamiento a "abordar de una vez por todas la reforma laboral" para evitar que "los ERTE se conviertan en ERE". En cambio, sindicatos y patronal no se han mostrado tan optimistas.

Los sindicatos principales, Comisiones Obreras (CCOO) y la UGT, han recordado que la reducción del paro viene de los servicios, "un sector claramente precarizado", según ha subrayado el secretario de CCOO en Catalunya, Javier Pacheco. En la misma línea se ha expresado la UGT, que ha destacado que la industria ha destruido casi 9.000 puestos de trabajo en el país en tres meses. La patronal Pimec ha asegurado que los datos no muestran una "recuperación clara" y su secretario general, Josep Ginesta, ha insistido en que la evolución de este indicador en las próximas semanas dependerá de las decisiones que se tomen en materia de restricciones, mientras que Fomento ha recordado que las cifras interanuales muestran una destrucción de puestos de trabajo "superior a la de los años anteriores a la crisis".

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