Bourbon, coches y aviones: la UE adelgaza la lista de aranceles con la que amenaza Trump
Bruselas reduce el alcance de una de las contramedidas que guarda en la recámara para responder a EEUU si no hay acuerdo
BruselasLa Unión Europea tiene la esperanza de alcanzar un acuerdo con Donald Trump y evitar la guerra comercial con Estados Unidos. Ahora bien, si las negociaciones entre las dos potencias fracasan, Bruselas se va preparando para responder con contramedidas. La principal represalia que el bloque europeo tiene en el cajón es volverse con aranceles a productos estadounidenses y ya está configurando la segunda lista de elementos que quiere poner en la diana.
Según un documento al que ha tenido acceso el ARA, la Comisión Europea ha adelgazado esta segunda lista y pasará de afectar compraventas por un total de 95.000 a 72.000 millones de euros con los que amenazar al magnate neoyorquino. Sin embargo, mantendrá algunos productos icónicos de Estados Unidos para tratar de afectar políticamente a Trump, como el whisky Bourbon, los aviones Boeing y en general la industria automovilística estadounidense. Además, Bruselas propone incrementar los gravámenes de importación a todo tipo de piezas de automóviles y aeronaves, así como de maquinaria y piezas industriales o grúas y tractores.
Esta segunda lista de aranceles se sumaría a la que la UE ya tiene acordada y aprobada, pero congelada al menos hasta el 1 de agosto a la espera de que Trump acepte llegar a un acuerdo con Bruselas. En este caso, el alcance de las tasas de aduanas a importaciones estadounidenses es de un valor total de 21.000 millones de euros.
La lista incluye en torno a unos 1.700 elementos con unos gravámenes de importación de entre el 10% y el 25%. Existen desde alimentos tan básicos como los huevos y los tomates hasta piedras preciosas como los diamantes, pasando por productos textiles como los chándales y la ropa de esquí. Según indica la Comisión Europea, la medida está hecha y pensada para que tenga el máximo impacto político y económico en Estados Unidos, pero que afecte lo menos posible a los bolsillos de los europeos.
En cualquier caso, hay que tener presente que la segunda lista de aranceles todavía se puede modificar y los estados miembros pueden pedir modificaciones. De hecho, en la primera lista algunos países solicitaron excluir productos que inicialmente se habían incluido. El caso más destacado fue el whisky Bourbon, por la presión de Francia. El motivo era que París temía que Trump se volviera atacando especialmente las bebidas alcohólicas que las empresas francesas exportan a Estados Unidos, como el vino y el champán.