La Generalitat propone una nueva financiación en la que recaudaría todos los impuestos
La propuesta del Gobierno incluye una cuota de solidaridad con el resto de comunidades y una transferencia al Estado
BarcelonaLa Generalitat ha presentado una propuesta de modelo de financiación según la cual el Govern recaudaría el 100% de los impuestos, sobre los que también tendría capacidad normativa. Asimismo, la propuesta incluye una transferencia al Estado para financiar los servicios y las inversiones que ejecute en Cataluña y, además, una segunda transferencia de solidaridad para las comunidades autónomas más pobres, pero sin concretar cuánto deben ser.
La consejera de Economía, Natàlia Mas, ha presentado la propuesta en la rueda de prensa posterior al consejo ejecutivo de este martes. Mas ha insistido en que el modelo de financiación autonómica actual es "injusto" e "ineficiente" y que la propuesta pone sobre la mesa un modelo "más equitativo". "No hay autonomía real sin autonomía financiera", ha dicho Mas, quien ha calificado la mejora de la financiación de "reivindicación histórica" y "necesidad de primer orden". La consellera ha asegurado que la propuesta del Govern es "un cambio de paradigma para dejar atrás décadas de injusticia", ya que también incluye que todas las negociaciones futuras sean de carácter bilateral entre el Estado y Catalunya.
Según la consellera, la propuesta permitiría a la Generalitat recaudar directamente los cerca de 52.000 millones de euros que se recaudan en impuestos en Catalunya, el doble del dinero que tiene ahora a disposición. Además, tendría capacidad de gestión sobre prácticamente el 100% de los tributos y una capacidad normativa –legislar sobre los tributos– mayor que ahora.
El sistema actual sólo da a la Generalitat la capacidad para recaudar unos 4.900 millones de euros en tributos propios (como patrimonio o sucesiones y donaciones), un 9% de todos los impuestos que pagan los catalanes. El resto lo recauda la Agencia Tributaria estatal y, posteriormente, el ministerio de Hacienda transfiere a las autonomías ciertos tributos cedidos y el 50% del IVA y el IRPF, que en total suman unos 25.600 millones. El resto del dinero recaudado, unos 21.400 millones, se queda en las arcas del Estado.
De acuerdo con la propuesta, sería la Agencia Tributaria de Cataluña quien recaudaría el total de los impuestos, como ya hacen las haciendas del País Vasco y Navarra, ambas comunidades con un sistema de financiación foral y que quedan fuera del sistema de régimen común. Al igual que los conciertos vasco y navarro, la propuesta de la Generalitat incluye una transferencia de dinero de la administración catalana a la española para compensar los servicios que el Estado lleva a cabo en Cataluña, como la gestión de ciertas infraestructuras, la diplomacia o la defensa.
Además, el documento presentado este martes por Mas también incluye una segunda transferencia de la Generalitat al Estado como aportación a un "fondo de reequilibrio territorial destinado a las comunidades autónomas con menor capacidad económica, para contribuir a la equidad entre territorios", según la propuesta. Es decir, una cuota de solidaridad con las autonomías más pobres, algo que los sistemas forales también incluyen sobre el papel pero que –en palabras de la consellera– es "negligible".
La propuesta, sin embargo, no especifica cómo deben calcularse ni de cuánto deben ser estas dos transferencias de Cataluña al gobierno español, ya que deja el hecho de cerrar cifras concretas al resultado de las negociaciones entre las dos administraciones. "No es una cuestión de suma cero", dijo Mas, quien consideró que, "más allá de la cuantía", es necesario corregir el modelo actual y acabar con la "opacidad".
Cuenta atrás electoral
¿Por qué el Gobierno pone esta propuesta sobre la mesa ahora, aunque ya hay elecciones convocadas? El ejecutivo considera que el Estado debe sentarse a hablar con el Govern en una comisión bilateral porque así se comprometió con Esquerra en el pacto de investidura de Pedro Sánchez. De hecho, el ejecutivo de Pere Aragonès asegura que no está dispuesto a negociar en ningún espacio que no sea bilateral.
A su juicio, no tiene sentido llevarlo a espacios multilaterales y condicionar el nuevo modelo de financiación a la visión "de Ayuso o de Page", ha dicho la portavoz del Gobierno, Patrícia Plaja, en referencia a la presidenta madrileña y al presidente de Castilla-La-Mancha, uno de los críticos del PSOE con la política del gobierno español con Catalunya.
De hecho, el Govern no renuncia a continuar con la negociación ni sobre la financiación ni en otros espacios, como la mesa de diálogo o la comisión por el traspaso de Cercanías. "Aquí no se aparca nada. Trabajamos hasta el último día", ha dicho Plaja. Hoy mismo el ejecutivo catalán hará llegar la propuesta de financiación singular al ejecutivo español, a los partidos catalanes ya los agentes económicos y sociales. Pero a nadie en Palau se le escapa la dificultad de que el gobierno español se siente con un Gobierno que tiene menos de dos meses por delante antes de entrar en funciones. "Si España quiere incumplir, que lo explique. Reclaman convocar a la comisión para hablar de ello", ha dicho la consellera Mas.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha reiterado la posición del gobierno español, contraria a la bilateralidad. "Creo que la reforma del sistema de financiación debe realizarse en el marco del diálogo [con las comunidades] y del grupo que dirige la ministra de hacienda, María Jesús Montero, que es el consejo de política fiscal y financiera". "Es una reforma complicada, pero es un elemento que debemos salir adelante", ha añadido Cuerpo, quien ha explicado que el ejecutivo ha recibido "muchas propuestas, también de otras comunidades".