La economía española creció más de lo previsto en el primer semestre del año

MadridDurante los primeros seis meses del 2023 el pulso de la economía española fue mejor de lo previsto inicialmente. Este viernes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado al alza tanto el crecimiento del producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica) del primer trimestre como del segundo. En concreto, una décima cada uno. Así, entre enero y marzo, la economía no creció un 0,5%, sino un 0,6%. Mientras que en los meses de abril, mayo y junio lo hizo un 0,5% y no un 0,4% como inicialmente estimó.

Durante el segundo trimestre, el crecimiento se vio impulsado por el incremento de la demanda interna (aumentó un 2,3% en comparación con el mismo período de 2022 y se situó un punto por encima en comparación con los primeros tres meses), fruto de la buena evolución del consumo de los hogares, así como de un incremento de la inversión, sobre todo del sector de la construcción.

En un contexto en el que muchas de las grandes economías de la zona euro, como es el caso de Alemania, están mostrando claros signos de desaceleración e incluso han pisado el terreno de la recesión técnica, la evolución del PIB español "certifica el dinamismo, la solidez y la resiliencia de la economía", defienden desde el ministerio de Asuntos Económicos, que mantienen que la economía crecerá por encima del 2% este año. De hecho, organismos como el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional o la OCDE también apuntan a un crecimiento de la economía española por encima de esta cifra y la sitúan entre las economías que más van a crecer este 2023.

Al igual que en la revisión de la Contabilidad Nacional Anual de los años 2020, 2021 y 2022 del pasado 18 de septiembre, el INE ha revisado la trimestral del mismo período de tiempo (es una práctica que hace cada año). Durante los años 2021 y 2022 se constata que el crecimiento de algunos trimestres fue mejor de lo esperado, lo que llevó a España a recuperar el PIB previo a la pandemia en el tercer trimestre de 2022 (entre julio y agosto, coincidiendo con la temporada alta de verano).

Ralentización en la segunda mitad del año

Sin embargo, el ligero descenso del crecimiento en el segundo trimestre (en comparación con el primero) también apunta a un tercer trimestre (julio, agosto y septiembre) más moderado, como anticipaba esta semana el Banco de España. El organismo habla ya de "debilitamiento" y prevé un crecimiento del PIB en el tercer trimestre del año de un 0,3% (la estimación está hecha antes de conocer la actualización al alza del INE).

Esta ralentización se empieza a palpar en la afiliación a la Seguridad Social, una menor inversión de las empresas manufactureras, así como un debilitamiento en la facturación. También por el enfriamiento de la actividad global, sobre todo de países como China y el conjunto de la zona euro, y el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo, que según las últimas estimaciones del organismo supervisor tendrá un impacto negativo de hasta un punto porcentual en el crecimiento del PIB de 2023.