¿Estamos ante una burbuja inmobiliaria como en 2007?
El profesor Boar analiza la situación del sector inmobiliario y la compara con la de la crisis del ladrillo
Los precios de los inmuebles no han parado de subir: pisos, casas, parkings, trasteros... Echando una mirada al pasado, podríamos pensar que estamos de nuevo en una burbuja. Al fin y al cabo, hace quince años explotó pese a que los precios cayeron en picado (pequeña esperanza). Sin embargo, por desgracia, la situación del mercado hoy es muy diferente y no se puede prever una caída de los precios.
En primer lugar, en 2007 tuvimos un exceso de oferta: hasta el doble de pisos construidos que la demanda existente. Hoy, en cambio, tenemos un déficit de oferta al no haber prácticamente nuevas construcciones y con factores adicionales a la demanda, como la rentabilidad que genera el alquiler. Lo complicado es encontrar viviendas disponibles para la compraventa. Tal es la diferencia en el mercado que frente a hipotecas de valor similar en los 2 períodos (orgen los 145.000 euros de media), hace 15 años se firmaron 1.900.000, pero en el 2023 no llegamos a las 300.000 hipotecas concedidas.
El estancamiento en el mercado es total. Por ejemplo, en enero de este año se han firmado un 10% menos que en el mismo mes de 2023. Además, no podemos obviar un factor esencial: más de la mitad de las compraventas se realizan en efectivo.
Según el INE, en Catalunya, en 2023 los precios subieron de media un 3,5% en las viviendas de segunda mano y un 10% en las nuevas. Estos incrementos se han dado con las hipotecas más caras de los últimos 15 años. La relación debería ser inversa: a mayor coste de la hipoteca, menos transacciones y caída de los precios. Pues bien, la realidad es que los altos tipos no derriban los precios y el Euribor ya ha empezado a bajar. Así, podemos prever que cuando se abaraten las hipotecas, habrá más compradores disponibles y, por tanto, los precios se dispararán aún más. Si es una burbuja, sólo acaba de empezar.