El cannabis ya no es tabú en las farmacéuticas catalanas

“Cannabix CBD crema es el primer producto de la marca Cannabix CBD. Se trata de una crema de uso tópico que contiene como ingrediente principal cannabidiol (CBD), un fitocannabinoide que se extrae de la planta del cannabis y que actúa sobre el sistema endocannabinoide de nuestro cuerpo proporcionando alivio y bienestar gracias a su efecto reconfortante”.

Este párrafo, con profusión de términos derivados de la palabra cannabis e incluido en la nota informativa de Uriach para anunciar el lanzamiento de CannabiX CBD Crema, muestra que las farmacéuticas catalanas han tumbado otro muro: el del uso del cannabis para elaborar medicamentos.

El cannabis es, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la sustancia ilícita más utilizada en el mundo. Su uso recreativo, al que consagró su vida y obra Bob Marley, le ha convertido en una sustancia mítica. Mientras el debate sobre su legalización se enciende cíclicamente, la historia demuestra que la atracción que siente el hombre por esta planta nació hace 5.000 años en Mongolia, donde se utilizaba de forma recreativa y medicinal, y es difícil de detener.

El historiador griego Heródoto habla de trajes hechos con cannabis, el médico persa Avicena ya le menciona a su Canon de medicina, Colón fue el primero en llevarlo a América (en las velas y cuerdas de las embarcaciones) y es en este continente donde ha encontrado algunos de sus defensores más entusiastas. Lo eran George Washington (“Haré todo lo posible para sembrar cannabis en todas partes”), Louis Armstrong (“Es cien veces mejor que el whisky”) o Stephen King (“No sólo debe ser legal, sino que debería ser una industria”).

Y, en efecto, hoy en día ya es una incipiente industria, tanto en los usos recreativos como en los medicinales. Este segundo uso tiene mucho que ver con uno de los componentes del cannabis, el CBD o el cannabidiol, que no tiene efectos psicoactivos pero sí analgésicos o antiinflamatorios.

Esto nos lleva de nuevo a Cannabix CBD, una crema analgésica que sale al mercado en pleno boom de los usos medicinales del cannabis. "Detectamos una tendencia mundial en esta dirección y hablamos con farmacéuticos que no tenían ningún producto de este segmento y estaban dispuestos a venderlos", explican fuentes del departamento de innovación de Uriach.

La empresa que lidera Oriol Segarra se fijó especialmente en cómo estos productos están triunfando en la costa este de Estados Unidos, y ha dedicado poco más de nueve meses a lanzarlo al mercado. Antes, sin embargo, había que sondear a los potenciales consumidores: “Detectamos que había un cierto miedo, un cierto recelo, y por eso creemos que es importante que haya detrás un laboratorio de nuestra reputación”, añade la voz de esta compañía familiar.

El doctor Rafael Maldonado, que ha colaborado con el laboratorio, aclara, quizás para tratar de combatir estos recelos, que el CBD no tiene ningún efecto psicoactivo, pero, en cambio, puede ser un eficaz antiinflamatorio.

Uriach ha explicado que quiere lanzar nuevos medicamentos a base de CBD sintético, pero estos planes todavía están lejos. En cualquier caso, el Cannabix CBD Crema ya está en las farmacias, en un paso ciertamente histórico para las farmacéuticas catalanas. En cualquier caso, desde la empresa rechazan la etiqueta de pioneros en la materia: "Hay farmacias que tienen muchos productos extranjeros, y es posible que ya tengan algo similar".

Donde seguro tiene competencia la disruptiva crema analgésica de Uriach -que cuesta 15,90 euros la unidad- está en los clubs cannábicos, donde se venden productos similares, como uno llamado Judas Iscariote.