De hacer fideos a ser los reyes de las galletas: la odisea de los hermanos Cuétara
El creador de Cola Cao y Nocilla, el grupo Nutrexpa, adquirió la marca en el 2008, pero con la escisión de la compañía en el 2014 recaló a Adam Foods
Laura lleva diez años sin comer galletas TostaRica porque es celíaca, pero todavía las sueña. De hecho, siguen siendo sus galletas favoritas. También son las galletas preferidas de Joan, su marido. El día de la boda, cuando los invitados se sentaron a la mesa, se encontraron una cajita con un montón de pequeños detalles. Entre las sorpresas que contenía estaba un paquetito de galletas TostaRica personalizadas con la silueta de la fotografía del día en que él le pidió matrimonio. "Son unas galletas que nos traen muy buenos recuerdos", confiesan alEmpresas. Como a ellos, el sabor de mantequilla y la textura crujiente de las TostaRica despierta nostalgia a muchos de los niños nacidos después de 1975, el año en que llegaron a los supermercados catalanes. La marca es consciente de ello y, por eso, hace tiempo que ofrece un servicio para personalizar las galletas para ocasiones especiales como la de Joan y Laura.
Ahora bien, si las TostaRica despiertan recuerdos a este segmento de consumidores, otros productos como las cajas de Artiach, las galletas María Cuétara y los surtidos Cuétara remueven la memoria de otras generaciones. Hoy todos estos productos forman parte de un mismo catálogo: el de Cuétara, una de las grandes patas del gigante Adam Foods, quien también controla La Piara, Phoskitos, Carlit y Aneto, entre otros. En 2024, el grupo facturó 400 millones de euros y Cuétara está presente en medio centenar de países. ¿Pero de dónde salió la marca?
El viaje hacia México
La historia de Cuétara arranca a principios del siglo XX, en medio del frondoso valle de Liébana, en Cantabria. Fue allá donde nacieron los hermanos Juan y Florencio Gómez Cuétara. En 1906, ellos y otros cuatro hermanos se embarcaron hacia México en busca de un futuro mejor. Sobrevivieron a la Revolución Mexicana, abrieron una tienda y fueron sobreviviendo, hasta que en 1932 fundaron su primera empresa: una fábrica de pasta para sopa llamada La Espiga.
Sólo tres años después, en 1935, esa pequeña empresa se reenfocó y rebautizó con el nombre de Galletas Gómez Cuétara. Con el inicio de la producción de galletas, rápidamente tuvieron éxito: tanto que en 1945 ya se aventuraron a abrir una segunda fábrica en Veracruz. Los hermanos intentaron emular su éxito sudamericano en España. En 1946, Juan y Florencio regresaron a Santander. Un año más tarde ya eran dueños y caballeros de una nueva empresa, Cuétara Hermanos, nacida después de comprar una pequeña fábrica local de galletas. En 1951, la nueva marca cortó la cinta de una gran planta de producción en Reinosa, de la que empezaron a salir camiones cargados de las recetas que les habían hecho tan famosos en México. En España, la jugada también les salió bien.
En los años sesenta, Cuétara se extendió por todo el Estado. En 1964, ya con fábricas en varios puntos y una notable presencia en los hogares españoles, estrenó la planta de Villarejo de Salvanés, que hoy todavía es una de las más relevantes que la compañía tiene en Europa. En la década de los setenta, la marca dio el salto internacional con una nueva fábrica en Portugal y, en los ochenta, los fundadores pasaron el relevo a la segunda generación. En 1985, Cuétara celebraba medio siglo de vida.
Cambios de manos
En 2001, Cuétara dio un paso de gigante y se fusionó con SOS Arana Alimentación. De ese movimiento salió el Grupo SOS Cuétara, un conglomerado que combinaba las galletas con productos como el arroz, el aceite o las conservas. Aquel movimiento marcó el inicio de una nueva etapa para la marca, que creció en facturación y distribución pero perdió el carácter familiar de los orígenes. En 2008, en plena reestructuración del grupo, la división de galletas fue vendida a Nutrexpa, el grupo catalán creador de Cola Cao, Nocilla y Phoskitos. La compañía intentó revitalizar la marca.
En 2014, Nutrexpa se dividió en dos nuevas sociedades: Idilia Foods –con Cola Cao y Nocilla– y Adam Foods, que quedó bajo control de la familia Ventura y se hizo cargo de las marcas de galletas, como Cuétara y Artiach. Desde entonces, Cuétara forma parte de este grupo, que ha apostado por mantener vivo el legado histórico de la marca mientras lo adapta a las nuevas tendencias de consumo.
- 1932
Juan y Florencio fundan en Ciudad de México su primera empresa, La Espiga, dedicada a la fabricación de pasta para sopa.
- 1935
Nace la marca Galletas Gómez Cuétara, con sede en México DF.
- 1945
Se inaugura una segunda fábrica en Veracruz.
- 1946
Juan y Florencio vuelven a España para reproducir el éxito y fundan una nueva empresa.
- 1973
Cuétara inicia la internacionalización con una fábrica en Pombal, Portugal.
- 1975
Se lanzan las galletas TostaRica.
- 2001
Cuétara se fusiona con SOS Arana Alimentación y nace el grupo SOS Cuétara.
- 2008
La división de galletas de Cuétara pasa a manos del grupo catalán Nutrexpa.
- 2014
Nutrexpa se divide en dos sociedades: Idilia Foods y Adam Foods.
- 2015
Cuétara pasa a formar parte del Grupo Adam Foods, liderado por la familia Ventura.
- 2024
Adam Foods supera los 400 millones de euros de facturación y exporta Cuétara a más de 50 países.