Los guardianes del dinero en efectivo: ¿de dónde salen los furgones blindados de Loomis?

Una furgoneta blindada de color blanco, con el logotipo de Loomis en los laterales, aparcada junto a la parada de metro de Poble Sec, en Barcelona. Tiene los cuatro intermitentes activados. Dentro no hay nadie. Al cabo de unos minutos, una pareja de agentes con uniformes negros salen de la boca del metro y se dirigen al vehículo: en sus manos cargan un paquete con el dinero en efectivo que ha recaudado la máquina de billetes del metro. Loomis es la empresa encargada de recoger y recontar el dinero en efectivo que cada día genera parte de la red de cajeros de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). También es habitual ver sus furgones esperando frente a entidades bancarias o de grandes centros comerciales.

Con una flota de 400 vehículos privados, Loomis da servicio a más de 4.000 clientes que necesitan mover a menudo cantidades importantes de monedas y billetes. En 2023, la filial de la compañía en España facturó más de 153 millones de euros, cifras muy similares a las que obtuvo su principal competidor, Prosegur, según el registro mercantil. Ambas son las grandes guardianas del efectivo en España, pero Loomis es la que tiene unas raíces más antiguas. De hecho, se remontan a hace más de 160 años en el Far West americano, en la época del ferrocarril, lossaloonsy las diligencias.

La fiebre del oro

En 1841, el estadounidense William Harnden capitaneaba la Harnden and Company, la primera compañía de mensajería expreso independiente de Estados Unidos. Por aquel entonces, cuando la gente necesitaba enviar correo con urgencia, prefería contratar empresas privadas antes que el servicio postal del país. Sin embargo, había una región donde era muy difícil hacer llegar paquetes: la ruta entre Nueva York y Albany, pasando por Buffalo. Para ir de esta última ciudad a Albany, por ejemplo, era necesario encadenar trenes y diligencias durante tres días y cuatro noches. Para cubrir el trayecto, Harnden contrató a un joven, Henry Wells, que estuvo trajinando baúles, dinero y objetos de valor arriba y abajo durante meses. Se hizo amigo de los banqueros y comerciantes de la zona, que se le quejaban a menudo de que era muy complicado transportar paquetes a Nueva York. Wells olió una oportunidad de negocio.

Wells explicó a Harnden cómo podía crear una línea para ellos, pero éste declinó. "Si quieres hacer un servicio expreso hasta allí, mejor que lo hagas por tu cuenta: yo elijo operar dónde hay negocio", le contestó. Wells dejó la empresa de Harnden y fundó su propia compañía. En 1845 contrató los servicios de otra empresa, fundada por William G. Fargo, para cubrir una nueva ruta en la zona de Cleveland y Chicago. En 1850 ambos y otros mensajeros estadounidenses fusionaron sus negocios y crearon el American Express Company. Se convirtió en una gran red de mensajeros, con decenas de oficinas repartidas por la costa este y el centro del país.

Cuando estalló la fiebre del oro en California, Wells y Fargo propusieron al resto de socios expandir los servicios de mensajería hacia la costa oeste. Vieron claro que era más necesario que nunca un servicio seguro para transportar todo el dinero que se estaba generando. La mayoría del consejo lo rechazó y Wells y Fargo crearon su propia empresa: Wells, Fargo & Co. La aventura fue un éxito.

Un trayecto paralelo

Mientras Wells, Fargo & Co. crecía uniendo las dos costas de Estados Unidos, en 1905, en Alaska, se fundó otra empresa. Se llamaba Clearly Creek Commercial Company y al frente estaba Lee Loomis. Era un mensajero que utilizaba un trineo con perros para abastecer a los mineros de la zona con productos de todo tipo. En 1925, dio un salto adelante creando Loomis Armored Car Service: invirtió 8.000 dólares en la fabricación del primer vehículo blindado de transporte seguro hecho a medida. Los clientes se le multiplicaron y enseguida se expandió por Estados Unidos y Canadá.

En 1979, la familia Loomis vendió la compañía. La empresa fue pasando por varias manos hasta que, a finales de 1990, adquirió la empresa Wells Fargo Armored. En 2001, Securitas absorbió el negocio y en 2006 rebautizó su servicio de gestión de efectivo con el actual nombre de Loomis. Hoy, emplea a unas 22.000 personas en todo el mundo.