Es 1901, y en una de las escaleras metálicas que conducen a la flamante fábrica de Bosch ocho trabajadores se acicalan para salir bien al retrato. Son algunos de los técnicos e ingenieros que han desarrollado la magneto de encendido: el invento que ha hecho triunfar este taller mecánico de Stuttgart, en Alemania. Es un artilugio pequeño pero que con pocos años de vida ha revolucionado la industria del automóvil. Cuando se activa, genera una chispa eléctrica capaz de encender el motor de un vehículo. Uno de los empleados lo lleva en la mano y le muestra orgulloso al retratista, que ese día también toma fotografías de las instalaciones, recién inauguradas.
Estos son los primeros pasos en firme de una compañía que, 125 años después, ha facturado 90.300 millones de euros en todo el mundo, de los que 2.488 gracias al mercado español. Ahora bien, a diferencia de principios del siglo XX, todos los billetes que mueve no salen de vender piezas para automóviles. La compañía se ha diversificado: el núcleo duro del negocio sigue siendo el de la movilidad, con un 60% de sus ingresos, pero también tiene brazos empresariales dedicados a vender soluciones de automatización y robótica para la industria, sistemas de climatización y gestión energética para edificios y electrodomésticos para el hogar.
Hoy, la fábrica que el fotógrafo retrató en 1901 en Stuttgart ya no existe: se destruyó durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el éxito de la compañía sigue intacto en las afueras de la ciudad, con un nuevo edificio inaugurado en 1970 en el municipio de Gerlingen. Es el lugar del que salen las directrices para las filiales de la marca y los más de 429.000 trabajadores que tiene Bosch repartidos por 60 países. ¿Cómo ha llegado la empresa a estas cifras?
El undécimo de doce hijos
El nombre de la marca viene de su fundador, Robert Bosch. Nacido el 23 de septiembre de 1861, era el undécimo hijo de un matrimonio de terratenientes de Albeck, un pueblo en la región de Suabia, en Alemania. Se formó en una escuela técnica de la zona y, entre 15 y 18 años, se especializó en mecánica de precisión. Esto le abrió sus puertas a colaborar con empresas como Siemens, donde acabó de coger rodaje. En uno de los trabajos se le encargó que construyera una magneto de alta tensión para un motor de una fábrica. Le dieron el diseño hecho, pero él lo mejoró.
El 15 de noviembre de 1886, y con todo el conocimiento en la mochila, Bosch se convirtió en emprendedor. Ese día levantó por primera vez la persiana de su propio taller, en Stuttgart, con un par de aprendices. Se obsesionó con las magnetos. En 1897 empezó a instalarlo en automóviles y se convirtió en el único proveedor de un sistema de ignición realmente fiable. En 1900 el negocio ya había crecido, y cambiaron el taller por una nueva fábrica. En 1902, su ingeniero jefe, Gottlob Honold, aún acabó de redondear el invento añadiendo una bujía. Con ese retoque, Bosch se coronó como proveedor líder mundial del sector del automóvil.
En paralelo, Bosch había abierto empresas en otras ciudades europeas, como Londres y París, donde empezó a producir magnetos en una nueva planta. Con la expansión territorial, llegó también la inversión publicitaria. En 1903, por ejemplo, Bosch se hizo popular por haber proveído al Mercedes del belga Camille Jenatzy, que ganó la copa Gordon Bennett de Irlanda.
El estallido del automóvil
Cuando el coche se devolvió un medio de transporte popular, Bosch apostó fuerte con nuevos productos. En 1913 presentó un sistema de iluminación eléctrica para vehículos; en 1926, un limpiaparabrisas, una bocina y luces para motos y bicis. A partir de este año, Bosch aplicó su tecnología a un campo muy diverso de productos: desde sacapuntas de afeitar hasta radios para los hogares de la época. Durante la Segunda Guerra Mundial, la producción se reorientó al sector militar, y los empleados llamados a filas fueron sustituidos por trabajadores venidos de territorios ocupados de forma forzada y con condiciones infrahumanas. En 1942 Robert Bosch murió, pero dejó todo bien atado para sus sucesores.
En los años 50, Bosch se abrió camino en los electrodomésticos del hogar, como las lavadoras o radios para coches. Del 60 al 80, el grupo se diversificó por completo, selló una alianza con Siemens para entrar en los hogares y se convirtió en una empresa de alcance mundial.
Las fechas clave
1861
Robert Bosch, el fundador de Bosch, nace en Albeck, Suabia (Alemania).
1886
Abre el primer taller de mecánica de precisión e ingeniería eléctrica en Stuttgart.
1897
Primeras instalaciones de magnetos en automóviles, con éxito comercial.
1900
El taller se traslada a una nueva fábrica en Stuttgart.
1902
Gottlob Honold perfecciona el sistema con el añadido de la bujía.
1913
Lanzamiento del sistema de iluminación eléctrica para vehículos.
1926
Bosch presenta limpiaparabrisas, bocinas y luces para motos y bicicletas.
1942
Robert Bosch muere en Stuttgart.
1950
Bosch entra en el mercado de electrodomésticos y radios para coches.
1970
Inauguración de la nueva sede central en Gerlingen, en las afueras de Stuttgart.
1980
La compañía ha vivido una etapa de diversificación, alianza con Siemens y expansión mundial.
2024
Bosch factura 90.300 M€ en el mundo y cuenta con 429.000 empleados.