Un kayak plegable que se carga como una mochila

Lo que en un principio era una necesidad propia se acabó convirtiendo en un proyecto empresarial con gran potencial. Ésta es la historia del Jacinto Subirats, un vecino del Perelló -Baix Ebre- aficionado al remo. Bombero de profesión, su familia tenía una casa en el litoral de L'Ametlla de Mar. Antes de llegar a la costa, sin embargo, tenía que bajar un fuerte desnivel, y con los kayaks convencionales suponía un auténtico quebradero de cabeza.

De ahí surgió Cubykayak, una empresa con sede en Tortosa que fabrica kayaks que se pueden cargar como una mochila y montarse en menos de 30 segundos. Jacint Subirats, que es ahora el director general de la firma, fabricó el primer prototipo en el verano del 2013. Se trataba de una embarcación con la proa cuadrada -de ahí el nombre de Cubykayak- que pronto captó el atención del público. “Cuando lo llevaba a las playas se hacían círculos mientras lo montaba, y fue ahí cuando pensé que había creado un producto interesante”, recuerda Subirats. Movido por la expectación que generaba, este emprendedor patentó la idea y llegó a un acuerdo con una empresa de la zona para empezar a producir entre uno y tres kayaks al día. Además del mercado nacional, Estados Unidos o Latinoamérica son algunos de los puntos donde los clientes se han interesado por el invento. Actualmente, Cubykayak ha vendido unos setenta embarques.

Sin embargo, la empresa tiene ahora mismo la producción parada. Vuelo dar un paso atrás para poder dar dos hacia delante. Para poder cubrir toda la demanda necesita fabricar entre 10 y 13 kayaks al día utilizando moldes de aluminio. Para que esto sea posible, debe entrarles una inversión de 120.000 euros. "Encuentro que hay una cierta miopía inversora", dice Subirats. Defiende que su producto “es un concepto único en el mundo que ahora ya tiene una demanda importante y con una pequeña ayuda puede tener mucha más”.

Ahora que el verano se acerca, sin embargo, Cubykayak no quiere hacer esperar a sus clientes. En estos momentos tienen hasta 50 reservas procedentes tanto del territorio catalán como del extranjero. A falta de inversión, Subirats ha encontrado una solución temporal. Producirá sus embarcaciones en moldes de fibra de vidrio, que fabricarán cerca de cuatro kayaks al día. Este modelo de kayak mide 135 cm de altura, 60cm de ancho y 36 cm de profundidad cuando esté plegado, las medidas perfectas para caber en el maletero de un coche. Será de poliestireno, pesará 14 kilos y costará 500 euros, "un precio asequible si lo comparamos con el resto de embarcaciones de dimensiones y características similares", asegura Subirats. Desde Cubykayak explican que la idea detrás de esta estrategia es “vender la plataforma para captar la atención del público y hacer negocio con los accesorios”.

Además del kayak, los usuarios pueden añadir una vela en la parte delantera, utensilios para pescar con caña o unir otra plataforma para crear un tándem. El precio de estas piezas va desde los 40 euros para un asiento individual hasta los 420 para convertir un kayak en biplaza. La empresa prevé recuperar la inversión inicial este verano después de cubrir los pedidos pendientes. A partir de ahí, Subirats augura un buen futuro en la empresa y afirma que “en dos años” entrará a niveles “de plena producción”.