TECNOLOGÍA

La máquina que seca las chancletas en 60 segundos

Burüdry es el invento de un catalán que utiliza la tecnología de luz ultravioleta para acabar con los hongos y añadir más servicios a los gimnasios

Paula Solanas
y Paula Solanas

Literalmente, fue una idea de bombero. En David Infantes lleva 14 años trabajando para el cuerpo de Bomberos de Barcelona y seis que tiene en la cabeza un proyecto para acabar con uno de los grandes quebraderos de cabeza de los usuarios de los gimnasios y centros deportivos. Este catalán ha diseñado el Burüdry, un dispositivo que consigue secar las chanclas de piscina en tan sólo un minuto. El invento es parecido a un horno que utiliza luz ultravioleta y permite poner los zapatos mojados para que estén secas en unos 60 segundos. Según el creador, instalarlo es tan sencillo como colgarlo en la pared y enchufarlo en la corriente.

“Entreno varias veces a la semana y hago mucho deporte, y siempre me encontraba con los chancletes mojados en el bolso y con malos olores”, explica Infantes. El emprendedor se fijó que muchos usuarios utilizaban los secadores de manos para resolver este inconveniente y decidió crear un aparato más específico. En este sentido, el sistema también esteriliza las chancletas y evita que la humedad haga aparecer hongos.

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Así pues, presentó el proyecto a la aceladora para start-ups del fabricante de piscinas y tratamiento de agua Fluidra, en donde ideó el plan de negocio y constituyó la empresa Burüburan. Esta palabra significa azul y blanco en japonés, dos colores que para Infantes simbolizan la innovación y la limpieza. “Yo había hecho la formación profesional de electricidad, ¡pero nunca me había puesto a desarrollar una empresa!”, admite Infantes. Su objetivo es que el dispositivo pueda instalarse en gimnasios, hoteles y spas en una primera etapa. Ya cuenta con cuatro centros deportivos que lo están probando en fase piloto. Niños desarrolló unos 40 prototipos hechos con madera hasta llegar al definitivo. "Fue todo un ejercicio de prueba-error en el trastero de mi casa", explica. En un primer momento, quiere potenciar el canal deportivo y del ocio, pero cuando el aparato se empiece a comercializar también ve otras salidas para usos técnicos o industriales. Por ahora cuenta con una treintena de unidades que desea vender a través de distribuidores del sector. En este sentido, el dispositivo es customizable y se puede recubrir con distintos colores o materiales como la madera.

Sin embargo, uno de los obstáculos del Burüdry todavía es el precio. El de salida está en unos 1.850 euros, y ahora el reto de la compañía es conseguir inversores para rebajar sus costes de fabricación. Ya hay gimnasios -sobre todo en la gama más premium - que cuentan con secadores de bañadores en sus instalaciones. De hecho, estos aparatos se encuentran en un rango de precios similares al Burüdry, aunque no son habituales en todos los centros deportivos precisamente por su elevado coste.

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Es por eso que la empresa participó en la primera edición del IQS Tech Fest, el primer festival del Estado enfocado a start-ups industriales organizado por el centro emprendedor de la Universidad barcelonesa. El evento expuso el proyecto de Infantes entre un total de 50 iniciativas emprendedoras en busca de fondos para financiarse. Aparte de este salón, el creador de Burüburan también ha paseado su invento por el Barcelona Building Construmat y la feria Piscina & Wellness. Aunque se ha estrenado en el mundo emprendedor, Niños tiene muy claro que su vocación es ser bombero. "Fue una casualidad, tener esa idea, pero no me dedicaría", asegura el inventor. De hecho, explica que también le gustaría combinar su trabajo en el cuerpo de Bomberos con tareas para ONG.