La parada de mercado que vende carne de lujo en toda España
Sanmartí1850, en el Mercado de Sabadell, quiere ser líder estatal en carnes de alta gama gracias a la estrategia online
"Hemos vendido carne de cebra, de cocodrilo y de pitón". Esta afirmación demuestra la idea diferente de que Àlex Castany, carnicero y propietario de Sanmartí1850, tiene de lo que debe ser una parada de carne, concretamente del Mercado de Sabadell. “Tenemos un enfoque nuevo”, explica Castany, basado en vender carne exótica y, sobre todo, de la gama más alta a través de internet.
Castany es la sexta generación de paradistas desde que una antepasada suya, Joana Gorina, hija de una familia acomodada de Sabadell, fue desheredada por sus padres cuando se casó con un contrabandista andorrano. En 1850, Gorina y su marido abrieron una parada de pollos en Sabadell que presentó la innovación de venderlos ya muertos y troceados, en un momento en que el ganado todavía se venía vivo en la calle.
Este carácter innovador ha llegado hasta Castany, que además de carnicero estudió comercio. Una vez graduado le surgió la posibilidad de ampliar el negocio familiar, que entonces constaba de una pollería donde trabajaban cuatro personas, con la adquisición de una carnicería en el propio Mercat de Sabadell. Con esta compra, Castany optó por introducir un giro al negocio mejorando radicalmente la calidad del producto.
El problema de este giro era que un puesto de mercado tradicional no podía sobrevivir sólo con carnes de lujo, por lo que aprovechó los conocimientos de su pareja en comercio digital para lanzar una página web. "Vimos demanda en toda España", afirma Castany.
Sanmartí1850 vende a España y Andorra. Ahora bien, "la idea no es hacer la competencia al carnicero de Toledo", dice Castany. El objetivo de la venta online es captar a un tipo de cliente interesado en producto de alta calidad y que no se mira tanto el precio. Para llegar a este tipo de consumidor, Sanmartí1850 debe diferenciarse no sólo con el producto, sino también con el servicio. "Cuando me llega un pedido por internet llamo al cliente, le envío fotos del producto e incluso puedo hacer videollamadas para aportarle el máximo nivel de confianza", dice Castany. “Comprar un pedazo de carne que no ves a una persona que no conoces es un acto de fe ciega”, asume, por lo que es positivo facilitar el acceso del cliente al objeto de la compra. El carnicero recuerda su vocación: “Ante todo somos paradistas, y queremos un trato lo más personal posible para transformar una venta online en una venta de mercado”.
Lo más complicado, sin embargo, es resolver la logística. Según Castany, “no hay empresas fiables” para realizar el transporte, porque un corte de carne de calidad debe viajar en frío, un servicio que los operadores de transporte de mercancías no ofrecen en todas partes. Para solucionarlo, la empresa desarrolló una caja autorrefrigerada que mantiene la carne a la temperatura adecuada durante 36 horas. Con ese margen de tiempo encontraron una compañía de mensajería que envía los paquetes en 24 horas a cualquier municipio. "Si el pedido llega durante la mañana, el paquete sale a las ocho de la tarde y llega al cliente antes del mediodía siguiente", dice Castany.
La rapidez en la entrega que exige la carne encarece el producto tanto por el gasto del envío como por la caja refrigerada, que cuesta ocho euros. Esto hace que hayan tenido que imponer un gasto mínimo por envío, pero el hecho de vender online también ayuda a que los clientes adquieran más productos en una sola compra. El ticket medio por cliente es de 350 euros, una cifra que compensa los costes de envío.
Recientemente, la empresa ha ampliado la presencia en el Mercado de Sabadell con la compra de una charcutería, que le ha permitido ofrecer toda la gama de productos cárnicos: aves de corral, vacuno y porcino. Además, la charcutería dispone de un obrador y de un pequeño muelle de carga que suponen, según el emprendedor, las “bases para crecer” en el futuro. Sanmartí1850, que ahora tiene 23 trabajadores, quiere encabezar el mercado de gama alta en España. Por eso quiere potenciar la venta online con una nueva web y una fuerte presencia en las redes sociales, y abrirse también a clientes profesionales. De hecho, las ventas a restaurantes de alta gastronomía suponen ya entre el 8% y el 10% del total de la facturación, que la empresa no revela.
Aparte de esto, Castany también opta por “hacer pedagogía” entre los consumidores. “El cliente pide cada vez más información sobre los productos, asegura el carnicero. Por eso quiere concienciar al público de las ventajas de consumir buena carne. “Todo el mundo se llena la boca con la calidad”, dice Castany, quien cree que, a la hora de la verdad, tanto carniceros como clientes se centran en el precio. "Con un euro más de precio puede haber mucha diferencia", dice. En este sentido, Castany cree que hay que consumir “menos carne, pero de mayor calidad”.