Royalverd, de la Garrotxa a Maracaná
La empresa catalana se cuida del césped de estadios como el Wanda o el RCDE Stadium y es pionera en la innovación dentro del sector
el Atlético y el Barça disputaron ayer un partido trascendental de cara a sus aspiraciones en el título de Liga. Y el escenario, el Wanda Metropolitano, tenía todos los alicientes propios de un partido de altos vuelos. Griezmann y Messi liderando los dos onces de gala, un estadio lleno hasta los topes e incluso un césped por estrenar. Los jugadores pusieron el espectáculo; Royalverd, el terreno de juego.
Esta empresa situada en la Garrotxa se dedica desde 2003 a la instalación y mantenimiento de césped en los campos de fútbol de la élite española. Su proyecto está más que consolidado, pero ni su fundador y actual director general, Eudald Morera, se esperaba esta progresión. “En nuestro plan de negocio no planteamos llegar a una gran facturación; el objetivo inicial era trabajar en un entorno más cercano”, reconoce Morera. Desviarse de la idea inicial no parece haberles ido mal. Hoy en día gestionan el césped de la mitad de los equipos de Primera División y algunos clubs de la categoría de plata. Entre sus clientes más destacados se encuentran el Espanyol, el Girona o el Celta de Vigo, aunque también han pasado por sus manos auténticos gigantes como el Barça. Morera manifiesta que la empresa no pretende alcanzar el 100% de la cuota de mercado, aunque, si lo propusiera, lo tendría bastante complicado. “Tenemos de cliente al Betis pero no al Sevilla; nos encargamos del Atlético pero no del Madrid”, explica. La rivalidad de algunos clubs llega incluso a estos aspectos.
Aparte de su presencia en el mercado estatal, Royalverd también decidió hacer las Américas hace cuatro años. Todo ello “gracias” a la crisis. "Si no hubiera llegado nos habríamos instalado en una zona de confort", apunta Morera. “Vimos que quizá valía la pena coger la maleta de las ilusiones e intentar internacionalizarnos”, comenta ahora el directivo. Penetrarse en otros mercados con ligas de alto nivel era complicado. Su objetivo era una competición internacional, y allí sonó la flauta. En el Mundial de Brasil, celebrado en el 2014, entraron por la puerta grande. Tras aliarse con la empresa local Greenleaf, el grupo garrochino fue el encargado de poner el césped de siete de los 12 estadios donde se celebró la fase final de la competición. Entre ellos, la guinda del pastel: el estadio de Maracanã.
“La experiencia sirvió para entender que éramos mejores de lo que pensábamos”, admite Morera. La entrada en el escenario mundialista también abrió nuevas puertas a la marca. A estas alturas Royalverd ya ha iniciado las conversaciones para ser uno de los proveedores de césped del Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México. Además, la firma tiene ya adjudicada la instalación y mantenimiento de cinco campos de cara al próximo Mundial de Qatar.
La empresa facturó 9,4 millones de euros en 2017 y prevé que las ventas suban hasta los 12 millones en este ejercicio, una progresión que se ha mantenido ininterrumpidamente en los últimos cinco años. Aparte del aterrizaje en nuevos mercados, la mejora en los resultados de Royalverd se explica por su inversión en nuevas tecnologías.
Hasta ahora la compañía tenía una plantación en la zona de Burdeos, donde crece el césped que se planta en los campos de fútbol. Su sede central está situada en Les Preses y tiene una pequeña instalación en Verges (Baix Empordà) destinada a trabajos menores de jardinería tradicional. Sin embargo, hace poco la sociedad añadió una instalación puntera en el sector dentro de su cartera de activos. En Vall d'en Bas se ha levantado un centro de investigación que permite evaluar el rendimiento de nuevos modelos de césped, formar a los empleados y acoger equipos profesionales para que entrenen sobre el nuevo terreno de juego. Es precisamente en este espacio donde se está desarrollando un nuevo modelo de césped híbrido (mitad natural mitad artificial) por el que apuestan cada vez más equipos de Primera. De hecho, el partido de ayer en el Wanda se disputó sobre esa nueva superficie.
“Con el césped híbrido, el terreno no se levanta”, explica Morera. “El fútbol es un juego de precisión; si el césped acompaña y la superficie es homogénea, el juego es aún más espectacular”, añade el directivo. Los campos que ya han apostado por esta técnica son el estadio de San Mamés, el RCDE Stadium o la Ciudad Deportiva del Girona.
Cuando le preguntan de qué equipo es, Eudald Morera prefiere no decir nombres. "Soy de todos los equipos que son clientes míos y también del Olot", dice, en referencia a su ciudad natal. Ahora mismo el equipo juega en Segunda B y Royalverd también se encarga del mantenimiento del verde del estadio municipal.
Sea como fuere, su trabajo tampoco le permite estar demasiado pendiente de lo que se disputa sobre el terreno de juego. “Me fijo mucho más en el césped que en el marcador; siempre miro cómo se comportan los jugadores el césped”, confiesa. El partido de ayer le vio in situ desde el palco, pero el resultado le importaría muy poco. El campeonato puede ganarlo cualquiera, lo que interesa a Royalverd es ofrecer un césped que les permita seguir siendo líderes dentro de su sector.