Innovación

La superbatería catalana que se carga en cinco minutos

Napptilus recurre a los nanomateriales para resolver los problemas del almacenamiento energético

BarcelonaSe carga en sólo cinco minutos y tiene una vida útil de 30.000 ciclos de recarga (15 veces más que las actuales baterías de litio). Éste es el prototipo de batería creado por la compañía catalana Napptilus Battery Labs, que quiere resolver muchos de los problemas que tienen los sistemas actuales de almacenamiento energético. Para llegar a este prototipo ha sido necesaria una inversión de dos millones de euros y siete años de investigación. Napptilus Battery Labs forma parte de Napptilus Tech Labs, la cartera de compañías fundada en 2004 por Rafa Terradas con sede en el Tech Barcelona.

Ahora, una vez conseguido el prototipo, los impulsores de este proyecto quieren poner en marcha una ronda de financiación de un valor similar para dejar el proyecto listo para entrar en la fase industrial. "Hay conversaciones, pero encontrar inversores no es fácil", explica Jordi Aibar, consejero delegado y cofundador de la compañía.

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El sistema de Napptilus se basa en una tecnología de nanomateriales, que aprovecha los supercondensadores. Este tipo de batería tiene muchas ventajas respecto a los modelos actuales. Por ejemplo, los materiales que se necesitan prescinden de litio y otros materiales raros y caros. Además, su fabricación es mucho más sencilla, ya que no es necesaria una atmósfera inerte, como es el caso de las baterías actuales. Por último, su reciclaje es mucho más simple y barato, frente a las baterías actuales, que obligarán a grandes inversiones para su reciclaje una vez acaben su vida útil. Pero, por encima de todos estos aspectos, existe uno mucho más importante para las empresas que necesitan baterías: su coste es un 90% inferior a las baterías actuales de ion litio.

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De hecho, las baterías de Napptilus se llaman de diseño híbrido y están basadas en nanomateriales, como las nanopastas de carbono. Esto permite simplificar su fabricación y adaptar los componentes a las necesidades de cada cliente. Este hecho es lo que permite rebajar su coste en comparación con las baterías tradicionales. "Pueden ser de fabricación local", a diferencia de la mayoría de baterías, que actualmente se fabrican en China, "gracias a ese coste mucho más barato", indica Dani Rueda, director de tecnología de la compañía. Además, Rueda incide en la facilidad de su reciclaje. "Es muy importante", señala, y añade que en el caso de las baterías actuales "no hay forma [de hacer bien el reciclaje] y es muy caro".

La batería de Napptilus permite romper con muchas de las dependencias actuales, indica Aibar. "El mercado del litio está controlado ahora por China", recuerda el consejero delegado de la compañía. Además, los electrodos del modelo de Napptilus son mayores que los de las baterías actuales, lo que permite acumular más energía.

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Los puntos a favor de esta batería no son sólo su vida útil más larga que las actuales y la posibilidad de someterlas a más ciclos de carga. Además, poseen una gran velocidad de carga. Un ejemplo: se podría cargar un Tesla Model 5 en tres minutos, lo que permitiría hacer 120 kilómetros. Es decir, la autonomía es mucho menor a la de las baterías actuales, pero este problema queda largamente compensado por la velocidad de carga, más corta del tiempo necesario para llenar el depósito de gasolina de un coche y, evidentemente, mucho menor del tiempo necesario para cargar un coche eléctrico actualmente (unos 20 minutos).

Aplicaciones robóticas

La batería Napptilus puede resultar muy útil para el coche eléctrico, sobre todo en la movilidad urbana. Pero sus impulsores destacan otras posibilidades, como las renovables, que necesitan sistemas de almacenamiento rentable con una adecuada densidad de potencia. También se pueden utilizar en entornos industriales y aplicaciones robóticas, que requieren alta potencia y la posibilidad de agotar muchos ciclos. Napptilus permitiría en ese caso un rendimiento superior al de las baterías actuales a un coste muy inferior.

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Pese a las ventajas claras de esta tecnología, Aibar reconoce que existe "cierto nivel de desconfianza" entre los posibles inversores. "No es fácil encontrarlos", indica el consejero delegado. Sin embargo, el director de tecnología de la compañía cree que el proceso de fabricación de estas baterías saldrá adelante. Su robustez, dice, hace especialmente atractivas estas baterías. Y añade un último aspecto positivo: "La batería no es inflamable".

Los promotores de Napptilus tienen claro que pueden hacer una aportación importante a la industria catalana con su modelo (incluso apuntan a que hay algún fabricante de coches interesado) y pueden poner al alcance de la sociedad "una herramienta para la "electrificación masiva" en un momento en el que la electrificación de la industria y el transporte se consideran clave para la descarbonización de la economía.