España dice adiós a las visitas de los 'hombres de negro'

MadridHace más de diez años que el Estado recibe periódicamente la visita de los llamados hombres de negro, pero a partir de ese 11 de diciembre esto dejará de pasar. España dirá adiós a la supervisión de los funcionarios de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) tras pagar más del 75% del dinero que se abonó por parte de estas instituciones, conocidas como la "troika", en 2012 por salvar al sector financiero español y "rescatar" al Estado. "Con el pago de este mes de diciembre superaremos el 75% de la devolución del préstamo, lo que supone dejar de recibir las visitas de los hombres de negro", ha anunciado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en rueda de prensa este martes, tras el consejo de ministros.

Los técnicos bautizados como hombres de negro son hombres y mujeres que han vigilado que los gobiernos europeos rescatados tras la crisis financiera pusieran en marcha las reformas y recortes pactados a cambio de la ayuda económica que recibieron en ese momento. En concreto, con el pago de este mes de diciembre, fuentes del ministerio de Economía explican que el Estado habrá devuelto más de un 80% del préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que se concedió en 2012 para reestructurar el sistema financiero español por valor de 41.300 millones de euros –en total, España recibió 0–0.

Desde que se recibió ese dinero, las tres instituciones europeas han estado haciendo un seguimiento bianual –dos veces al año– en España. Desde ese año, la "troika" ya ha estado viajando a Madrid, aunque en su día el gobierno de Mariano Rajoy (PP) lo negó.

Reformas y recortes

Aquel rescate supuso que el gobierno español se comprometiera a llevar a cabo una serie de reformas y recortes y que tuvieron como rostro visible al entonces ministro de Economía, Luis de Guindos (PP), actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE). En medio de los ajustes fiscales, marcados también por una subida de los impuestos, se llevaron adelante la reforma laboral, la reforma de las pensiones y también una reforma educativa y de la administración pública.

También nació la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, o la Sareb, que rápidamente pasó a ser nombrada con un nombre mucho más familiar y explicativo: el banco malo. A finales del 2012, la Sareb se constituyó con un mandato y objetivo: absorber los activos tóxicos que amenazaban con derrumbar al conjunto de la banca española. De hecho, la creación de unbanco maloera la séptima condición de las 32 que impuso Bruselas a España en ese convulso verano del 2012 para acceder a un rescate de hasta 100.000 millones, necesario para frenar la caída.

Estos activos que la Sareb absorbió eran de dos naturalezas: inmuebles que las entidades bancarias se habían quedado al ejecutar créditos impagados en los primeros años de la Gran Recesión (a menudo eran propiedades sin salida comercial alguna, o incluso a medio construir), pero también créditos dudosos o impag.