La cumbre de la UE y China termina con reproches
Ambas potencias celebran en Pekín los 50 años de relaciones diplomáticas en medio de conflictos comerciales
BruselasEl regreso del tercero en discordia, Donald Trump, hizo que la Unión Europea y China se dieran una segunda oportunidad. Durante los últimos años, la potencia europea y la asiática se habían ido distanciando, tanto por motivos geopolíticos –especialmente por Ucrania y Rusia– como por los conflictos comerciales. Sin embargo, las amenazas constantes que llegaban de la Casa Blanca empujaron a Bruselas y Washington a intentarlo de nuevo, e hicieron gestos diplomáticos importantes hacia un mejor entendimiento, como organizar una cumbre entre los máximos dirigentes europeos y chinos que se ha celebrado en Pekín este jueves.
La intención era conmemorar el 50 aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas entre la UE y China, pero durante los últimos días los reproches entre ambas partes han ido en aumento y han vuelto a la tensión de antes de Trump. De hecho, el encuentro se celebró en la capital china porque los dirigentes comunitarios temían que si lo hacían en Bruselas Xi Jinping no asistiría presencialmente, y finalmente sólo durará un día, si bien de inicio querían que se alargara también hasta el viernes.
Las palabras de los dirigentes, sobre todo de Xi, han sido más bien diplomáticas y bienintencionadas. Pero Ursula von der Leyen también ha querido lanzar un claro aviso a Pekín. "Hemos llegado a un punto de inflexión. Reequilibrar nuestra relación comercial es esencial", espetó la presidenta de la Comisión Europea. A su vez, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, lamentó que el entendimiento entre los dirigentes se quede en el terreno de las palabras y reclamó que "hacen falta avances concretos" en las relaciones comerciales.
Actualmente, el déficit comercial del bloque europeo respecto al gigante asiático es sustancial: en el 2024 fue de 300.000 millones de euros, según la propia Comisión Europea. En cuanto a esta diferencia entre lo que la UE importa de la industria china y lo que exporta, tanto Von der Leyen como Costa han criticado que Pekín complique el acceso de las empresas europeas a China y que las empresas chinas reciban grandes subvenciones estatales para poder exportar a precios muy competitivos e inundar el mercado con productos muy baratos. Es decir, en general Bruselas acusa al país chino de cometer dumping y, por este motivo, la Comisión Europea ha abierto 79 investigaciones entre 2020 y 2024 contra China.
Uno de los sectores que preocupan más a Bruselas es el del coche eléctrico. se ha quejado de que, en cuanto a según qué productos, China no quiere exportarlos a la Unión Europea, lo que pone en peligro la seguridad de las cadenas de valor del tejido industrial europeo. pandemia.
En este contexto, Xi Jinping admitió en un comunicado que la relación entre ambas potencias se encuentra en un momento "crítico", pero no cedió en nada que permita reequilibrar las transacciones comerciales con la UE. Cabe recordar que para China las exportaciones al bloque europeo son primordiales, puesto que es su principal socio comercial, mientras que para la Unión Europea el gigante asiático es el tercer socio.
Pekín obvia la guerra de Ucrania
En el comunicado emitido por Pekín no existe ni rastro de la guerra de Ucrania ni del expansionismo del régimen de Vladimir Putin. De hecho, el conflicto ucraniano sigue siendo uno de los puntos más delicados de las relaciones entre Bruselas y Pekín. Aunque el presidente del Consejo Europeo ha vuelto a pedir al presidente chino que "utilice su influencia" sobre el Kremlin para detener la guerra, Xi Jinping ha hecho como si sintiera llover y mantiene las mismas relaciones de siempre con Moscú, sin aplicarle ningún tipo de sanción. De hecho, según una información de este lunes del South China Morning Post, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, admitió a su homóloga europea, Kaja Kallas, quien a Pekín no le interesaba el fin de la guerra de Ucrania porque así mantiene la atención de Estados Unidos desviada y no permite al Pentágono centrarse más en China.