Fin a la huelga histórica del motor en Estados Unidos: el sindicato UAW llega a un acuerdo con Ford

Washington"Hemos hecho historia", celebró Shawn Fain, presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), tras anunciar un principio de acuerdo con Ford que incluye una mejora sustancial de las condiciones salariales de miles de trabajadores y que servirá para terminar con una huelga de seis semanas. El nuevo convenio colectivo, que aún debe ser ratificado por los líderes del sindicato, supondrá un aumento del 25% del sueldo de los trabajadores en cuatro años y medio, con un incremento inicial del 11%.

El acuerdo sólo afecta los trabajadores de uno de los tres gigantes de la automoción de Detroit, que por primera vez en la historia han vivido una huelga simultánea, pero da fuerza al sindicato para pedir condiciones similares en sus negociaciones con General Motors y Stellantis. Los trabajadores de ambas empresas mantienen el paro mientras los representantes sindicales siguen reunidos y se espera que lleguen a un pacto equiparable.

Además del incremento salarial, que afectará a los 57.000 trabajadores de Ford afiliados al sindicato, el acuerdo también incluye la actualización de los sueldos al coste de la vida, una cláusula a la que UAW renunció en el 2008 debido a la crisis del sector. Y, según el sindicato, los trabajadores peor pagados verán un aumento de más del 150% en la vigencia del convenio. Además, incluye restricciones a la temporalidad, reconoce el derecho de los trabajadores a hacer huelgas en protesta contra el cierre de fábricas e incorpora dos semanas de baja por paternidad.

"Durante meses hemos dicho que beneficios récord significan contratos récord", ha recordado Fain en un vídeo publicado en las redes sociales: "Lo que empezó en tres plantas la medianoche del 15 de septiembre se ha convertido en un movimiento nacional. Hemos conseguido cosas que nadie creía posibles. Juntos estamos cambiando la situación de la clase trabajadora de este país" ".

La huelga del motor, que se entiende en el contexto de la ola sindical que está impactando en varias industrias en EE.UU., ha logrado en seis semanas ganarse la opinión pública y incluso el apoyo del presidente Joe Biden, que se llegó a unir a un piquete en Detroit. La estrategia utilizada también ha sido clave en su éxito: a fin de ir aumentando la presión sobre los tres gigantes de la automoción, el paro empezó en unas plantas estratégicas y progresivamente se ha ido expandiendo, por lo que han terminado haciendo huelga 45.000 de los 146.000 trabajadores que representa el sindicato.