La crisis de precios

El BCE finalmente se relaja y frena el aumento del crédito

El organismo mantiene sin cambios los tipos de interés básicos al 4,5% después de diez subidas consecutivas

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La presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el gobernador del banco central de Grecia, Iannis Sturnaras, este jueves en Atenas.

BarcelonaEl Banco Central Europeo (BCE) ha decidido detener el encarecimiento de la deuda, lo que da un respiro a las familias y empresas con créditos o hipotecas. En la reunión del consejo de gobierno, celebrada este jueves en Atenas, el organismo monetario ha dejado sin cambios los tipos de interés básicos en la zona euro al 4,5%, según ha informado el BCE en un comunicado.

última reunión celebrada el pasado 14 de septiembre, la institución monetaria aprobó un nuevo incremento de los tipos de 0,25 puntos porcentajes, hasta el 4,5%, que contrasta con el mínimo histórico del 0% en el que se situaban los tipos en la eurozona en la primavera de 2022. El BCE inició las subidas en julio del año pasado con el objetivo de combatir el encarecimiento de la vida derivado de La invasión rusa de Ucrania y había aprobado aumentos en cada reunión desde entonces.

L’evolució dels tipus d’interès
Tipus d’interès d’operacions de refinançament del BCE i mitjana mensual del tipus de fons efectiu de la Reserva Federal dels EUA

Las subidas de tipos son una de las principales herramientas de los bancos centrales para frenar el aumento de los precios de los bienes y servicios consumidos por las familias. Cuando el BCE aumenta los tipos, a los bancos les resulta más caro pedirle dinero prestado, lo que significa que las instituciones también encarecen los préstamos que conceden a los clientes. Esto explica por qué el Euribor –el tipo de interés de referencia en la zona del euro para las hipotecas– ha aumentado al mismo ritmo que los tipos básicos del BCE.

Si el crédito es más caro, a las familias y empresas les resulta más difícil pedir prestado a los bancos para consumir o invertir, lo que reduce la demanda y, por extensión, los precios, pero también ralentiza la actividad económica. Estos dos factores –luchar contra la inflación y evitar el cierre de la economía– son los que el BCE debe tener en cuenta al tomar una decisión, aunque el único mandato del BCE es mantener la inflación en torno al 2% a largo plazo. La inflación media en la zona euro el mes pasado fue del 4,3%.

Con la decisión del jueves, el tipo de interés por sus operaciones de refinanciación -lo que las entidades pagan al BCE por la mayoría de las operaciones- quedará en el 4,5%, mientras que el tipo de los depósitos bancarios en el institución será del 4% y los préstamos a un día, del 4,75%. "Los tres tipos en los niveles actuales contribuyen a devolver la inflación al 2%", afirmó la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Por último, el consejo de gobierno ha optado por no tocar los tipos ante datos que muestran que los precios moderan su crecimiento tras las fuertes subidas del año pasado, aunque Lagarde ha indicado que "la economía de la zona euro se mantiene débil". Según el BCE, los principales peligros que consolidan la ralentización son los elevados costes para la industria, sobre todo energéticos y de materias primas, la mala situación de la economía china y la incertidumbre geopolítica derivada de los conflictos en Ucrania, Gaza y las tensiones entre China y Taiwán. Sin embargo, Lagarde ha celebrado la "resiliencia" del mercado de trabajo europeo.

Unanimidad pese a la división

Con el fin de la larga serie de subidas -la más larga de la historia de la eurozona-, el BCE sigue, de este modo, la senda marcada por la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, que ya detuvo las subidas en su reunión del 20 de septiembre. El organismo americano ya había iniciado anteriormente la subida del precio del dinero y el BCE tardó más en seguirla, pero esta vez la decisión de frenar las subidas en la zona euro sólo ha tardado un mes más que en EE.UU.

Los miembros del consejo directivo de la organización habían enviado mensajes contradictorios sobre cuál sería la decisión de este jueves. Por un lado, los representantes de los bancos centrales del centro y norte del Viejo Continente –encabezados por Joachim Nagel, gobernador del Bundesbank alemán– eran partidarios de mantener los incrementos de los tipos, siendo los más afectados por una posible recesión. En cambio, en los países del sur –España entre ellos– había presiones para mantener los tipos y empezar a bajarlos en breve. Ante esta división, sin embargo, Lagarde ha sacado pecho sobre la unidad de acción en el consejo: "Hemos tenido una decisión unánime en esta ocasión, gracias", ha dicho Lagarde con tono socarrón.

A pesar de que la inflación se encuentra a niveles mucho más bajos que hace un año y que la economía europea presenta signos de ralentización, el BCE no se plantea todavía revertir las subidas de tipos y empezar a bajarlos: "Hasta y todo el hecho de tener una discusión sobre recortes de los tipos es prematuro", ha dicho Lagarde. "La inflación todavía se espera que sea demasiado alta durante demasiado tiempo y las presiones domésticas a los precios se mantienen fuertes", recordó.

"Esa es la decisión de hoy: mantenemos los tipos", remachó la presidenta, y hasta y todo ha abierto la puerta a nuevas subidas si la inflación no cae: "Que ahora les aguantamos no quiere decir que no les volvamos a subir".

Nada que hacer sobre los depósitos bancarios

Durante la rueda de prensa, Lagarde ha recibido una pregunta sobre la diferencia entre los intereses que pagan los clientes de los bancos por sus préstamos y los que reciben por sus depósitos. La presidenta ha admitido que existe "una brecha evidente" entre el coste de endeudarse y las remuneraciones que pagan los bancos a los consumidores, pero ha pasado la pelota de encontrar una solución a "las autoridades de competencia" de los estados miembros o "al poder de los propios consumidores" para cambiar de banco. "Nuestro trabajo en el BCE y en los bancos centrales nacionales es marcar los tipos a los que se financian los bancos, nuestro trabajo no es marcar los tipos a los que los bancos prestan o remuneran los depósitos", ha declarado.

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