La electricidad y la gasolina encarecen el coste de la vida en Cataluña
El precio de los alimentos ayuda a moderar el aumento del IPC, que sube hasta el 2,3%
BarcelonaEl encarecimiento de la electricidad y del petróleo, que supuso la subida del precio de la gasolina y el gasóleo, empujó al alza el coste de la vida de las familias catalanas en julio. En plena temporada estival, también influyó el aumento de precios del transporte aéreo y paquetes turísticos. Con todo ello, la tasa interanual de la inflación en Cataluña fue ligeramente inferior a la media española, aunque se alejó del 2%, el nivel que se marca como objetivo el Banco Central Europeo (BCE).
Los precios de bienes y servicios de consumo aumentaron un 2,3% el mes pasado en Catalunya respecto a julio de 2024, según datos del índice de precios de consumo (IPC, el indicador que mide el coste de la vida para las familias) publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de un repunte de tres décimas respecto a junio, cuando la tasa de inflación anual fue del 2%. En sólo dos meses, el IPC se disparó cinco décimas y se situó en el dato más alto desde febrero (3,1%). Por demarcaciones, el IPC interanual ha aumentado en julio. En concreto, en Barcelona se situó en el 2,2%, en Girona y Lleida en el 2,4% y en Tarragona en el 2,6%.
En el conjunto de España, los precios crecieron un 2,7% en comparación con el mismo mes de 2024, tal y como avanzó inicialmente el INE hace dos semanasy cuatro décimas por encima de la tasa de junio. En todas las comunidades autónomas se registraron tasas positivas durante el mes de julio: las Islas Baleares registraron la tasa más alta (3,5%), y Murcia, la más baja (2%).
En el caso del Estado, la escalada es algo más acusada en los últimos meses en comparación con Catalunya, con una subida de siete décimas entre mayo y julio. En términos mensuales, el coste de la vida disminuyó en España en un 0,1% respecto a junio, la misma cifra que en Catalunya, en línea con el registro del mes anterior.
El pico de la inflación este año, tanto en Cataluña como en el resto de España, se produjo en febrero, con unos crecimientos del 3,1% y el 3%, respectivamente. El aumento de los precios a principios de año se produjo por el encarecimiento de la electricidad, la restauración y el ocio.
Desde el ministerio de Economía sostienen que la evolución de la inflación estos meses de verano es "compatible con un fuerte dinamismo de la economía española, que se mantiene como motor de crecimiento entre los principales países europeos". En este sentido, el producto interior bruto (PIB, el indicador que mide el tamaño de una economía) crecióentre abril y junio de este año un 2,8% en comparación con el mismo periodo de 2025, manteniendo un ritmo de crecimiento muy superior a la media europea, en línea con los últimos dos años. "La estabilidad de los precios, el récord en la creación de empleo y las subidas de los sueldos están permitiendo a las familias recuperar de forma progresiva su poder adquisitivo", añaden desde el gobierno español.
Las vacaciones estrechan el coste de la vida
El crecimiento registrado este mes de julio se debe al aumento de los precios de la electricidad si se comparan con la excepcional bajada registrada hace un año, motivada por una caída del gas, la bajada del IVA al 10% de la factura de la luz y una menor demanda, que supusieron una reducción considerable de las tarifas. Hace un año, el IPC empezó a desescalar en julio, situándose en el 2,8%, después de meses por encima de la barrera simbólica del 3% y con picos del 3,6% (mayo de 2024) y del 3,4% (junio de 2024). Un año después, los costes de la electricidad se dispararon un 10,7% en Catalunya.
También impactaron en el aumento del coste de vida, aunque en menor medida, las subidas de los precios de los carburantes, en línea con la tendencia habitual en verano, cuando el incremento de los desplazamientos por las vacaciones eleva la presión sobre los precios. Todo ello, sin olvidar los conflictos geopolíticos que también determinan mucho esta variable, como el reciente entre Estados Unidos e Israel e Irán, la principal causa del incremento del IPC en junio. Por otro lado, ha influido el encarecimiento del transporte aéreo y del transporte combinado de pasajeros, aparte de los paquetes turísticos, otro síntoma de cómo las vacaciones suben los precios.
Como ocurre cada julio, las rebajas de verano contribuyeron a la caída de precios, con el sector de la moda encabezando el período de descuentos. Este hecho se ha notado en el vestido y el calzado, que se abarataron un 9,4% y un 7,8% en Catalunya, respectivamente, en comparación con junio.
Los alimentos, que anteriormente habían protagonizado el encarecimiento de los precios, han aumentado un 2,4% en Catalunya en comparación con el mismo mes del año pasado. En el conjunto de España, han permitido moderar el crecimiento del IPC una décima bajista. Entrando al por menor, destaca el aumento de la carne bovina (+11,4%) y la ovina (+10%), los huevos (+13,7%) y el café, el cacao y las infusiones (+17,2%). En cambio, el aceite, uno de los productos que más ha llegado a encarecerse en los últimos años, continúa la tendencia a la baja y en julio se ha situado un 34,6% más barato que hace un año. Desde el pico que registró en abril de 2024, el aceite acumula un descenso del 50%.