La economía española mantiene el crecimiento por encima de la media europea

BarcelonaLa economía española mantuvo un ritmo de crecimiento muy superior a la media europea en el segundo trimestre, en línea con los últimos dos años. La buena marcha de la economía se debe sobre todo a la solidez de la demanda interna, especialmente el consumo de las familias y la inversión, mientras que el sector exterior ha sufrido un bajón debido al contexto internacional desfavorable por la guerra comercial de Estados Unidos y los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo.

Así, el producto interior bruto (PIB, el indicador que mide el tamaño de una economía) creció entre abril y junio de este año un 2,8% en comparación con el mismo período de 2025 (la misma cifra que el primer trimestre), según datos adelantados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En relación al trimestre anterior, el crecimiento fue de un 0,7%, una décima más que la tasa trimestral registrada en el primer trimestre.

La tasa de crecimiento de España se mantiene, pues, por encima de la media europea, siguiendo la tendencia de los últimos dos años, en la que ha sido el estado miembro de la Unión Europea que más ha contribuido al crecimiento del bloque comunitario. Cuando todavía falta saber los datos del conjunto de la Unión Europea y la zona euro del segundo trimestre, el PIB español mantiene cifras similares a las de 2023 y 2024, cuando la economía española empezó a aumentar a un ritmo muy superior al de la economía europea, en horas bajas.

En el primer trimestre la actividad en la zona euro subió un 1,5% anual, mientras que España se mantenía rozando el 3%. El crecimiento europeo sufre el hecho de que Alemania, la primera economía del continente, acumula dos años de recesión desde la crisis inflacionaria causada por la invasión rusa de Ucrania y, más tarde, por la guerra comercial iniciada por el presidente estadounidense, Donald Trump.

El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, calificó de "buenas noticias" los datos y destacó "la enorme creación de empleo" de los últimos meses como una de las causas de la expansión económica. También se ha referido a la mejora de la productividad. "La economía española mantiene su dinamismo", ha añadido el ministro en una declaración grabada para los medios.

Por sectores, los servicios —como suele ser habitual en unos meses de primavera de reactivación del turismo y las actividades culturales y de ocio— y la construcción fueron los principales impulsores del crecimiento, con incrementos trimestrales de la actividad del 1,2% y el 1,5%, respectivamente. Por el contrario, el sector primario experimentó un importante retroceso del 9,5% respecto a los primeros tres meses del año.

En cuanto a la industria, creció un 0,8% en su conjunto, aunque el sector de manufacturas a mayor ritmo, del 1,1% trimestral. Destaca especialmente el crecimiento manufacturero en un contexto muy desfavorable para las exportaciones de bienes, marcado por la incertidumbre causada por la política arancelaria del presidente estadounidense, Donald Trump.

Pese a las malas perspectivas internacionales, las exportaciones crecieron un 1,1% respecto al primer trimestre, lo que las situó un 3,3% por encima de los niveles de un año antes. Sin embargo, las importaciones crecieron aún más —un 1,7% trimestral y un 5,6% anual—, por lo que se amplió aún más el déficit comercial español con el extranjero. El encarecimiento de la energía (España, como el conjunto de Europa, es un importador neto) explicaría parte de la subida de las importaciones.

La demanda interna, único factor de crecimiento

Esto explica que el crecimiento registrado este trimestre en España se deba únicamente a la actividad interna. De los 0,7 puntos porcentuales que aumentó el PIB estatal en un trimestre, la actividad económica en el interior del país aportó 0,9, pero el sector exterior restó casi 0,2. De forma similar, si se observa la tasa interanual, del 2,8%, la demanda exterior tuvo una aportación negativa de 0,6 puntos, mientras que la interna aportó 3,4 puntos.

Desde el punto de vista de la demanda, la inversión y el consumo de los hogares han sido un trimestre más los dos pilares del crecimiento. En un trimestre, ambas variables se expandieron un 2,1% y un 0,8%, respectivamente, mientras que anualmente lo hicieron un 5,3% y un 3,5% respectivamente. Por el contrario, el gasto público cayó ligeramente un 0,1% respecto al primer trimestre, a pesar de mantenerse un 1,8% por encima de los niveles del segundo trimestre del pasado año.

La tracción que aporta el consumo de las familias concuerda con los buenos datos de empleo en el mercado laboral español, con una caída del paro. El hecho de que más personas tengan trabajo, junto con las subidas de los últimos años del salario mínimo y la moderación de los precios desde el pasado año, han hecho que los hogares tengan más margen para consumir.

Los datos publicados este martes son un primer adelanto. El INE dará a conocer las cifras definitivas y más desglosadas del PIB el 26 de septiembre. Antes, este jueves, el Idescat publicará un primer adelanto del PIB catalán también para el segundo trimestre.