La economía alemana vive un respiro, pero sigue estancada
El país sale por los pelos de la recesión, pero la confianza empresarial empeora por cuarto mes consecutivo
BarcelonaLa economía alemana –la mayor de la Unión Europea– ha tenido un respiro y ha salido de la recesión técnica en la que estaba inmersa desde finales del pasado año. Sin embargo, la actividad económica sigue estancada y la confianza empresarial ha empeorado este agosto por cuarto mes consecutivo.
El producto interior bruto (PIB, el indicador que mide el tamaño de una economía) alemán se mantuvo plano durante el segundo trimestre de este año, es decir, creció un 0%, según datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Pese al crecimiento nulo, la cifra representa una mejora en comparación con el trimestre anterior, cuando el PIB del país se contrajo un 0,1%, y con el cuarto trimestre de 2022, cuando cayó un 0,4%, encadenando así dos trimestres de bajadas y entrando en recesión. "Después de ligeros descensos en los dos trimestres anteriores, la economía alemana se estabilizó en primavera", ha declarado este viernes Ruth Brand, presidenta de Destatis.
Pese a la estabilización del crecimiento mencionada, la confianza del empresariado alemán volvió a caer este mes de agosto por cuarto mes seguido, según un índice publicado por el Instituto de Investigación Económica de Munich (Ifo), que disminuyó de 87,4 puntos en julio a 85,7 puntos este mes. "El sentimiento entre los directivos alemanes se ha ensombrecido aún más", ha dicho el presidente de Ifo, Clemens Fuest, quien al mismo tiempo ha recordado que "la economía alemana todavía no está a salvo". Según la institución, la situación actual de la confianza de los directivos es la peor desde 2020, en plena pandemia.
El sector manufacturero es el que más pesimismo muestra en el empresariado, debido a la caída de nuevos pedidos. De hecho, la industria es la columna vertebral de la economía germánica y actualmente es uno de los sectores más afectados por la mala coyuntura económica en el país y por el enfriamiento de la actividad económica a escala global, aunque los servicios y la construcción también han registrado caídas de confianza.
Ahora bien, la poca confianza en el sector industrial contrasta con la subida de la inversión, especialmente en maquinaria y equipamiento, que creció un 0,6% intertrimestral. El consumo de los hogares se estancaron también en el 0% después de dos trimestres en negativo, mientras que el sector público incrementó el gasto un 0,1%.
Alemania es uno de los países que más ha sufrido los efectos de la invasión rusa de Ucrania, puesto que tenía una fuerte dependencia de la energía proveniente de Rusia, sobre todo del gas natural. Este hecho hizo que los precios en Alemania se dispararan aún más que la media europea y que la industria del país sufriera por posibles cortes de suministro durante el invierno de 2022, aunque el incremento de las reservas de gas y la diversificación a otras fuentes permitieron evitar el colapso energético.
El Bundesbank se suma al pesimismo
El banco central alemán, el Bundesbank –que forma parte del Eurosistema del Banco Central Europeo–, se sumó a las advertencias sobre la mala situación de la economía del país. Según el boletín mensual del organismo, la economía germana pasa por una "fase de debilidad", lo que hace posible que durante los próximos meses la actividad económica siga paralizada. "Se espera que la producción económica se estanque más o menos en el tercer trimestre", indica el Bundesbank, aunque también señala la buena situación del mercado laboral, el fuerte crecimiento de los salarios y la moderación de la inflación como elementos que deben ayudar a recuperar el consumo de las familias y que, por tanto, tendrán un impacto positivo sobre el crecimiento.
Sin embargo, el hecho de que la producción industrial se mantenga débil y que la demanda extranjera mantenga una tendencia a la baja –las exportaciones cayeron un 1,1% en el segundo trimestre respecto a los tres meses anteriores – son los elementos que más preocupan al Bundesbank. Ambos casos son causados en buena parte por la ralentización de China, uno de los principales socios económicos de Alemania.