Estados Unidos

Trump retrocede y anuncia una pausa arancelaria de 90 días

El presidente de EEUU también sube hasta el 125% los impuestos a las importaciones chinas

WashingtonEl presidente Donald Trump ha anunciado este miércoles una pausa de 90 días en los aranceles de los países que no hayan aplicado represalias comerciales contra Estados Unidos. En el mismo anuncio ha dicho que las naciones sujetas a los denominados "aranceles recíprocos" sólo se les aplicará un 10% de recargo durante este período de tiempo. En una cena con congresistas republicanos el martes, Trump fanfarroneaba que gracias a su política comercial todos los países le estaban "lamiendo el culo". Ahora retrocede en su medida, aunque la Casa Blanca defiende que "la intención del presidente siempre había sido ésta". Paralelamente continuarían los aranceles del 25% en los automóviles, así como los anunciados para el aluminio y el acero.

Desde el Despacho Oval, Trump ha acabado reconociendo veladamente que la tregua arancelaria ha sido una decisión de última hora que se ha tomado "esta mañana". "No tuvimos acceso a abogados, o sea, simplemente lo hemos escrito. Lo hemos escrito desde el corazón", ha afirmado el magnate. En las últimas horas los inversores habían empezado a deshacerse de los bonos del Tesoro estadounidense, lo que significaba que la estabilidad financiera del país estaba en entredicho. Ante esto, la Casa Blanca añadió presión. De hecho, el presidente ha señalado los bonos como una de las razones por su cambio de parecer. "El mercado de bonos [del Tesoro] es bonito ahora", ha dicho a los periodistas tras anunciar la tregua.

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La única excepción a este retroceso es China, al que en vez de aplicarle el 10% le aumenta los impuestos hasta un 125%. El alivio de la guerra comercial para la mayoría de estados es una forma de aumentar aún más la presión sobre el gigante asiático, con quien el republicano no ha parado de escalar y elevar la tensión.

La semana pasada, cuando Trump presentó su mesa arancelaria en el mundo, a China le correspondían unos impuestos del 34%. Poco después, cuando Pekín se negó a doblegarse a la presión del mandatario y dijo responder a la política comercial de Trump con nuevos recargos, el presidente subió la cifra al 84%. Esto, sumado al 20% que empezó a aplicar desde su llegada a la Casa Blanca, hacía un total de un 104% de aranceles en China. China contraatacaba el miércoles por la mañana con un 84% a las importaciones estadounidenses. Como resultado, Trump ha vuelto a subir la apuesta y ha aumentado al 125% los aranceles en los productos de Pekín.

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"En algún momento, espero que en el futuro próximo, deseo que China se dé cuenta de que los días de sacar provecho de Estados Unidos y otros países ya no son sostenibles ni aceptables", ha escrito el mandatario al suyo post. La versión de la Casa Blanca es que China es la responsable de la escalada arancelaria.

Sobre la tregua arancelaria, Trump dice que ha "autorizado una pausa de 90 días, con una tarifa recíproca sustancialmente reducida durante este periodo, del 10%, también con efecto inmediato". El magnate no especifica a qué países afectará, aunque lo presenta como una respuesta a que "más de 75 países" se han puesto en contacto con Estados Unidos para intentar renegociar las relaciones comerciales. Posteriormente, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha aclarado que la pausa arancelaria implica que los aranceles denominados como recíprocos pasarán a ser del 10 por ciento. También ha asegurado que los países que no aplicaron nuevos aranceles como represalia a los impuestos de EEUU se verán "recompensados".

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Trump sigue mareando las bolsas y, después de días en caída libre, Wall Street ha vivido un repunte histórico ante el anuncio del presidente estadounidense. El Nasdaq cerró con una remontada de un 12%, el S&P 500 un 9,5% –en su mejor día desde el 2008– y el Dow Jones casi un 8%.

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El retroceso de la administración Trump llega después de días con los mercados hundidos y con los grandes multimillonarios e inversores empezándose a rebelar contra el presidente. A lo largo de la mañana, el presidente insistía en pedir calma mientras el secretario del Tesoro defendía en un encuentro con banqueros que la economía del país "está en muy buena forma". El comentario llegaba después de días en los que JP Morgan ha hecho sonar las campanas de recesión, lo que se daba prácticamente por hecho si el gobierno continuaba con su cruzada arancelaria.

El hundimiento de los mercados ha hecho que incluso los multimillonarios y directivos, que hasta ahora se habían guardado las críticas para sus círculos internos, hayan criticado a Trump públicamente. El inversor multimillonario Bill Ackmann, que apoyó a Trump durante la pasada campaña, dijo públicamente que las tasas impuestas por el presidente llevarían al país a una recesión. Ackmann sugirió también la idea de una tregua de 90 días, que es lo que ahora ha aplicado el mandatario. Elon Musk también había intentado convencer a Trump en persona de repensarse los aranceles después de decir en una entrevista que deberían aplicarse aranceles cero a las relaciones comerciales con la Unión Europea. Que el magnate hiciera caso omiso de las palabras del propietario de Tesla es otro síntoma del enfriamiento de la relación entre ambos.

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Tras anunciar la pausa parcial, Bessent ha defendido ante los periodistas que la tregua no es consecuencia de la presión del mercado. "Este siempre había sido el plan de Trump durante todo este tiempo", ha dicho el secretario, quien ha añadido que "el mercado no había entendido" el plan arancelario del presidente. Trump también ha hablado con la prensa después de realizar la publicación. El magnate aseguró que "con el tiempo" considerará excepciones para algunas compañías, al tiempo que dijo que el "mercado de bonos está precioso".

Hasta ahora Trump había defendido que había que ir hasta el final con los aranceles y había descartado la posibilidad de una pausa en los impuestos a pesar de que se iniciaran negociaciones con otros países. Cuando uno de los periodistas le ha preguntado por su cambio de opinión y sobre dónde queda su credibilidad tras el cambio tan brusco, Trump ha contestado que "hay que tener algo de flexibilidad". Asimismo, ha definido el día como "histórico" tras el repunte de los mercados, que llevaban días en el pozo a consecuencia de sus aranceles.