Turismo

Marina d'Or deja colgados a los clientes y se enfrenta a una lluvia de indemnizaciones

Las asociaciones de consumidores animan a reclamar el reembolso de las reservas, además de posibles daños y perjuicios

Instalaciones de Marina de Oro

ValenciaLos clientes pueden reclamar a Marina d'Or el reembolso de sus reservas, pero también los daños y perjuicios que hayan sufrido a consecuencia de la cancelación de sus vacaciones. Ésta ha sido la respuesta de la entidad en defensa de los derechos de los comunidores Facua-Consumidores en Acción a la sorprendente decisión del complejo turístico ubicado en la localidad valenciana de Oropesa del Mar (Plana Alta) de cerrar el domingo los hoteles y el balneario. Se trata de una medida que supone avanzar notablemente el fin de la temporada de playa, que inicialmente estaba previsto que se prolongara hasta diciembre.

Aunque la compañía no ha explicado las causas de esta resolución ni tampoco cuando tiene previsto reabrir, la decisión coincide con la venta, hace un mes, del complejo por parte del fondo estadounidense Farallon Capital Management al español Grupo Fuertes –propietario de empresas del sector de la agroalimentación como El Pozo o Cefusa–. Farallon había comprado Marina d'Or en el 2019 a su fundador, el empresario barcelonés residente en la Comunidad Valenciana Jesús Ger. La operación tiene lugar después de que el grupo inversor estadounidense haya reformado buena parte del complejo y que en estos momentos solo falte el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que se culmine.

En agosto también se supo que el Grupo Fuertes había acordado con Hoteles Magic Costa Blanca, compañía con sede en Benidorm, que la segunda se encargara de la gestión del complejo. Magic Costa Blanca es una empresa que ya cuenta con 10 hoteles y dos complejos de apartamentos en Benidorm, Alfàs del Pi, Gandia, Finestrat y la Vila Joiosa.

Facua ha detallado que, con independencia del reembolso de las reservas, los afectados pueden pedir que se les indemnice por todos los daños que la cancelación les haya provocado. Así, pueden exigir el dinero de los posibles transportes que hayan contratado para viajar hasta el complejo turístico, las entradas ya compradas para espectáculos que se celebren en la zona, así como daños morales por la pérdida de su destino para las vacaciones. La organización recuerda que el artículo 1101 del Código Civil establece que "quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados quienes en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieran en dolo, negligencia o morosidad". Además de los visitantes, la decisión deja otra incógnita: qué ocurrirá con la plantilla de la empresa, que de media es de 941 trabajadores, pero que en verano alcanza los 1.420.

Imagen de la web de Marina d'Or en la que se informa que la actividad se recuperará "la próxima temporada", pero sin especificar ninguna fecha.

Patrocinio de concursos de belleza y eventos deportivos

El complejo Marina d'Or está orientado al turismo familiar, de lujo o más modesto, e incluye hoteles, espacios de ocio y apartamentos turísticos. Está construido sobre una superficie aproximada de 1,4 millones de metros cuadrados, de los que más de medio millón están destinados a zonas verdes y áreas ajardinadas. Para su promoción, los impulsores apostaron por una intensa actividad publicitaria y el patrocinio de concursos de belleza y eventos deportivos.

La crisis financiera y del sector inmobiliario del año 2008 supuso un duro golpe para el complejo turístico, que le arrastró hasta la compra y capitalización de su deuda bancaria por parte del fondo Farallon. Tras la inversión de decenas de millones de euros para mejorar las instalaciones y afrontar el impacto de la pandemia de los años 2020 y 2021, expertos citados por la agencia Europa Press auguraron para el complejo unas buenas perspectivas y destacaron que tiene una economía saneada.

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